Danilo Astori, vicepresidente de Uruguay: “Argentina sigue siendo fundamental, nos guste o no»
Este domingo el vicepresidente Danilo Astori concedió un reportaje a El País donde aborda todos los temas de actualidad política, económica y el contexto internacional.
La nota fue realizada por la periodista Valeria Gil. Astori afirma que el nuevo Frente Amplio lo votará la ciudadanía. Reconoce las diferencias internas pero dice, algo que lo ha caracterizado, que siempre ha expresado con claridad sus posiciones y que a la hora de la unidad de acción política él siempre ha cerrado filas junto al Frente Amplio.
Para Astori «La gente definirá qué FA quiere» en las urnas
Texto completo de la nota publicada en El País firmada por Valeria Gil
-Tabaré Vázquez advirtió que 2015 no será igual a otros años en materia económica. ¿Qué se puede esperar?
-Los fundamentos de la economía uruguaya son muy buenos. En tiempos de desaceleración generalizada, Uruguay mantiene buen ritmo de crecimiento, el 4,4% del año pasado fue un ritmo alto. Entonces si Uruguay sigue recibiendo volúmenes de inversión, tanto públicos como privados, puede seguir aspirando a mantener un crecimiento significativo.
-¿Cómo pesa en la economía uruguaya el hecho de que Argentina se encuentre al borde del default?
-El tema financiero, si bien hay que analizarlo con atención, no creo que integre las principales preocupaciones de Uruguay con respecto a Argentina, porque la dependencia que tiene Uruguay es mucho menor a la que teníamos hace 10 o 12 años. Hoy estamos en una situación muy diferente y lo que sí nos debe preocupar son otros temas. El tema comercial es preocupante, la caída del comercio es importantísima y las restricciones que provienen de Argentina en cuanto a obras de infraestructura binacionales como el dragado, esas sí son decisiones importantes para el Uruguay.
-¿Cómo afectan estas decisiones de Argentina?
-En todos los casos afectan negativamente. Yo creo que afectan el movimiento portuario para empezar, si bien la caída fue moderada, el impacto fue negativo. La caída comercial fue una de las causas que llevó a Uruguay a conseguir la diversificación de sus mercados, pero lo de Argentina perjudica sin duda. El atraso de los dragados impide que Uruguay alcance volúmenes de actividad más significativos.
-¿Argentina no tuvo voluntad de mejorar la relación con Uruguay?
-En el presente es cada vez menos frecuente la voluntad de buscar un acuerdo de parte de Argentina, pero Uruguay no puede renunciar a eso, no puede desentenderse de tener la mejor relación con sus vecinos y hay muchos puestos de trabajo que todavía siguen dependiendo de Argentina y hay que apoyarlos, porque no hay otra alternativa. En algunos casos, Argentina sigue siendo fundamental, nos guste o no.
-¿Con Cristina Fernández como presidenta ya no hay chance de mejorar las relaciones?
-Bueno, el factor político incide, quizás cambios políticos en el futuro de la Argentina ayuden a que este diálogo mejore y a que la relación también sea más positiva. Yo obviamente no quiero entrometerme en asuntos internos de Argentina, pero lo político influye.
-¿Cómo evalúa el déficit fiscal que está en 3,2% del PIB?
-Por supuesto que hay que prestarle atención a los resultados fiscales, pero en tanto el Uruguay tenga el crecimiento y la holgura financiera que hoy tiene como nunca antes en su historia, no digo que no importe, pero la situación es sostenible.
-¿Cuánto pesa el endeudamiento de Ancap en el déficit fiscal?
-No decisivamente, ha contribuido por supuesto en la medida de que las utilidades tienen influencia sobre el saldo de las cuentas públicas, pero no creo que haya sido de influencia relevante.
-¿Hay que bajar el gasto público?
-Lo que creo es que hay que focalizarlo en las prioridades como en el transporte, servicios, la energía y el mejoramiento de la educación… Ahora, simultáneamente hay que trabajar en el área de la calidad del gasto público y en eso todavía tenemos un débito importante. Hemos trabajado poco en ese tema, hay una deuda en el sentido de que tenemos que avanzar en priorizar la calidad del gasto con compromiso de gestión y evaluación permanente. A veces podemos tener el riesgo de gastar en cosas que no son prioritarias o gastar demasiado en algo que requiere menos recursos. La falta de calidad no se arregla con cantidad y eso es aplicable a los funcionarios y a cargos de confianza.
-¿Hay que gastar menos en los funcionarios públicos?
-Seguramente si aseguramos que los mejores van a estar, vamos a ahorrar mucho dinero.
-¿Hay que reducir la cantidad de funcionarios?
-No estoy proponiendo despedir funcionarios públicos, estoy proponiendo que como criterio de avance trabajemos mucho más con la calidad que con la cantidad.
-Datos de la Oficina de Servicio Civil indican que hay 298.743 vínculos laborales en el Estado ¿Se necesitan esta cantidad de funcionarios?
-Ese número incluye como funcionarios a personas que ya estaban trabajando en el Estado y se han regularizado. Creo que no es una cantidad exagerada. Hay que prestar atención a esta cifra, pero tampoco es dramática. Me parece que lo que más tiene que preocupar al país no es el volumen, sino la calidad y ahí hay que hacer una labor de formación muy importante.
-¿Les falta formación a los funcionarios públicos?
-Creo que sí, que Uruguay tiene que hacer muchísimo esfuerzo en esta materia. No tenemos un proceso sistemático de formación.
-¿Sería conveniente cerrar el ingreso al Estado?
