México: organismos ambientales señalan que los autos son la principal fuente de contaminación
En México los automóviles son la principal fuente de contaminación que contribuye a la formación de ozono troposférico, asociado con graves enfermedades cardiopulmonares, por lo que el gobierno no puede seguir retrasando la actualización de las normas que regulan las emisiones a escala nacional.
Así lo señalaron representantes del Centro Mexicano de Derecho Ambiental AC (Cemda), del CTSEmbarq México, así como del Instituto Internacional de Transporte Limpio (ICCT, por su sigla en inglés), quienes destacaron que México tiene actualmente estándares muy laxos para controlar las emisiones de contaminantes que son precursores de ozono.
Las organizaciones alertaron que la norma 042, que regula las emisiones contaminantes, tiene casi cuatro años de retraso. Adicionalmente, evidenciaron que no hay una política integral de combustibles y control de emisiones vehiculares
Leticia Pineda, analista de Política Pública de Cemda, explicó “que México publicó su última regulación en materia de emisión de contaminantes para vehículos ligeros nuevos en 2005, lo cual, aunado a la falta de combustibles limpios en nuestro país, no ha permitido que se vendan las mejores tecnologías para reducir la contaminación.”
Añadió que el sector transporte es uno de los principales emisores de contaminantes a escala nacional en México, siendo responsable de 90.03 por ciento de las emisiones de monóxido de carbono (CO) y de 45.67 por ciento de óxidos de nitrógeno (NOx), en todo el país.
Dentro del sector transporte los vehículos de pasajeros —denominados ligeros— emiten 74.41 por ciento de CO, 52.55 de NOx, 73.55 de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) y 94.50 de amoniaco (NH3). Estos contaminantes contribuyen a la formación de ozono en la atmósfera.
La falta de actualización de la NOM 042 mantiene a México en un grave retraso con relación a las políticas implementadas en Estados Unidos y Europa.
“México está más de 10 años atrasado respecto a Estados Unidos en cuanto a normatividad de control de emisiones, mientras que los niveles de contaminantes son de ocho a 10 veces mayor que en EU, señaló Kate Blumberg, especialista del ICCT.
Como ejemplo citó que aquel país recientemente publicó la última regulación denominada TIER3, que implica una reducción de azufre en las gasolinas de 10 ppm (partes por millón), y una vez implementado completamente el estándar, se reducirán las emisiones de COV y NOx 80 por ciento, PM 70 por ciento y las emisiones evaporativas de las gasolinas serían de casi cero.
Las especialistas indicaron que los vehículos que actualmente se venden en México cuentan con algunas tecnologías que permitirán alcanzar estándares más limpios, como aquellas que mejoran la oxigenación del combustible y otras como los controles electrónicos para motores y catalizadores de oxidación para máquinas a diésel, así como catalizadores de tres vías.
Sin embargo, muchas otras tecnologías disponibles en el mercado requieren la utilización de combustibles con bajo contenido de azufre, el cual no se encuentra disponible todavía en todo el país.
Por su parte, Cynthia Menéndez, del CTSEmbarq México, comentó que el número de vehículos a gasolina a escala nacional está creciendo en promedio 4.8 por ciento anual, muy por encima del crecimiento del PIB nacional.
Asimismo, presentó una proyección sobre cuánto podrían reducirse las emisiones de partículas PM10, NOx, CO y COV, considerando que la NOM-042 se modificara para cumplir con los estándares de la tecnología TIER 2, vigentes en EU.
Esta actualización de la norma 042 evitaría la emisión de hasta 2.4 millones de toneladas de contaminantes locales en 2035, lo que equivaldría a detener la actividad vehicular de toda la flota de la zona metropolitana del valle de México por más de un año.
El ozono que se encuentra en la capa baja de la atmósfera, donde habita el ser humano (tropósfera), es un contaminante secundario que se produce por la reacción de las emisiones de monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles y óxidos de nitrógeno, además de la luz solar. Entre los efectos nocivos a la salud con los que se asocia son:
Problemas respiratorios: el ozono inflama las membranas del sistema respiratorio generando alteración de las vías y reduciendo la función pulmonar.
Puede incrementar los cuadros de problemas cardiovasculares, lo cual empeora los cuadros de asma y enfermedades respiratorias.
Muerte prematura derivada de padecimientos cardiopulmonares; hay evidencia que sugiere también afectaciones al sistema nervioso central, cáncer y problemas reproductivos.
De acuerdo con los resultados del Cuarto Almanaque de Datos y Tendencias de la Calidad del Aire en 20 Ciudades Mexicanas (2000-2009), las entidades con los problemas más graves de ozono son, en primer lugar, la zona metropolitana del valle de México, seguida por la de Guadalajara, la ciudad de León, área metropolitana de Monterrey y Silao, Guanajuato.