Venezuela: Bank of America, la voz de la injerencia externa – Por Dámaso Rodríguez

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Circulan en internet varias notas que reseñan el informe del Bank of America-Merrill Linch con fecha 12 de junio, titulado “The glass is half full” (Venezuela: el vaso está medio lleno”), donde se demuestra la clara injerencia externa que actualmente está sufriendo el proceso revolucionario venezolano.

El redactor de la nota opina sobre los cambios que se dieron en el directorio del Banco Central y de PDVSA, y destaca la salida del ministro de Planificación Jorge Giordani, afirmando lo siguiente:

“La destitución del ministro de Planificación Jorge Giordani del Banco Central y de la junta directiva de PDVSA es una fuerte señal de la disminución de la influencia del ala marxista radical en temas de política económica. Este cambio en la correlación de poder es vital porque la mayor parte del gradualismo excesivo que hemos visto hasta ahora se ha debido a la capacidad de los radicales para ejercer el poder de veto sobre decisiones políticas claves. Con la totalidad de la junta directiva del banco central y todos menos uno de los ministerios de economía en el ala pragmática, estas barreras deben ser menos relevantes.”

Una traducción política de la cita permite destacar las siguientes ideas:
1) Que el capital financiero mundial, personificado en el Bank of America, celebra la remoción y disminución de los “radicales marxistas” de la conducción económica del gobierno;

2) Que las recomendaciones que ellos han estado haciendo (existen otras notas a lo largo de 2013 y de este año, donde recomiendan algunas medidas de política económica) se venían aplicando con excesivo gradualismo. Es decir, de acuerdo a el Bank of America, el gobierno tenía que aplicar un programa más agresivo de ajustes macroeconómicos (tal como lo señaló acertadamente el artículo del economista Della Croce(1)) y los radicales del proceso venían obstaculizando este ajuste; y,

3) En la conducción de la política económica ganan ahora el “pragmatismo” (coincidiendo con el conocido artículo de Temir Porras). Necesario pragmatismo neoliberal para que Venezuela pulverice el legado nefasto de Chávez.

4) Que los recientes nombramientos en el área económica, especialmente los nuevos directores del Banco Central de Venezuela, estarán en línea con las recomendaciones del Bank of America

¿Quiénes están detrás de estos voceros del capital financiero y de los intereses trasnacionales? ¿Quién es Francisco Rodríguez?

Es importante aclarar que la nota difundida por Aporrea (2), y tomada aparentemente de la agencia de noticias financieras Bloomberg, hace énfasis en que el autor del informe es Merrill Linch y trata de ocultar el nombre del Bank of America. Realmente son los dos bancos de inversión, producto de una fusión luego de la crisis que explotó en 2008. Aunque, en este nuevo engendro del capital financiero, predomina el Bank of America, institución que en su prontuario delictivo figura el haber participado activamente en la Guerra Económica que precedió el Golpe de 1973 contra el gobierno de la Unidad Popular en Chile.

Actualmente, este banco de inversión tiene un peso importante en las recomendaciones que el capital financiero internacional ha hecho a ciertos agentes locales con influencia en el gobierno venezolano. La elaboración de estos informes, está bajo la responsabilidad de un venezolano, el economista Francisco Rodríguez (quien detenta el cargo de Andean Economist) ¿Quién es este personaje y a qué intereses responde? ¿Cuál ha sido su papel en la actual política económica?

Francisco Rodríguez, más allá de ser hijo de Gumersindo Rodríguez (ministro del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez y fundador del MIR venezolano para luego regresar al partido Acción Democrática), es un economista de altísimo nivel académico con postgrado en una “prestigiosa” universidad de Estados Unidos (Harvard University). Francisco Rodríguez, junto con Felipe Pérez, logró acercarse al presidente Chávez, al principio de su gobierno. Luis Miquelena se los presentó al Comandante Chávez, y éste les dio un voto de confianza, porque en ese momento estos dos economistas se presentaban como pro-gobierno.

