Brics, Unasur y Celac dibujan nuevo mapa multicéntrico y pluripolar – Por Alberto Cova

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

El «nuevo orden mundial», surgido de los Acuerdos de Bretton Woods que establecieron las reglas del intercambio financiero global y plantearon la hegemonía del dólar a perpetuidad en las transacciones internacionales, está demasiado viejo y gastado ya para sostenerse como paradigma de la dominación planetaria. El 22 de julio de 1944, hace exactamente 70 años, concluyó la reunión en un hotel de New Hampshire donde Estados Unidos hizo prevalecer sus intereses ante los delegados de 44 países e impuso el dólar en sustitución del oro como el patrón para determinar el valor de cada moneda en el mundo. Allí nacieron el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, dos instituciones que desde entonces han llevado el estandarte del imperialismo en el mundo con disfraz economicista y que por muchos años decidieron la suerte de pueblos enteros. Pero el planeta ha cambiado en estas siete décadas, al cabo de las cuales el declive de Estados Unidos y de sus cachorros europeos luce inevitable, mientras el modelo hegemónico nacido de Bretton Woods es confrontado por nuevos planteamientos hechos desde otros centros de poder globales y por alianzas cada vez más vigorosas entre países que se oponen a los dictámenes elaborados por Washington para su propio provecho.

Mientras el imperio estadounidense lucha aún por recuperarse del terrible golpe económico que recibió en 2008, cuando estalló la burbuja financiera, y los países de Europa pugnan por superar las diferencias entre el norte y el sur y evitar el colapso de su moneda única, un grupo de países emergentes toma la iniciativa y anuncia la creación de dos organismos multilaterales que sustituirán a los todopoderosos FMI y BM en un ámbito de competencia que abarca, por ahora, la mitad de la población mundial, 30% del producto interno bruto global y 23% de la superficie terrestre. El grupo de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) decidió en la reciente cumbre de Brasil crear un banco de desarrollo (el New Development Bank, NDB) y un fondo de reserva (el Contingency Reserve Arrangement, CRA), que cumplirán las mismas funciones para las que fueron creados el FMI y el BM, es decir, movilizar recursos para financiar proyectos de infraestructura y servir de mecanismo preventivo frente a episodios de volatilidad financiera. Se trata del acuerdo financiero multilateral más importante desde la creación de las instituciones de Bretton Woods, de acuerdo con Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Cada una de estas instituciones tendrá un capital de 100.000 millones de dólares para sus tareas de financiamiento de proyectos y protección monetaria de los países firmantes.

«El creciente número de crisis que se han registrado a nivel mundial a partir de la década de los ochenta en los países desarrollados y en desarrollo (4 en la década de los setenta, 38 en los ochenta y 74 en los noventa) demuestra que la volatilidad e inestabilidad son males endémicos que se han visto potenciados por la creciente globalización financiera, y que los países desarrollados son tan vulnerables a los vaivenes de los mercados financieros y a sus efectos de contagio como los países en desarrollo», dijo Bárcena al comentar los resultados de la reunión de Fortaleza.

Así como se puede afirmar que el convenio Brics para la creación de un banco de desarrollo y un fondo de reserva tiene dimensiones históricas, lo mismo puede decirse de los megacontratos firmados en mayo por Rusia y China para el suministro de gas ruso a Pekín por un monto de 400.000 millones de dólares que podrá ser negociado en yuanes y rublos, dejando de lado el dólar. Uno de los convenios suscritos entre los gigantes estatales ruso y chino, Gazprom y CNPC, estipula el suministro de combustible al país asiático durante 30 años, mientras que el acuerdo entre el Banco de China y el VTB, el segundo grupo bancario más grande de Rusia, contempla efectuar los pagos recíprocos en sus divisas nacionales.

Setenta años después de los Acuerdos de Bretton Woods, hay una nueva realidad en el mundo que queda bien representada por la irrupción de los Brics, que se han convertido en los motores de la economía global por sus altas tasas de crecimiento sostenidas y que ahora se proponen desafiar el orden financiero establecido desde la Segunda Guerra Mundial.

