Crisis migratoria infantil: México y Guatemala acuerdan plan contra el tráfico de personas y EEUU ratifica deportaciones
Lanzan plan para atrapar a Coyotes
“Hay un compromiso de establecer un esquema de homologación e intercambio de información para desarrollar acciones muy puntuales en los cinco países —EE. UU., México, Guatemala, Honduras y El Salvador—”, afirmó López Bonilla, en conferencia de prensa conjunta al final de la cita, que se sostuvo en la sede de la Cancillería.
Las acciones tendrán el objetivo de “desarrollar una línea de inteligencia criminal que permita develar las redes, —de tráfico de personas— su modus operandi y su individualización, que nos permita una persecución penal en contra de quienes fomentan este tipo de actividad” delictiva, de acuerdo con el funcionario.
Edi Juárez, viceministro de Seguridad, destacó que figura el acuerdo de intercambio de información entre los gobiernos.
“Necesitamos la colaboración de México y EE. UU., para que ellos nos den la información cuando detienen a las personas —migrantes indocumentados en esos países—, porque ellos les dicen quién es el coyote o pollero que los traslada, y eso determina alguna información”, afirmó Juárez.
Aunque no se conoce el número de esas redes que funcionan en el país, el viceministro precisó que estas tienen conexiones con delincuentes en México y una estructura definida para traficar personas.
“Hay personas que dirigen, que cobran, que enganchan a las personas en cada comunidad. Algunos los engañan diciendo que los niños que lleguen a EE. UU. son reconocidos con un estatus migratorio, lo cual es falso”, dijo Juárez.
Agregó: “Aquí estafan a las personas, las engañan y las llevan a México, donde las entregan y abandonan con otro grupo que los asalta e involucra en otros ilícitos”.
El funcionario afirmó que en Guatemala los coyotes “pareciera que no cometen ningún delito y que ayudan a la gente”; sin embargo, “esto lo hacen mediante un pago que reciben y que, para conseguirlo, los migrantes muchas veces empeñan sus pertenencias o prestan dinero para hacer el viaje”.
Nuevas unidades
Juárez dio a conocer que EE. UU. apoyará la creación de dos fuerzas de tarea similares a la Tecún Umán, encargada de la vigilancia en la frontera entre Guatemala y México.
Una de ellas, la Fuerza de Tarea Chortí, está en formación y se encargará de resguardar la frontera con Honduras. Prevén crear otra, para vigilar la zona limítrofe con El Salvador.
“Se mantendrá el apoyo para las otras dos fuerzas de tarea. El apoyo de movilidad y comunicaciones lo pone EE. UU., y nosotros ponemos todo el recurso humano”, expuso el funcionario.
Aunque la legislación en Guatemala no contempla el delito de tráfico de personas, las autoridades buscarán efectuar las capturas bajo la figura de asociaciones ilícitas, mientras se presenta al Congreso un proyecto de ley para castigar la estimulación de la migración ilegal a otro país.
“Vamos a ir tras ellos y vamos a tratar que lleguen a la cárcel, porque son ellos los que nos tienen en este problema”, advirtió ayer la vicepresidenta Roxana Baldetti, después del Gabinete Social.
ONU aboga por niños
Representantes de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) manifestaron esta semana a la agencia Prensa Asociada estar a la espera de que Estados Unidos y México consideren a los niños como refugiados desplazados por conflictos armados, para que no sean devueltos de forma automática a sus países de origen.
“Los centroamericanos serían uno de los primeros colectivos de emigrantes considerados refugiados, porque huyen de la violencia y extorsión de bandas criminales. Si se van es por algo, no se les puede mandar de vuelta de manera mecánica, sino más bien evaluar las razones por las que dejaron su país”, comentó Fernando Protti, representante regional de Acnur.
Sin embargo, Johnson dejó claro que su país deportará a los menores de edad que lleguen de manera ilegal a EE. UU., proceso que agilizarán.
“Las personas detenidas en la frontera van a ser una prioridad para el proceso de retiro y devolución a su país, y esto independientemente de la edad”, afirmó el funcionario estadounidense después de la reunión ayer en la Cancillería.
Johnson aseguró que los menores reciben un trato humano. “Les damos alimento y ropa. Cuando estos niños están cruzando la frontera están cansados, están hambrientos y están recorriendo una zona peligrosa”, insistió.