Francisco Rodríguez dirigió la oficina de Asesoría Económica y Financiera de la Asamblea Nacional (OAEFAN) hasta que fue disuelta en 2004. Después del golpe de 2002, sacan a Giordani del Ministerio de Planificación, y ubican a Felipe Pérez Martí en su lugar, en 2003. Francisco Rodríguez fue el asesor principal del ministro en dicho organismo, y ambos presentan un programa económico que incluía aumento del IVA a 17% y eliminación de las exenciones en educación y salud. Dicen algunos testigos de excepción que, el 12 de abril (un día después del golpe de Estado) Francisco Rodríguez le explicó a su personal de la OAEFAN (en su mayoría economistas reaccionarios, antichavistas, social-democrátas) que había conversado con el “Presidente” Pedro Carmona Estanga, y que éste garantizaba la estabilidad de estos asesores en el cargo.

Luego del golpe, junto con la Oficina de Programación y Asesoría Macroconómica (OPAM) que funcionaba en el Ministerio de Finanzas se convierten en los principales asesores económicos de Felipe Pérez en el Ministerio de Planificación, junto con el economista José Gregorio Pineda (Cheo Pineda) que en ese momento ejercía como Economista Jefe de Venamcham. Si, Venamcham, la Cámara Venezolana-Americana!

Intermedio necesario: La OAEF de la Asamblea Nacional y la OPAM en Ministerio de Hacienda (Finanzas)

Eran dos oficinas “técnicas” que contaban con el apoyo institucional del Fondo Monetario Internacional y del Banco Interamericano de Desarrollo. Ambas oficinas se crearon en el Gobierno de Caldera pero siguieron funcionando en los 5 primeros años del Gobierno de Chávez. Funcionaban con gran autonomía en el Ministerio de Finanzas y en la Asamblea Nacional. Eran un equipo de economistas seleccionados con el voto de del FMI y el BID, de alto nivel de formación y cuya remuneración se correspondía con un organismo internacional, es decir cobraban su sueldo en dólares.

Lograron tener un gran poder a principios del gobierno del presidente Chávez, teniendo más autoridad técnica y política que los ministros de planificación y de finanzas de la época. En resumen, ambas oficinas fueron una expresión formal de la injerencia extranjera en la política económica. Pero hay que mencionar algo más: quienes hacen posible esta injerencia fueron Carlos Raúl Matos Azócar (Ministro de Hacienda de Caldera) y Ramón Espinaza (Asesor Mayor de PDVSA y operador de Luis Giusti).

Ellos empiezan a montar el proyecto durante el gobierno de Rafael Caldera, en reuniones que se realizan en lo que es hoy PDVSA La Estancia. Luego, el Estado venezolano, firma el acuerdo con los organismos financieros internacionales para que se pongan en funcionamiento estas dos bases de la planta insolente del (capital) extranjero.

Esta participación de PDVSA en el control de las Finanzas Públicas (es decir en el control de la distribución de la renta) se volvió a repetir en el gobierno de Chávez cuando la industria estaba en manos de la Gente del Petróleo. Ciertamente, antes del golpe de abril de 2002, se había logrado posicionar una ficha clave de la Gente del Petróleo en el Ministerio de Finanzas, Francisco Bustillos, que venía de ser el gerente estrella de PDV Finance, donde era el vínculo con los mercados financieros internacionales. Es nombrado Viceministro de Finanzas en el Ministerio de Finanzas del gobierno de Chávez (2001-2002), y con ello el poder de la meritocracia petrolera logró coronar no sólo el dominio de la producción de la renta petrolera sino uno de los más importantes centros de su distribución: el Ministerio de Finanzas.

Después del golpe de 2002, Francisco Bustillos renunciaría en plena acción del sabotaje petrolero, plegándose a los conspiradores. Es decir, la PDVSA de la “gente del petróleo” no sólo quiso controlar la producción de petróleo sino que aspiraba tener total dominio de la institucionalidad que se encarga de distribuir la renta y de generar el endeudamiento externo.

Después del golpe y después del contra-golpe

Luego de la derrota del sabotaje petrolero, y que Chávez anuncia la implementación del control de cambio, Felipe Pérez se mantiene brevemente en el Ministerio de Planificación. Era clara su oposición con la medida de control de cambio, y sin embargo se encarga de montar el sistema informático de CADIVI utilizando para ello el software libre.