La nueva arquitectura financiera global que comienza a esbozarse en un mundo cada vez más pluripolar, definitivamente no tendrá al dólar como su centro gravitatorio, ni las instituciones surgidas de los Acuerdos de Bretton Woods ejercerán el papel rector que les fue asignado y del que se apropiaron los intereses transnacionales. Un aire nuevo cargado de ideas sobre desarrollo sostenible e inclusivo llega al escenario mundial desde los Brics y desde Latinoamérica y sacude las bases que sostienen al orden mundial diseñado en 1944 para el provecho imperial.

Brics expanden influencia en América Latina

La sexta cumbre de los países Brics, que se realizó en Brasil la semana pasada, fue seguida con interés desde todo el mundo, tanto por Estados Unidos y otros países ricos que apuestan al debilitamiento de esta instancia, como por las naciones que ven en el Brics una alternativa hacia un orden mundial más democrático y equitativo.

En la reunión de presidentes del bloque se debatió como tema central «el crecimiento inclusivo: soluciones sostenibles», con el objetivo de avanzar en el desarrollo de políticas de crecimiento económico con un enfoque social.

Además, se realizó un foro de negocios en el que participaron 700 empresarios brasileños, chinos, rusos, indios y surafricanos para incentivar el comercio y la cooperación entre los países del grupo.

En la declaración final del encuentro, los países del Brics manifestaron que «seguirán desempeñando un papel importante en la promoción del desarrollo social y en contribuir a la conformación de la agenda internacional en este ámbito, sobre la base de su experiencia en la búsqueda de soluciones a los desafíos de la pobreza y la desigualdad».

También instaron a la conclusión de las negociaciones internacionales sobre el cambio climático para un acuerdo legalmente vinculante de la ONU sobre el cambio climático, teniendo en cuenta «las responsabilidades comunes pero diferenciadas, y las capacidades respectivas».

Por otra parte, se comprometieron a establecer un programa de trabajo para concluir las negociaciones comerciales de la Ronda de Doha, con el fin de construir un sistema comercial multilateral abierto, inclusivo, no discriminatorio, transparente y basado en normas. Expresaron su desacuerdo y seria preocupación con el hecho de que el FMI no haya implementado las reformas acordadas en 2010 y pidió al Banco Mundial estructuras de gobierno más democráticas y un «fortalecimiento de la capacidad financiera» de la entidad. Mostraron asimismo su preocupación por el impacto negativo de la evasión fiscal, el fraude y la planificación fiscal agresiva transnacional en la economía global.

«Los hechos se han encargado de evidenciar que el desarrollo económico, la estabilidad social, la concertación y colaboración así como el crecimiento conjunto de los Brics, que representan el 42,6% de la población mundial, concuerdan con las tendencias de la época marcadas por la paz, el desarrollo y la cooperación, trayendo como beneficios una economía mundial más equilibrada, una gobernanza global de mayor eficiencia y unas relaciones internacionales más democráticas», expresó el presidente de China, Xi Jinping.

Dilma Rousseff dijo que los acuerdos firmados prueban la dimensión histórica que ha cobrado este foro, que en su VI Cumbre ha ganado densidad política y peso financiero. «Los países emergentes siguen siendo la fuerza motriz de la expansión global y deberán seguir siéndolo en el futuro», apuntó la Presidenta de Brasil.

El gobierno de Sudáfrica se mostró satisfecho con los resultados de la Sexta Cumbre de los Brics e indicó que todas las resoluciones y declaraciones adoptadas en la cumbre se realizaron luego de deliberaciones y acuerdos sobre una base de igualdad.

Geopolítica para el desarrollo

Tras la Cumbre del Brics realizada en Fortaleza, los líderes de las cinco economías emergentes se trasladaron a Brasilia, donde se reunieron con los once presidentes de los países latinoamericanos agrupados en la Unión de Naciones Suramericanas. Los 16 mandatarios dialogaron en el Palacio Itamaraty, sede de la Cancillería de Brasil, sobre una agenda de temas vinculados al lema de la cita internacional: «Crecimiento incluyente y soluciones sostenibles».

