El Gobierno uruguayo descarta el cultivo de marihuana en predios militares
El gobierno desechó la idea de recurrir a los predios militares para cultivar en algunas áreas de esos campos las plantas de marihuana derivadas de semillas con trazabilidad genética y que serán destinadas a abastecer el mercado local en el marco de la vigente ley de regularización del cannabis.
La decisión del Poder Ejecutivo, a la que tuvo acceso LA REPÚBLICA, establece en general que esos terrenos señalados e inspeccionados por el gobierno hace poco más de tres meses no iban a ser finalmente adecuados para los fines perseguidos. La infraestructura a desplegar en los campos militares concernientes a otorgar la seguridad necesaria y la practicidad requerida por aquellos que se harán cargo de los plantíos iban a interceder con el funcionamiento de las unidades castrenses de una forma que “podría mellar la institucionalidad”, se consideró.
Los campos donde se instalarán los invernáculos imprescindibles para el crecimiento de los plantines se harán sí en predios pertenecientes al Estado pero no militares, aunque en estas áreas el servicio de la vigilancia perimetral sí se mantendrá en manos de personal militar.
Hasta ahora no se han sembrado ningunas de las semillas que el Estado adquirirá y proveerá a los privados que se harán cargo de los plantíos. Estos privados se seleccionarán tras un llamado a interesados para esa actividad.
Paralelamente, el presidente José Mujica consideró recientemente que “en dos años, dos años y pico” se podrán tener resultados de la aplicación de la ley de regulación de la marihuana “porque se trata de regular un mercado que ya existe en donde hay unos 150 mil consumidores aproximadamente. Le queremos sacar a la clandestinidad ese mercado para golpearlo en su actividad económica”, sostuvo el mandatario en un reportaje concedido a la cadena de noticias Deutsche Welle en su versión para Latinoamérica.
Consultado ante la posibilidad de que la política a desarrollar bajo el paraguas de la ley de regularización llegara a fallar, Mujica sentenció: “En la vida hay acelerador, freno y marcha atrás” y “no hay que ser fanáticos, aprendiendo de las vueltas de la vida”.
Hace poco más de dos años, en junio del 2012, se supo que en nuestro país el Estado estaba convencido de que la lucha al narcotráfico en su método tradicional de represión no había dado ni daba los resultados que se habían estimado y que ante este escenario se hacía conveniente modificar la política, regularizando toda la cadena del mercado del cannabis: desde la siembra y hasta el consumidor pasando por la cosecha, la selección, la distribución y la venta.
Encuesta de Cifra
La empresa Cifra develó anoche una encuesta en la que se consultó a un grupo de uruguayos sobre si estaba o no de acuerdo con la ley que regula el mercado de la marihuana en donde ciudadanos blancos y colorados coinciden porcentualmente en forma exacta en rechazar la ley.
Un 64% dijo estar en contra de la normativa, un 27% a favor y un 9% del universo consultado no opinó.
Un 62% manifestó que sería bueno derogar la ley y el 32% que hay que dejarla en vigencia. Un 6% no opinó. El sondeo difundido por el informativo del Canal 12 abundó en opiniones según el sector político al que pertenece el consultado. Cuatro de cada 10 personas identificadas con el Frente Amplio están en desacuerdo con la ley, el 46% de acuerdo y el 13% no tienen opinión. Entre los nacionalistas, un 86% está en desacuerdo, un 8% a favor y el 6% no opinó. Un abrumador 86% de personas votantes del Partido Colorado al igual que los blancos dijeron estar en desacuerdo con la regularización del mercado de la marihuana y el 10% de acuerdo. El 4% de estos no abrió opinión.
Mujica en la sede del PIT-CNT
El consumismo es una “telaraña”
El presidente José Mujica participó anoche de un evento organizado por el PIT-CNT sobre empleo de calidad.
Allí volvió a insistir con la importancia de no sucumbir ante el consumismo desmedido. “Tenemos que darnos cuenta que estamos en una civilización que está cambiando, para bien o para mal. En 30 años, la humanidad tendrá un idioma común que será el inglés y caminos con mucha velocidad hacia cambios brutales que modificarán el concepto de participación que hoy tenemos”.
Entiende que el “poder de la decisión estará compartido (porque) se está creando y recreando permanentemente una cultura. El consumismo –dijo- es funcional a la acumulación capitalista porque necesita acumular y forzar a la compra y la venta; la necesita como el pan”.
Sostuvo que el consumismo “es como una telaraña que nos cubre a todos y no podemos escapar de ella”. Considera que el concepto de la innovación “no es más que recrear la necesidad de compra de las masas; conseguir un anzuelo diferente para la compra y para sacarnos la plata del bolsillo”. Dijo que “el antídoto” para eludir el consumismo “está acá”, señalándose el cerebro y reclamó a los dirigentes sindicales del futuro que “deben rescatar la conciencia del hombre para considerar lo que es justo y bueno y lo que es inútil. Ese es el camino de la liberación para que no se transformen en un comprador compulsivo”.
Aseguró que el consumismo generado por el capitalismo “nos ha robado el republicanismo, generando arquetipos de los gobernantes con gestos adustos. Esto no es republicanismo”, dijo, y recordó que la República “se inventó para demostrarles a las monarquías que los hombres somos iguales y que las diferencias son apenas superficiales”.
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