Luego, Chávez lo destituye del Ministerio de Planificación y reengancha formalmente a Giordani (Chávez las veces que sacó a Giordani de Planificación, no dejó de trabajar con él). Una pregunta queda en el aire ¿Por qué el comandante eterno reincorpora a Jorge Giordani al mismo cargo? La respuesta a esta pregunta puede responder otra: ¿por qué Felipe Pérez se mantiene callado posteriormente y sólo empieza a aparecer después que el Comandante muere?

Para comprender toda esta trama falta mencionar a otro asesor de Felipe Pérez Martí que se ha mantenido oculto: Ricardo Hausmann, quien fue ministro de Carlos Andrés Pérez y actualmente forma parte activa de la intelectualidad económica de la contrarrevolución. Aquí se cierra el circuito de las altas vinculaciones con el capital financiero transnacional. Felipe Pérez, Francisco Rodríguez y Ricardo Hausmann, desde hace bastante tiempo los unen unos vínculos que van más allá de la amistad. Al final de esta red está el lobby judío que opera en las grandes ligas de las finanzas

Hay cabos sueltos por atar. La salida de Giordani aquí no es el problema. De hecho coincidimos con aquellos que señalan que, a su carta-bomba, le hizo falta una buena dosis de autocrítica. Creemos que es exagerado señalar a Giordani como ícono principal del marxismo, de hecho Giordani levantaba el pesado libro de Istvan Mészáros en un brazo y en otro, el de Asdrúbal Baptista (el cual está lejano de ser una interpretación marxista de la economía venezolana).

Su salida formal sólo fue una confirmación a su relegación de hecho. “El Monje” era un “jarrón chino” desde la muerte del Comandante. Era convocado para exhibirlo como si fuera un estandarte antiguo, para que apareciera por TV como uno de los íconos de la era de Chávez, mientras todo el equipo económico le profesaba un odio a rabiar. Se le mantuvo hasta ahora porque no se sabía qué hacer con él, era una presencia incómoda.

Consideramos que hay grandes omisiones en la carta de Giordani, que explicarían la actual trama que pone en manos del capital foráneo la sostenibilidad del gobierno del presidente Maduro y, al mismo tiempo, la sobrevivencia del proceso revolucionario basado en el legado de Chávez.

Omisiones en la Carta de Giordani: PDVSA, la banca privada y el capital financiero internacional

La carta de Giordani tiene tres grandes temas ausentes: uno es una explicación más profunda del desastre financiero que se ha producido en PDVSA y cómo se trató de solucionar tal ineptitud con la quiebra financiera del Banco Central.

Cuando El Monje habla de la gran autonomía que tiene actualmente PDVSA se refiere, entre otras cosas a que, desde la gerencia de finanzas de PDVSA, se promovió irresponsablemente un financiamiento extraordinario que contribuyó con el desequilibrio cambiario y con la aceleración inflacionaria. Al mismo tiempo, que, como lo sugiere la carta, el flujo de divisas hacia el BCV fue interrumpido… ¿a dónde iban o van los dólares petroleros?

Un Estado con una entrada de más de 97 mil millones de dólares y con activos en el exterior por 160 mil millones de dólares, no debería sufrir la sequía de divisas que experimentaron las reservas operativas del BCV.

Desde hace más de cuatro años, esta sequía de dólares, producto de la interrupción del flujo hacia el BCV, convivió con un mercado paralelo con un suministro de dólares seguros y con la fijación de una tasa cambiaria especulativa que llevó al precio del mercado ilegal a distanciarse ampliamente del tipo de cambio oficial. Convivió con un ataque cambiario promovido sistemáticamente por los agentes principales de la guerra económica contra la revolución.