El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió ayer a las familias centroamericanas, durante una gira de trabajo que efectuó por Texas, que no envíen a sus hijos de forma clandestina a EE. UU., porque “no podrán permanecer en ese país”. Durante la jornada, se dio a conocer que desde octubre fueron interceptados 57 mil menores.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció ayer que dispone de más recursos para atender de forma “humana, eficiente y temprana” los casos de niños que están cruzando solos la frontera.
FIRMAN MEMORANDO
En la reunión entre funcionarios de EE. UU., México y Guatemala también se alcanzaron otros acuerdos.
Mejorar el programa de repatriación de guatemaltecos.
Intercambiar personal para la capacitación y mejoramiento de operaciones de aduanas.
Evaluar programas de entrenamiento para aumentar el control fronterizo.
Mejorar el intercambio de información relacionada con el crimen organizado.
Combatir el tráfico y trata de personas.
DIÁLOGO
Concepto trilateral cobra vigencia
Como hecho sin precedentes en la historia de las relaciones bilaterales entre México, Estados Unidos y Guatemala calificó el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, el evento que se desarrolló ayer en la Cancillería guatemalteca.
“Con este acto, sin duda histórico, es nuestra convicción que debemos pasar de lo histórico a lo permanente”, subrayó Osorio Chong, acerca del diálogo trilateral, con el fin de buscar soluciones, entre otras cosas, a la crisis humanitaria en EE. UU. provocada por la ola de niños migrantes no acompañados.
En la reunión, que estuvo presidida por el ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, y en la que estuvieron presentes sus pares de Estados Unidos, Jeh Johnson, y de México, Osorio Chong, se trató el problema de la seguridad regional, bilateral y multilateral.
El canciller Fernando Carrera, reconocido como uno de los promotores de la trilateralidad, dijo sentirse satisfecho de observar el primer encuentro, que sin duda eleva el nivel de diálogo de Guatemala con sus vecinos del norte.
“Es importante resaltar que el resultado más importante de esta reunión es que tanto el secretario Osorio como el secretario Johnson concluyeron al final que este ejercicio no debía ser coyuntural, sino permanente; de tal suerte que la próxima reunión se llevará a cabo en 60 días y el anfitrión en esta oportunidad será México”, indicó Carrera.
Johnson coincidió con Osorio Chong en que el ejercicio debe ser permanente. “Solo revisando y dando seguimiento a estas reuniones con decisiones que se vuelven operativas podremos asegurar un mejor futuro para todos”, afirmó el funcionario estadounidense.
Además, elogió el trabajo de la Fuerza de Tarea Tecún Umán en la frontera con México, y manifestó su deseo de que pronto se pueda inaugurar la fuerza de tarea en la frontera con Honduras y El Salvador.
“Es clara la preparación que ha venido efectuándose en Guatemala, y podemos decir que todos pueden sentirse bien con los resultados. Ahora, el desafío está en la continuidad y profesionalización permanente de los equipos”, enfatizó Johnson.
Según López Bonilla, este diálogo ha permitido tratar con profundidad temas de interés común, como los migratorios, de aduanas, de inteligencia, persecución penal y derechos humanos.
DEPORTACIONES
Evalúan acciones
Jeh Johnson, secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, también se reunió ayer con Rosa Leal de Pérez, esposa del presidente Otto Pérez Molina, cita en la que participaron otros funcionarios de ambos gobiernos.
Leal de Pérez es la designada para analizar con EE. UU. la manera en que los niños migrantes no acompañados serán recibidos y atendidos después de que sean deportados, indicó una fuente extraoficial.
Esa coordinación trata de acelerarse ante el anuncio de los enviados de la Casa Blanca de que las repatriaciones de menores serán prioridad.
Sin embargo, ni la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia —que convocó a mediodía de ayer a la prensa a esa actividad—, ni la de Obras Sociales de la Esposa del Presidente, ni la de Bienestar Social, brindaron información acerca de los resultados de la cita, pese a que se les solicitó durante la tarde.
MIGRACIÓN
Buscan soluciones
El ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, indicó que en la reunión también se trató la necesidad de impulsar medidas de mediano plazo para crear mejores condiciones en Guatemala, El Salvador y Honduras, para disuadir la migración hacia EE. UU. y México. “Eso es algo mucho más sustentable de lo que planteamos hacer”, afirmó el funcionario.