Varios de los presidentes abordaron el tema del crecimiento inclusivo, entre ellos la presidenta chilena, Michelle Bachelet, que llamó a trabajar para derrotar la desigualdad, a fin de lograr un desarrollo inclusivo y sostenible.

La jefa de Estado argentina, Cristina Fernández, defendió un «reordenamiento global financiero que incluya las necesidades de crecimiento, producción, y no de destrucción del empleo, el abandono de las sociedades que nos ha tocado vivir durante tantas décadas a los americanos del sur».

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que el encuentro entre el Brics y Unasur fue productivo ya que inicia una nueva geopolítica mundial para el desarrollo, la prosperidad y la paz de los pueblos.

«Hemos propuesto también una alianza de trabajo entre el Banco del Sur y el naciente Banco del Brics, los cuales tienen el mismo objetivo que es una nueva arquitectura financiera que beneficie el desarrollo económico y de condiciones de equidad para nuestros países, además de promover la economía productiva, creadora de trabajo y riquezas».

El presidente Maduro indicó que Venezuela pedirá durante la próxima cumbre de la Unasur a realizarse en agosto en Montevideo, que se designe una comisión especial de carácter presidencial para atender el trabajo con el Brics. «Tenemos procesos convergentes, vamos a hacer todo el esfuerzo y vamos a poner toda la voluntad política para que Brics y Unasur comiencen a marchar juntos a partir de ahora».

Es importante resaltar que la declaración final de la Sexta Cumbre del Brics destaca «los procesos de integración de América del Sur», y, en especial, «la importancia de la Unasur». Con una nueva geopolítica mundial donde Estados Unidos ya no puede sostener su hegemonía económica, la interrelación Unasur-Brics abre un abanico de oportunidades para el desarrollo de Suramérica.

China se acerca a la Celac

La presencia del mandatario chino Xi Jinping en Brasil sirvió para activar el Foro China-Celac, instancia de contacto multilateral creada durante la II Cumbre de la Celac, realizada en enero pasado en La Habana, con el objetivo de profundizar la relación de Latinoamérica con el gigante asiático.

En el encuentro participaron el presidente de la República de China, Xi Jinping y los mandatarios que conforman el cuarteto de la Celac: de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, que actualmente preside el organismo; de Cuba, Raúl Castro; de Ecuador, Rafael Correa; y el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne. Asistieron además la mandataria anfitriona, Dilma Rousseff; su homólogo venezolano, Nicolás Maduro; de Chile, Michelle Bachelet; de Uruguay, José Mujica; de Colombia, Juan Manuel Santos; de Guyana, Donald Ramotar; y de Suriname, Desiré Bouterse.

En el documento aprobado, los mandatarios de la Celac señalan que aprobaron la creación de este foro, tomando en cuenta el incremento sostenido en las relaciones políticas, el comercio, la inversión, la ciencia y la tecnología, la cultura, la educación y otros campos, entre la República Popular China y los países de América Latina y el Caribe durante la última década.

El presidente Nicolás Maduro destacó la realización de la reunión, la cual ratificó las relaciones de respeto entre «un gigante del mundo como China y América Latina y el Caribe, que poco a poco vamos transitando el camino para convertirnos todos juntos en una región potencia». El mandatario calificó la reunión como extraordinaria gracias al diálogo, trabajo y acción, con resultados concretos que arrojó el encuentro.

El presidente venezolano informó que antes de la reunión de cancilleres que se realizará en China en enero de 2015, «deben establecerse los mecanismos para acceder a los 20.000 millones de dólares que ha anunciado el presidente de China en créditos para el desarrollo de infraestructura y los 5.000 millones de dólares del Fondo de Cooperación Económico para proyectos de manufactura y comercio».

En el Foro China-Celac se establecieron acuerdos en materia de energía, defensa, transporte y tecnología, informó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.

