EEUU cerrará albergues para niños y anuncia inversión en la frontera
El gobierno estadounidense informó este lunes 4 de agosto que pronto cerrará los albergues que instaló en bases militares de Texas, Oklahoma y California para dar cabida a los niños inmigrantes que cruzaron la frontera ilegalmente y sin acompañante adulto.
Kenneth Wolfe, portavoz del Departamento de Salud y Asistencia Social (HHS, por sus siglas en inglés), dijo que los albergues serán cerrados porque ha disminuido la cantidad de menores de edad que han tratado de entrar al país, y porque han aumentado los espacios en otros albergues.
Para el viernes cerrará el centro de alojamiento de Fort Sill, en Oklahoma. El centro en la base San Antonio-Lackland en Texas, y el de la base naval Ventura County-Port Hueneme en California cerrarán en las próximas semanas.
Los albergues han alojado en total a unos 7 mil 700 niños migrantes desde que se abrieron en mayo y junio. Se quedan en promedio 35 días.
Desde el 1 de octubre, más de 57 mil menores, la mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala, han sido detenidos tras cruzar solos y de manera ilegal la frontera con México.
Una ley de 2008 requiere que los menores que entren solos en el país y provengan de países que no comparten frontera con Estados Unidos sean entregados al HHS en las 72 horas siguientes a su detención. Los niños son resguardados por el gobierno hasta que puedan reunirse con un familiar o tutor en Estados Unidos, quienes habrán de cuidarlos mientras esperan sus audiencias en cortes de inmigración.
La oleada de niños centroamericanos detenidos recientemente en la frontera exigió al máximo los recursos del gobierno e hizo que el presidente Barack Obama pidiera al Congreso que aprobara una partida de emergencia de 3 mil 700 millones de dólares para atender lo que describió como una crisis humanitaria. El Congreso salió a su receso de agosto sin abordar esa petición.
El mes pasado, el Departamento de Seguridad Nacional reportó que el número de niños migrantes que cruzan la frontera sin compañía de un adulto había empezado a bajar, de unos 2 mil a la semana en junio a alrededor de 500 cada semana a mediados de julio. Funcionarios federales dijeron en ese momento que muchos factores contribuyeron a ese declive.
El número de personas que son detenidas por cruzar la frontera ilegalmente disminuye generalmente en los calurosos meses del verano boreal.
Funcionarios federales han dicho que hasta 90 mil menores podrían cruzar la frontera para finales del año fiscal en septiembre.
Los albergues instalados en las bases militares podrían reabrirse si el número de menores inmigrantes detenidos aumenta de nuevo, dijo Wolfe.
EE. UU. traslada $405 millones para atender crisis migratoria
El Gobierno estadounidense notificó al Congreso que transferirá $405 millones procedentes de diversos programas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) para afrontar la crisis migratoria en la frontera.
Esta medida es consecuencia de que los legisladores comenzarán el viernes su receso de agosto sin haber llegado a un acuerdo para proporcionar fondos suplementarios al Gobierno Federal con el objetivo de hacer frente a la llegada masiva de niños indocumentados solos procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Hace alrededor de un mes, el presidente Barack Obama solicitó una partida de 3 mil 700 millones de dólares para tratar la situación, en vista de que las agencias que se hacen cargo de los menores agotan sus recursos; sin embargo, los republicanos del Congreso se negaron a aprobar esa cantidad por considerarla desmesurada.
«El presidente ha dicho que este es un tema que no ignorará. Funcionarios de la Administración trabajan horas extras y han podido frenar la avalancha de niños inmigrantes. Pero, sin la ayuda del Congreso, las agencias simplemente no tendrán todos los recursos que necesitan, y este gobierno ha tenido que tomar algunas decisiones difíciles», agregó el funcionario.
«Como resultado de la falta de acción del Congreso, la Administración continuará transfiriendo recursos a la frontera para detener el flujo de inmigrantes y hacer todo lo posible a fin de atender de manera humanitaria a las decenas de miles de niños que acaban de llegar antes de enviar a muchos de ellos de regreso a sus países de origen», agregó la misma fuente.
Así, el DHS notificó al Congreso el viernes su intención de reubicar fondos para evitar que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y la Oficina de Protección de Aduanas y Fronteras (CBP) se queden sin dinero.
Los republicanos de la Cámara de Representantes lograron aprobar ese mismo día un nuevo proyecto de ley con ese fin, pero su contenido legal ya había sido rechazado por la mayoría demócrata del Senado y por la propia Casa Blanca, al incluir como prioritario un cambio de las leyes actuales para acelerar los procesos de deportación de los menores.
El presupuesto que barajaban los republicanos ascendía a 694 millones de dólares, mientras que los demócratas habían propuesto 2 mil 700; es decir, mil millones menos que lo solicitado por el mandatario.
Se calcula que cerca de 60 mil niños, en su mayoría procedentes de Centroamérica, han llegado solos a la frontera sur de Estados Unidos en los últimos 10 meses, una situación considerada una «crisis humanitaria» que ha obligado al Gobierno a acondicionar albergues para acogerlos.