SEGURIDAD
Apoyará proyecto
Jeh Johnson, secretario de Seguridad Nacional de EE. UU., expuso que su país está dispuesto a apoyar la creación de dos nuevas unidades de seguridad fronteriza en Guatemala. “Queremos apoyar la creación de estas otras fuerzas de tarea con otros países centroamericanos”, afirmó Johnson, al destacar la labor que ha hecho la fuerza de tarea Tecún Umán en San Marcos.
Histórico
Política migratoria
El secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio, calificó la reunión de “histórica”, puesto que el fenómeno migratorio no puede ser resuelto solo por un país. “La política migratoria se construye en los países que tienen el interés de resolver la problemática que se da, y los intereses creados por parte del crimen organizado”, afirmó Osorio.
Cifras
57 mil niños han sido detenidos en EE. UU. este año.
13 mil menores apresados en aquel país son guatemaltecos.
Q60 mil cobra un coyote por un viaje a EE. UU.
EE UU: Deportaciones de niños continuarán
El secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Jeh Johnson, afirmó ayer que continuará la deportación de niños centroamericanos, lo que cerró la puerta a los llamados de los gobiernos del área para que permita a los menores quedarse en el país norteamericano.“Nos vamos a regir por las leyes vigentes” de Estados Unidos, que indican que las personas detenidas por la patrulla fronteriza al intentar ingresar ilegalmente serán retiradas o devueltas, “independientemente de su edad”, afirmó Johnson en rueda de prensa al concluir una visita de dos días a Guatemala.
El ministro de Gobernación de Guatemala, López Bonilla, dijo que el problema migratorio debe ser enfrentado en forma conjunta.Por otro lado, Estados Unidos notificó de nuevas cifras de menores que han ingresado de manera no acompañada a esa nación.“El número de niños sin compañía de adultos que han sido retenidos o encontrados en este año fiscal (que comenzó en octubre pasado) es 57,000”, dijo Gil Kerlikowske durante una audiencia en la Comisión de Seguridad Interna de la cámara alta del Congreso estadounidense.
El vicepresidente Joe Biden telefoneó a los mandatarios de Guatemala, El Salvador y Honduras para informarles sobre los 3,700 millones de dólares adicionales que el ejecutivo solicitó la víspera al Congreso para responder a la situación en la frontera, los cuales incluyen una partida de 300 millones de dólares para ayudar a esos países a repatriar e integrar emigrantes.Los gobiernos centroamericanos sostendrán un encuentro este próximo fin de semana para conversar sobre cuáles serán los proyectos prioritarios en los que se invertirán parte de esos recursos.
Esta crisis humanitaria dio a los republicanos una nueva oportunidad de cuestionar la competencia del gobierno de Barack Obama, que aún está en deuda por la no aprobación de la ansiada reforma migratoria.
http://www.elheraldo.hn/pais/727721-214/ee-uu-deportaciones-de-ni%C3%B1os-continuar%C3%A1n
Obama defiende que no necesita visitar frontera para resolver crisis de niños
El presidente estadounidense, Barack Obama, defendió hoy que no necesita visitar la frontera para resolver la crisis que ha provocado la llegada masiva de niños centroamericanos al país y dijo que sólo se solucionará si el Congreso aprueba su petición de 3.700 millones de dólares más.
Después de reunirse con el gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, y otros funcionarios de ese estado, Obama aseguró que la que vive el país es una crisis «a largo plazo» que «tiene solución», pero únicamente si se permite al Gobierno aumentar sus recursos en la frontera y las instalaciones que acogen a menores en el país.
«El Congreso ha dicho que quieren una solución al problema. La solicitud de fondos les ofrece la capacidad de votar de inmediato para conseguirla», dijo en una conferencia de prensa Obama.
La visita de Obama a Texas ha suscitado críticas de republicanos y activistas por la decisión del mandatario de no visitar la zona del valle de Río Grande en la frontera, por donde cruza la mayoría de los niños indocumentados que llegan solos al país.
«No hay nada que esté ocurriendo en la frontera de lo que yo no esté íntimamente al tanto», aseguró hoy Obama al respecto.