Gira latinoamericana de Vladimir Putin

La intención de los países del Brics de aproximarse a América Latina para conocer los procesos de cambio que se adelantan en la región fue manifestada también por Rusia, cuyo presidente Vladimir Putin realizó una gira por América Latina que incluyó visitas oficiales a Cuba, Argentina y Brasil.

En Cuba, Putin se reunió con Raúl y Fidel Castro. Como parte de las actividades pautadas dentro de la gira, las empresas estatales rusas Rosneft y Zarubezhneft firmaron convenios comerciales para la exploración petrolera en alta mar.

En Argentina, Cristina Fernández y Vladimir Putin firmaron acuerdos de cooperación en materia de comunicación, de asistencia legal recíproca en materia penal y de cooperación en el uso de la energía nuclear pacífica. La presidenta Cristina Fernández recalcó que su Gobierno tiene «muchos deseos de profundizar su relación con Rusia», mientras Putin calificaba de «estratégica» la relación entre los dos países.

En Brasil, Dilma Rousseff y Vladimir Putin reiteraron el objetivo de duplicar el valor del comercio bilateral y elevarlo hasta 10.000 millones de dólares anuales. Putin propuso explorar la posibilidad de negociar un acuerdo de cooperación entre la Unión de Naciones Suramericanas y la Unión Económica Euroasiática, que su país integra con Bielorrusia y Kazajistán.

En la capital brasileña, Vladimir Putin se reunió con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Durante el encuentro, Putin destacó el protagonismo del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, en la construcción de esta relación estratégica entre Venezuela y Rusia y aprobó una nueva línea de crédito. El mandatario ruso recordó su amistad con el comandante Chávez y manifestó su afecto por el pueblo venezolano y el gobierno que dirige Nicolás Maduro.

Xi Jinping en Caracas

Luego de su visita a Brasil, el presidente chino Xi Jinping voló a Caracas para reunirse con su homólogo venezolano Nicolás Maduro y dialogar sobre proyectos de inversión, principalmente en materia petrolera.

Nicolás Maduro y Xi Jinping participaron en la clausura de la XIII Comisión Mixta de Alto Nivel Venezuela-China, realizada con el objetivo de revisar el avance de los proyectos bilaterales. La instancia se organizó en cinco subcomisiones: energética y minería; económica-comercial; científica, tecnológica y aeroespacial; cultural y educativa; así como la agrícola. Ambos mandatarios firmaron 16 de los 38 acuerdos bilaterales alcanzados en materia de energía, infraestructura, finanzas, tecnología y alimentos.

Fue acordada la creación de una empresa mixta que se encargará de producir agroquímicos y fertilizantes. Además se suscribieron alianzas para la producción de cemento y la construcción de nuevas unidades habitacionales en el país.

Asimismo, acordaron la creación de un nuevo satélite de percepción remota, que se sumará a los dos satélites, Simón Bolívar y Miranda, fabricados y puestos en órbita gracias a la coorperación chino-venezolana.

Otro de los acuerdos contempla la renovación de una línea de crédito por 4.000 millones de dólares que irán al Fondo Conjunto Chino-Venezuela, un mecanismo creado para financiar proyectos de infraestructura, vivienda, transporte y comercio.

Desde 2001, fecha de creación de la Comisión Mixta de Alto Nivel Venezuela-China, se han suscrito 480 acuerdos, de los cuales se han derivado 143 proyectos en diferentes áreas de asociación estratégica, que permiten un desarrollo compartido entre ambos países.

El presidente Maduro resaltó que China «no le pone una deuda pesada al país, sino se trata de un financiamiento, y por eso se suministra petróleo. Es una formula virtuosa que permite financiamiento y no crea deudas pesadas, como ocurría en los tiempos de la Cuarta República, en los tiempos de saqueo a la patria».

«Estamos inyectando nueva vitalidad a esta asociación estratégica integral China-Venezuela», expresó el presidente de China XI Jinping, durante una reunión con el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

La historia tiene nuevos rumbos.

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