Estos catalizadores (junto con otros factores relevantes como la corrupción y la ineficiencia) llevaron al desmontaje del control de cambio, y su sustitución por mecanismos cambiarios que benefician a los poderosos de la banca, del comercio y a la oligarquía financiera emergente

En este mismo sentido, el poder concentrado en la nueva casta financiera de PDVSA, promovió la devaluación de una manera irresponsable. Buscando su sobrevivencia política, la oligarquía financiera utilizó el recurso de devaluar para mantener el poder acumulado en el financiamiento en bolívares de las misiones: mientras el dólar vale más, más obtengo para mantener el poder político que me da inyectarle plata a las misiones.
La segunda omisión se refiere al poder acumulado por la banca privada y a la fagocitación, por parte de ésta, de las instituciones públicas con poder de decisión en los temas cambiarios y financieros.

No se señala en la misiva que, quienes han controlado el mercado cambiario desde CADIVI hasta el SICAD II han sido los poderosos (tradicionales y emergentes) de la banca privada. Y este control ha contado con la complicidad de altos funcionarios de Estado. Esto puede explicar la siguiente paradoja: mientras “faltan dólares” para mantener el ritmo interno de nuestra actividad económica, mientras faltan dólares para los alimentos, para las medicinas, los banqueros Víctor Vargas (Banco Occidental de Descuento) y Juan Carlos Escotet (BANESCO) concentran fortunas que los inserta entre los banqueros más poderosos de Latinoamérica.

Mientras el gobierno revolucionario es acorralado por la falta de dólares, ex-funcionarios -militares en su mayoría- que detentaron puestos claves de las finanzas públicas disfrutan de grandes propiedades en Estados Unidos y sus cuentas bancarias se multiplican en el exterior. Mientras faltan dólares para defender al pueblo y a la revolución, “empresarios” nacionales relacionados con el sistema de pagos de PDVSA tenían el privilegio de contratos que aunque eran ejecutados en territorio nacional, eran cobrados en dólares.

Todo este mecanismo de acumulación acelerado, donde capitalistas y funcionarios de estado se enriquecieron a ritmo vertiginoso, contó con la complicidad de los capitalistas de la banca.
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La tercera ausencia tiene que ver con rol que vienen jugando intereses políticos y económicos extranjeros en la política económica. No solo son los asesores franceses los que vienen dando consejos sino que, en esta piñata, danzan los emisarios de Goldman Sachs, Credit Suisse y el Bank of América.

El episodio Giordani es la manifestación de algo más profundo, de una disyuntiva. No hay que banalizarla ni personalizarla. Es una ruptura importante, sin embargo es tan preocupante, que su salida involucró la entrada en el directorio del BCV de otro amigo de Felipe Pérez, Franklin Méndez quien fue su Viceministro principal cuando estuvo en el Ministerio de Planificación.

Es alarmante que PDVSA vuelva a tener la autonomía y el poder de decisión que tuvo a mediados de los años 90, tal como lo sugiere la incomodísima carta. Es alarmante el conflicto de intereses que tiene actualmente los que controlan PDVSA, quienes también controlan la política económica.

Si un banquero capitalista como Pedro Tinoco llegó a controlar el Banco Central, era imposible que se aprovechara del puesto para beneficiar sus intereses. Ahora el Banco Central y la política económica están en manos de intereses que querrán una tasa de cambio en permanente devaluación, ahora los consejos del Bank of America llegan directamente al destinatario.

Hay unas anteriores notas del Bank of America, del puño de Francisco Rodríguez, donde casi todas las recomendaciones de política cambiaria coinciden con los anuncios que el Ministro Ramírez ha hecho. Además, señalan que el gobierno de Nicolás Maduro es el más adecuado para aplicar estas medidas, por el control socio-político que tiene sobre los principales afectados: el pueblo trabajador, donde se incluye la clase media.

Es importante que se produzca, en el campo revolucionario, un debate sobre el rumbo neoliberal (pragmático) que ha venido tomando la política económica bajo la conducción de factores internos y con la injerencia directa de asesores de la mafia financiera internacional.

Hay que advertirle al presidente Maduro que estas oligarquías financieras lo están encerrando en una trampa. Que cuando estos perros muerden, no sueltan la presa. Que el incremento del endeudamiento externo, es la cadena que le pondrán en el cuello de su gobierno y de la memoria de Chávez. Que la principal lealtad es con el pensamiento revolucionario de Hugo Chávez y con el pueblo.

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