«Esto no es un teatro. No estoy interesado en oportunidades de foto, sino en resolver un problema», continuó. «Y las sugerencias de aquellos que trabajan en la frontera o la han visitado están incorporadas en la legislación que estoy preparado para firmar en el momento en el que llegue a mi escritorio», agregó.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, ha puesto objeciones a la solicitud de fondos de Obama porque no incorpora el despliegue de la Guardia Nacional a la frontera, algo que Perry también pidió hoy al mandatario.
«Si los congresistas de Texas necesitan un compromiso de que vamos a enviar pronto a la Guardia Nacional para aprobar los nuevos fondos, estoy dispuesto a considerarlo», afirmó Obama.
En su reunión de 15 minutos con Perry a bordo del helicóptero presidencial, el gobernador de Texas, muy crítico con la gestión de Obama de la crisis migratoria, le insistió en que debe visitar la frontera para comprobar las dimensiones de la crisis, según indicó la oficina del líder republicano en un comunicado.
«Esta crisis humanitaria ha sido creada por una mala política pública, en particular el fracaso a la hora de asegurar la frontera. El presidente tiene que hacer lo necesario para conseguir precisamente eso», señaló Perry en ese comunicado.
El gobernador republicano también propuso a Obama acercar a la frontera a más agentes de la Patrulla Fronteriza que ahora trabajan desde otras localizaciones dentro de Texas.
Obama prometió que evaluará esa posibilidad si el Congreso aprueba los fondos y sostuvo que no tiene ninguna «objeción filosófica» a las otras medidas que propone Perry, como aumentar la flexibilidad para deportar más fácilmente a los niños centroamericanos y acelerar los mecanismos de justicia migratoria.
«Pero lo más importante que tenemos que reconocer es que esto no va a ser un problema a corto plazo. Esto es un problema a largo plazo», apuntó y defendió que la mejor forma de solucionarlo es «asegurarse de que los niños» centroamericanos que migran «pueden vivir de forma segura en sus propios países».
«Tenemos países muy cercanos a nosotros donde las oportunidades de vida para los niños son mucho peores que aquí. Cuanto más podamos hacer para ayudar a estos países a hacer las cosas bien, menos probable será que tengamos un problema en la frontera», aseveró.
«Por eso va a ser muy importante que podamos dirigir nuestra atención y recursos a Honduras, Guatemala y El Salvador de una forma más sostenida y de alto nivel que como lo estamos haciendo ahora, para que los padres no crean que es más seguro para sus hijos enviarlos a miles de kilómetros para que no les hagan daño», agregó.
La solicitud de fondos de Obama incluye 300 millones para ayudar a esos países centroamericanos a afrontar las «causas de raíz», como la pobreza y la inseguridad, que han llevado a más de 57.000 niños a cruzar solos la frontera a Estados Unidos en los últimos diez meses.
El presidente estadounidense también rechazó hoy las críticas republicanas de que su propia Administración ha generado un efecto «llamada» al aprobar la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) que entró en vigor en 2012 y ha evitado la deportación de muchos jóvenes indocumentados.
«Si se fijan en las pautas de inmigración, ahora estamos a un nivel significativamente inferior en términos de flujo de inmigración ilegal que cuando llegué al poder en 2008», mantuvo.
Según Obama, la verdadera solución permanente al problema pasa po
r aprobar una reforma migratoria, dado que abriría un camino a la ciudadanía a los 11 millones de indocumentados que ya viven en EE.UU. y «permitiría reubicar» en la frontera muchos recursos de seguridad que ahora se dedican a perseguirlos y deportarlos.
Busca Acnur que México considere refugiados a menores de paso hacia EU
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (Acnur) se moviliza en México para asegurar que el gobierno mexicano garantice el derecho a la protección de aquellos niños y adolescentes centroamericanos, en su mayoría hondureños, que por las condiciones de riesgo y violencia que los obligaron a emigrar hacia el norte, solos o acompañados, ameriten obtener la condición de refugiados.
En entrevista, el funcionario de protección de Acnur en México, José Francisco Sieber, informó que en los recientes 18 meses (2013-2014) 56 menores fueron reconocidos como refugiados por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Es apenas una gota en el océano. Solamente el semestre pasado 11 mil 265 niños centroamericanos fueronrescatados (según el léxico oficial) y procesados por autoridades migratorias. Fueron deportados 8 mil 239, sin pasar por la Comar.
