Impulsan en Puerto Rico innovadora campaña contra el acoso cibernético

La idea es aterradora para cualquier madre o padre responsable: a través de las redes sociales cualquiera se puede comunicar con un menor, manipularlo, hacerle creer que se trata de un amigo de su misma edad, procurar un encuentro en persona y lo que sigue es una larga lista de crímenes sexuales.

Las estadísticas de estos crímenes en Puerto Rico al parecer no están todavía del todo claras. Al anunciar una campaña en contra del acoso cibernético, el secretario de Justicia, César Miranda, explicó que la recién creada Unidad Investigativa de Crímenes Cibernéticos de su agencia tiene pendientes solo diez querellas de acoso cibernético.

La Policía, mientras, ha recibido lo que se identificaron como 800 “consultas” sobre el acoso cibernético. Ninguno de los casos ha sido procesado hasta el momento, según se indicó ayer en una conferencia de prensa en Justicia.

Lo que sí reconoce el Gobierno es que se trata de un crimen en aumento, que pone en peligro a los jovencitos y jovencitas adolescentes y preadolescentes que están comenzando a experimentar con Internet y las amistades cibernéticas.

Miranda adelantó que trabaja en una propuesta legislativa para conseguir que los delitos sexuales no prescriban. Esto es uno de los problemas principales para procesar este tipo de casos, toda vez que muchas veces las víctimas no quieren hablar hasta mucho tiempo después de ocurrido el crimen.

Justicia citó un estudio realizado por la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercadeo de Puerto Rico realizado en 2014 que apunta a que casi dos millones de personas mayores de 12 años se conectan a Internet en la Isla. De estos, el 77% lo hace a través de un celular. Otra estadística federal apunta a que un 50% de los adolescentes han sido hostigados a través de Internet y sobre 25% ha sido acosado en varias ocasiones a través de la web o sus celulares.

Justicia comenzará ahora una campaña dirigida a los padres y madres, para que estén más pendientes de lo que hacen sus hijos e hijas en Internet. El mensaje, presentado en un anuncio de televisión, va dirigido a que estos adultos suelten las computadoras y los celulares a los que viven pegados y atiendan lo que están haciendo sus hijos, muchas veces en las computadoras de las casas.

En conferencia de prensa ayer, Rafael Sosa, director de la Unidad Investigativa de Crímenes Cibernéticos de Justicia, relató el caso de una menor que fue acosada por otro menor que obtuvo fotos pornográficas de la niña a través de Internet y la chantajeó para sostener relaciones sexuales. La niña eventualmente recibió atención psiquiátrica por los traumas emocionales.

“Quiero reiterar que es responsabilidad del padre, madre o encargado procurar límites en el uso de Internet y supervisar a sus hijos con el uso de la tecnología, incluyendo sus teléfonos celulares, los mensajes de texto, su lista de contactos y las personas con quienes interactúan en las redes sociales”, dijo la secretaria de la Familia, Iliana Colón al advertir que con el inicio escolar, también aumenta el uso de Internet de los menores.

La secretaria recomendó evitar colgar fotos de los menores en Internet con información sobre las escuelas a las que acuden y la dirección de sus casas. Sugirió además estar pendiente a las señales de acoso que dan los menores, como estar retraídos o no querer dar información de los lugares que visitan o las llamadas que reciben.

“Cuántas veces estamos retratando a los hijos en traje de baño, en las piscinas, en las fiestas y colocamos en las redes esas fotos. Decimos dónde vivimos, dónde estudian. Inconscientemente estamos dando información y con el hecho de poner una foto va a ser suficiente para esa persona acercarse”, dijo la secretaria.

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