-Lo que es conveniente a futuro es tener mucha cautela en las decisiones de incorporación de funcionarios, sin duda, hay que tener prudencia extrema. Sobre todo para replantear el principio de que la cantidad no sustituye a la calidad. Haría mucho más esfuerzo en formar servidores públicos, que en incorporar a nuevos funcionarios.
-¿En un eventual tercer gobierno del Frente Amplio hay riesgo de repetir esa puja que hubo en esta administración entre el astorismo y el mujiquismo?
-No es una puja, son diferencias que se dan en la marcha de un gobierno. Nunca disentimos en cuanto a una parte del programa, nuestras diferencias fueron siempre respecto a la utilización de una herramienta. Por ejemplo, la impositiva y la discutimos y la resolvimos con transparencia. A mí mismo me dicen: «Astori dice esto pero después termina votando lo que quiere la mayoría», y sí, porque para mí es muy importante definir mi enfoque, mis ideas, pero mantener esa solidez unitaria.
-¿Hay que terminar con esa tensión entre el Ministerio de Economía y ese equipo económico paralelo?
-Yo siempre negué eso del equipo económico paralelo, hubo discusiones, tuve discusiones con (José) Mujica y el ministro de Economía tuvo discusiones con el director de la OPP, hubo sí diferencias o matices, pero dos equipos no.
-¿Un tercer gobierno no debería ser más ordenado para dirimir esas diferencias internas?
-En materia de gestión tenemos mucho terreno para avanzar y me estoy refiriendo desde la gestación de una idea hasta su concreción en la práctica. Todo ese proceso, que a veces ha tenido lentitudes, contradicciones, avances, retrocesos, tiene que mejorar.
-¿Cómo se imagina como ministro de Economía en un eventual gobierno sin mayorías parlamentarias y teniendo que negociar con un bloque mujiquista que reclama un giro a la izquierda?
-Sin duda que la elección va a definir el rumbo por el que transite el país en los últimos tiempos, pero tenemos un programa que es compartido por todos. Conversaremos con nuestros compañeros todas las veces que sea necesario, pero tenemos un programa común. En cuanto a la posibilidad de no tener las mayorías parlamentarias, puede demandar un esfuerzo adicional pero lo positivo es el entendimiento que se puede lograr.
-El FA tiene un solo programa, pero no se pueden negar las diferencias
-No se pueden negar esos matices, y sin duda hay que discutirlos. El veredicto democrático en las urnas también tendrá su influencia en los caminos que transitará el país en el futuro. Primero se tendrá que elegir si quiere volver al pasado o seguir con este proceso de transformaciones con los resultados que están a la vista, como el aumento del salario real, y es un proceso que tiene que proponerse más cambios a futuro; porque más de lo mismo no queremos. La decisión simultánea es qué enfoque de cambios se quiere.
-¿Esto implica que se puede dar el giro a la izquierda si la alianza electoral entre el MPP, PCU y Raúl Sendic obtiene la mayoría ?
-Son decisiones políticas que toma la sociedad y que no se pueden ignorar, sin duda. La gente va a estar definiendo si quiere que el FA siga transformando al país y qué FA quiere para gobernar. El giro a la izquierda no es una expresión adecuada, porque somos todos de izquierda. Los matices no se definen como un giro a la izquierda, se definen en la utilización de un instrumento como la política fiscal, monetaria o la inserción internacional del país, ahí hay matices y eso se va a discutir teniendo en cuenta lo que diga el pueblo uruguayo.
-¿En qué no puede ser más de lo mismo un gobierno del FA?
-Tenemos que hacer cosas nuevas, Uruguay no puede seguir sin ferrocarril, tiene que culminar otra matriz productiva y tiene que tener una educación profundamente distinta. Discutir los contenidos de la educación media para mí es hacer lo que no hemos hecho hasta ahora.
-Usted se resistió a la designación de Sendic como candidato vice y lo acusó de compra de votos en Salto. ¿Cómo será su relacionamiento con él si es ministro de Economía?
-Sin ningún problema, sin ningún inconveniente. Hemos dicho lo que pensábamos sobre las candidaturas y nos pareció un deber de honestidad intelectual plantearlo, pero con la disciplina que hemos tenido siempre aceptamos las decisiones del FA y ahora la fórmula Vázquez-Sendic es nuestra fórmula.
-¿El Frente Líber Seregni está pagando el costo político por su actuación en el caso Pluna y el procesamiento de Fernando Lorenzo y Fernando Calloia?
-Creo que las responsabilidades fueron asumidas y no solo por estos dos compañeros cuya gestión al servicio del país fue excelente, sino por todo el gobierno del Frente Amplio. Realmente nos equivocamos en nuestra intención de insistir en el mantenimiento de una línea aérea nacional con participación del Estado, que obviamente no era viable y los resultados nos están indicando que nos equivocamos y asumimos esa responsabilidad.
-¿El caso Pluna puede afectar el desempeño electoral del Frente Líber Seregni?
-Lo veremos, no tengo elementos para decir que habrá una incidencia relevante. Es más, hay unos sondeos de opinión que se hicieron antes de las internas que demuestran que el conocimiento de este tema no es muy intenso en sectores muy amplios de la población. Si va a tener repercusiones electorales no lo sé.
-Juan Carlos López Mena dijo que ingresó al negocio de la subasta de los aviones de Pluna por «presiones del gobierno». ¿Qué tiene para decir?
-No voy a hacer ningún comentario sobre empresarios privados.
-¿No cree que la postura del gobierno subestima a la gente cuando se afirma que el aval estuvo bien dado?
-No estamos subestimando a nadie, porque es evidente que queríamos tener un buen resultado. Al contrario, porque estamos reconociendo los errores.
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