Frente a los altos números de niños deportados, Sieber insiste en un punto fundamental del derecho internacional de la niñez desplazada: el de no ser devuelto de manera forzada a su lugar de origen si su vida o su seguridad está en riesgo. Además, frente a la crisis de menores detenidos en las ciudades fronterizas de Estados Unidos, el país tiene la misma obligación que otros estados de la región: proteger y darles refugio si su seguridad es amenazada en caso de ser repatriados.
Próximo reporte de Acnur
La oficina de Acnur en Estados Unidos publicó en marzo de este año un informe sobre las nuevas pautas de desplazamiento de población de Centroamérica hacia aquel país y la situación de los menores no acompañados detenidos en ciudades fronterizas. Titulado Niños en fuga(Children on the run), el reporte subraya la urgencia de fortalecer el acceso al asilo y otras formas de protección. Próximamente se publicará un informe similar con investigaciones de los oficiales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre los migrantes infantiles que cruzan la ruta mexicana.
En las historias recogidas en esta investigación de campo, indica Sieber,observamos que cada vez hay más elementos de violencia en su narrativa; los niños nos comentan que hay situaciones de extorsión, homicidios, amenazas, tentativas de reclutamiento en grupos criminales, como pandillas, y esos son factores que causaron su salida.
Esto obliga a los gobiernos de la región a extender sus prácticas de protección. El desafío, en este caso para el gobierno de México, que es el país de tránsito, es identificar los casos en los que los menores efectivamente no pueden regresar a sus lugares de origen porque pueden enfrentar riesgos a su seguridad. Estos son los casos donde se debe aplicar el derecho al refugio.
No estamos diciendo que la violencia es la única razón de estos flujos en ascenso. Las razones de la migración son múltiples. Pero sí decimos que la violencia aparece con mayor frecuencia en los diálogos sostenidos por nuestros funcionarios con los niños y, sobre todo, con los adolescentes, en su mayoría procedentes de Honduras. Estamos escuchando muchas y muy diversas referencias de distintas formas de violencias. Esto preocupa a Acnur y hace que nos movilicemos y trabajemos con las autoridades para tomar medidas que permitan responder a esta situación.
Desafío: distinguir entre migrantes y refugiados
–En las circunstancias en que se mueven estos desplazados, ¿cómo diferenciar entre quienes emigran por causas económicas, de pobreza, y quienes lo hacen huyendo de la violencia?
–Por eso hablo del desafío. Hay situaciones donde muchos de los niños podrían tener, como la mejor solución basada en su interés superior, una reunificación familiar en el país de origen. Sin embargo, podría haber otros que ya no pueden regresar y que, por tanto, deben ser considerados refugiados.
–¿Es adecuado tratar las peticiones de refugio caso por caso cuando se habla no de un flujo migratorio, sino de un éxodo masivo? En los años ochenta, con la llegada en masa de los guatemaltecos que huían de la guerra, no se dio un enfoque de asilo individual, sino de refugio a comunidades enteras. ¿No sería aplicable a la emergencia que se vive ahora?
–Hasta el momento, lo que vemos es que sí existen mecanismos de respuesta para los casos que buscan la protección internacional como refugiados. Otro gran desafío es que las personas sepan que existen estos procedimientos y los entiendan para que puedan acceder a ellos. No todos tienen conocimiento de la existencia de una oficina como la Comar.
La diferencia es que hoy no sólo tenemos un marco jurídico del derecho internacional de refugiados, sino también una ley mexicana sobre refugiados que es innovadora en ciertos aspectos como el de la protección complementaria.
–¿Son suficientes estos mecanismos para impedir que quienes necesiten la protección del Estado mexicano sean deportados?
–Exacto. Y este es un punto fundamental. Hay un principio en el derecho internacional de los refugiados que los protege contra cualquier medida de devolución forzada. En la medida en que la persona es reconocida como refugiada está bajo la protección de este principio jurídico, y no puede ser devuelta a su país de origen.
–Vemos en la prensa hondureña que en las recientes semanas ha habido cifras récord de niños y mujeres deportados, después de ser detenidos en México. ¿Estas personas tuvieron garantías contra la devolución forzada?
–Lo que vemos es que en la medida en que una persona sí manifiesta a la autoridad mexicana la necesidad de protección frente a estas situaciones de violencia, de persecución, debe ser automáticamente canalizada a la Comar. Buscamos que efectivamente las personas que sí están en riesgo sean escuchadas de manera confidencial en el contexto de una entrevista, y que expresen las razones por las cuales ya no quieren regresar a su país de origen y decidir si esta persona va a ser considerada como refugiada.
–Entonces, ¿qué pasó con estos deportados de las semanas pasadas, o que ahora mismo están siendo deportadas?
–Como se sabe, México conoce este flujo migratorio, que no es nuevo. Hay una situación donde altos números ingresan a su territorio con el fin de llegar a Estados Unidos. En los dos casos, migrantes o refugiados, utilizan las mismas vías. Tenemos que tener cuidado porque no todos son refugiados; por eso insisto en el desafío de la identificación de quienes sí lo son.
–¿Cuál es la situación en Estados Unidos, en los centros de detención de su frontera sur, donde todavía hay decenas de miles de niños, algunos con sus madres, atrapados en un procedimiento legal? El presidente Barack Obama ha pedido a su congreso facultades discrecionales para deportarlos. ¿Cómo interviene Acnur en estos casos?
–Es el mismo desafío: la identificación de casos que sí ameritan la protecció
n del derecho al refugio. Es lo mismo para todos los países. Estamos hablando del derecho internacional de los refugiados. Hay otros dos principios de derecho internacional: uno es la prevalencia, la observancia del interés superior de la niñez, y el segundo es el derecho del niño, del adolescente, a ser consultado, a participar en la decisión, a hacer escuchar su voz en las audiencias y procedimientos.
http://www.jornada.unam.mx/2014/07/10/politica/013n1pol
“Los migrantes traen enfermedades”, afirman manifestantes en EU
“Aseguren nuestras fronteras” o “Fuera la inmigración ilegal” son algunos de los mensajes que se pueden leer en las pancartas que portan los ciudadanos que desde hace una semana se están manifestando en la ciudad de Murrieta, en el sur de California.
Se oponen al traslado a un centro local de la Patrulla Fronteriza de varios grupos de niños y mujeres provenientes de Centroamérica.
Los manifestantes han estado bloqueando el paso de los autobuses que transportan a los indocumentados, que están siendo transferidos desde Texas y Arizona debido al colapso en esos lugares de las instalaciones que albergan a los miles de inmigrantes que han llegando a la frontera sur de EE.UU. en los últimos meses.
Aseguran que no quieren a los sin papeles en Murrieta porque “traen consigo enfermedades” y “muchos de ellos son delincuentes” y culpan al gobierno de Barack Obama de la crisis migratoria que se está viviendo en suelo estadounidense.
Frente a los que protestan contra los indocumentados, separados por un cordón policial y ante la atenta mirada de los periodistas, están los activistas que trabajan en favor de los derechos de los inmigrantes y sus simpatizantes, quienes también llevan una semana montando guardia en la localidad californiana.
En los últimos días se han vivido escenas de tensión entre ambos grupos, que no han dejado de proferirse gritos e insultos, teniendo que intervenir las autoridades en varias ocasiones realizando varias detenciones.
¿Enfermedades y delincuencia?
“En esta comunidad no tenemos los medios para hacer frente a esta situación. Estos niños nos dan pena, pero no podemos hacernos cargo de ellos. Tenemos nuestros propios pobres, veteranos y niños que también necesitan ayuda”, asegura la mujer.
Cuando se le preguntas por qué teme que trasladen a los indocumentados a Murrieta, Angela dice que “no hay que olvidar las enfermedades y la delincuencia que traen con ellos”.
“Algunos tienen tuberculosis o están cubiertos de piojos. No es su culpa pero no están siendo visitados por médicos de forma adecuada. Además, algunos son miembros de pandillas”, asevera.
Entre los que se oponen al traslado de los indocumentados también está Michael Herrera, un joven de origen mexicano que, cubierto con una bandera estadounidense, le dice a BBC Mundo que “los inmigrantes que entran en el país deben hacerlo de manera legal”.
“El 40% de los agentes fronterizos están en estos momentos procesando a los indocumentados en vez de estar vigilando la frontera”, asegura Herrera.
“Estamos preocupados por la seguridad. ¿Por qué no los llevan a Washington DC? Dicen que son niños pero muchos de ellos son adolescentes y podrían ser criminales y pertenecer a las pandillas de países como Guatemala o Honduras”, señala el joven.
Esa misma opinión la comparte un hombre que no quiere identificarse que porta una pancarta en la que se puede leer: “Obama a favor de Centroamérica y que le den a EE.UU.”
“Las cosas ya son los suficientemente difíciles para nosotros como para que encima se gasten nuestro dinero albergando a indocumentados”, le dice a BBC Mundo.
“Hemos de cerrar nuestras fronteras. No sé si estos niños son delincuentes o terroristas, pero no hay duda de que hay criminales que están constantemente entrando en el país”, asegura el hombre quien niega que en estas protestas haya un componente de racismo.
“Lo quieren convertir en una cuestión racial pero eso es basura”, señala.
“Quiero estar con mi gente”
Al otro lado del cordón policial, se encuentran los que han venido hasta Murrieta para mostrar su solidaridad con los inmigrantes.
Se trata de un grupo heterogéneo en el que hay tanto ciudadanos estadounidenses como latinoamericanos y en el que se puede ver alguna cara conocida, como el cantante Lupillo Rivera, hermano de la fallecida artista mexicano-estadounidense Jenni Rivera.
Esta es la segunda ocasión en la que Rivera se manifiesta en este lugar, después de que la semana pasada tuviera que hacer frente a los insultos de los que se oponen al traslado de los sin papeles, que llegaron a escupirle.
“He vuelto porque quiero estar con mi gente”, le dice el cantante a BBC Mundo.
“Los videos en los que se les ve escupiéndome lo dicen todo. Estoy de acuerdo con que tengan sus sentimientos y los expresen pero no creo que escupir sea algo correcto. Creo que es un acto de racismo y el racismo no debe de existir”.
Rivera asegura que quiere saber “qué está pasando” con los niños indocumentados que no han podido ser trasladados a Murrieta por culpa de las protestas.
“Si finalmente los menores han de ser deportados, que se aseguren de que lleguen a sus países. Yo me subo al avión con ellos si hace falta. Lo que no puede ser es que los suelten en México. ¿Qué van a hacer allí si no es su país?”, se pregunta el cantante.
Previamente Rivera ha estado charlando con el alcalde de Murrieta, Alan Long, quien en los últimos días se ha hecho eco de las preocupaciones de sus conciudadanos.
“Sin información”
En conversación con BBC Mundo, Long se queja de que prácticamente no han recibido información por parte de las autoridades federales sobre el traslado de los indocumentados.
“Nuestra principal prioridad es la seguridad de la comunidad. Nos preocupa el estado de salud de los inmigrantes. Les ofrecimos una clínica móvil para someterlos a una revisión médica pero la rechazaron”, explica el alcalde.
“También nos preocupa el estado de las instalaciones de la Patrulla Fronteriza. En realidad es una cárcel. Quieren meter a niños y mujeres en una cárcel durante varios días. Este no es el lugar para albergarlos”, señala Long.
Pese a las protestas en contra de los sin papeles y los altercados que ha habido en los últimos días entre partidarios y detractores de los inmigrantes, el alcalde de Murrieta hace hincapié en el rechazo del consistorio de la ciudad a los insultos y las agresiones físicas.
“En Murrieta no hay racismo. Yo soy medio hispano y mi mujer lo es al 100%. Nuestros ancestros eran hispanos. No sé de dónde han sacado lo del racismo”, asegura Long.
Nora, una panameña nacionalizada estadounidense que desde hace más de diez años vive en Murrieta, no está de acuerdo.
“Claro que hay racismo en esta zona. Lo sé por la forma en la que te miran y te tratan”, asegura la mujer, que considera que “los que protestan en contra de los sin papeles son unos egoístas que no piensan en el bienestar de los niños”.
Lo mismo opina su amiga María, quien se está manifestando por cuarto día “para apoyar a nuestros hermanos latinos”.
“Son niños. No tienen la culpa y no saben lo que está pasando. Siento pena por ellos y creo que hay que ayudarles. Están huyendo de sus países por la violencia”, asegura.
La tensión crece en Murrieta y en otras localidades del sur de EE.UU. y la crisis migratoria desatada por la llegada de más de 50.000 menores centroamericanos desde el pasado octubre no tiene visos de resolverse.
Mientras el presidente Barack Obama pide fondos adicionales al Congreso de su país para hacer frente a la “emergencia humanitaria” de los indocumentados, partidarios y detractores de los inmigrantes van a seguir manifestándose para exigir una solución.