Mundial de fútbol, una pasión sustentable – Por Silvia Oliviero
Brasil será en pocos días el anfitrión de uno de los mayores eventos deportivos del planeta: El Mundial de Fútbol, donde 32 selecciones competirán por la preciada Copa. Un país de una belleza exuberante representada magníficamente por las curvas atrevidas de Niemeyer y el ritmo musical inconfundible de las garotas de Ipanema descubiertas por Jobin y Vinicius. Sin lugar a dudas la naturaleza, la música, el arte y el fútbol se confunden, como nunca, en una acuarela multicolor de culturas diversas.
En 1992 se desarrolló la Cumbre de la Tierra que mediante la Declaración de Río y la Agenda 21 sentaron las bases del desarrollo sustentable y la preocupación por las generaciones futuras. Además se adoptaron los Convenios sobre Biodiversidad y Cambio Climático. Posteriormente en el 2012 se realizó la Cumbre Ambiental Río +20, con el objeto de evaluar el estado del planeta y redoblar los esfuerzos y compromisos para mitigar los efectos nocivos de la contaminación ambiental a nivel global.
Por dicho motivo este MUNDIAL es una oportunidad única para demostrar que el fútbol y el cuidado del medio ambiente no son incompatibles y si parte de un mismo objetivo que es el de construir un mundo sostenible, solidario, justo y sin discriminación. Así se lo han propuesto las autoridades gubernamentales brasileñas y los organizadores del evento (FIFA).
La expresión de esta iniciativa fue la elección de la Mascota del Mundial: FULECO que asocia la palabra fútbol con ecología, y representa al armadillo brasileño de tres bandas (Tolypeutes tricinctus) que se encuentra en peligro de extinción. Este simpático animalito tiene la particularidad de enrollarse para formar una bola apretada, casi impenetrable, cuando se siente amenazado. El holgado caparazón que lo caracteriza forma una capa de aire aislante entre el caparazón y su cuerpo, lo que le permite adaptarse a zonas muy secas.
Se podrán en práctica proyectos centrados en las áreas claves de gestión de residuos, agua, energía, transporte, contratación y cambio climático. Las actividades que se llevarán a cabo en Brasil abarcan los siguientes aspectos:
1- Cambio Climático
El calentamiento global es una de las cuestiones más urgentes de nuestra época. Un factor principal en el cambio de temperatura es el nivel cada vez mayor de dióxido de carbono (CO2) liberado a la atmósfera a través de las actividades humanas. Para ello se calcularán la huella de carbono del torneo y desarrollarán medidas para evitar, reducir y compensar sus emisiones.
2- Estadios verdes
La mayoría de los estadios de la Copa Mundial tienen previsto obtener la certificación LEED otorgada a los edificios verdes, y muchos están instalando paneles solares en sus cubiertas para generar energía renovable. Además se organizarán cursos certificados de formación en gestión sostenible para los operadores de los estadios basados en la Norma ISO 20121:2012. “Event sustainability management systems – Requirements with guidance for use. International Organization for Standardization (ISO)”.
3- Gestión de residuos en los estadios
El objetivo de la nueva ley de residuos de Brasil es controlar mejor la manipulación y el destino que se da a los desperdicios. Se garantizarán que la gestión de residuos en los estadios y otras sedes se lleve a cabo respetando las nuevas normas, y promoverán el reciclaje en colaboración con cooperativas locales.
Ahora citaremos algunas iniciativas que recientemente se han puesto en marcha
“El Estadio “Mineirão” de Belo Horizonte, donde Argentina jugará su primer partido del MUNDIAL, es el primer estadio de la Copa Mundial alimentado por planta solar, con una estructura suficiente para alimentar 1.200 residencias”.
Se instalaron en el techo del Mineirão seis mil placas de captación de energía solar y una Usina (Planta) Solar Fotovoltaica (USF). El partido entre Colombia y Grecia, el día 14 de junio, será el primero de una Copa Mundial disputado en un estadio con planta solar en funcionamiento, utilizando energía renovable. El sistema se probó de acuerdo con las determinaciones de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel). El proyecto se inspiró en los estadios de Freiburg (Alemania) y de Berna (Suiza) y en los estadios alimentados a energía solar construidos para la Eurocopa. La capacidad instalada de generación de energía de la planta es de 1.600 mega watts-hora por año, suficiente para abastecer 1.200 residencias. La planta fue construida por la Compañía de Energía Eléctrica de Minas Gerais (Cemig), en alianza con el banco alemán KfW y la Minas Arena, empresa que administra el Mineirão.
Como no es posible almacenar toda la energía, el 10% se utilizará en la alimentación del Mineirão y el resto se transferirá al consumidor común. La inversión fue de R$ 15 millones de reales, con el 80% financiado por el banco alemán. La construcción de todo el sistema es invisible a los ojos del hincha, respetando la arquitectura del estadio, que fue declarada de interés histórico-artístico por el patrimonio histórico.
“El Maracaná inauguró también un sistema de generación de energía por medio de paneles fotovoltaicos en el techo del estadio”.
En un área de 2.380 metros cuadrados, se instalaron 1.552 módulos, lo que permite la generación de 500 mega watts/h de energía por año – el equivalente al consumo de 240 residencias. El proyecto evita la emisión de 2.560 toneladas de gas carbónico en la atmósfera por año con la reducción de consumo de energía del estadio.
La usina de energía solar se creó por medio del consorcio Maracaná Solar, alianza entre la Light Esco (empresa del Grupo Light, que comercializa la energía y proyectos de eficiencia energética) y la EDF-Electricité de France, y con el apoyo del Gobierno del Estado de Rio de Janeiro. La inversión realizada por capital privado, es de aproximadamente R$ 12 millones.
El Maracaná pasa a contar con generación y consumo en el mismo lugar (sistema net metering), lo que contribuye para conseguir la Certificación LEED (Green Building), que se entrega a las edificaciones que adoptan patrones sostenibles en la obra. El modelo ya integra la nueva reglamentación de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) de Brasil, que incentiva esa modalidad por no encarecer al sistema de distribución y transmisión.
Desde la reforma y adecuación del Maracaná para ser sede de los grandes eventos deportivos en Río, la sostenibilidad aparece como una prioridad. La gestión de residuos de la reforma, determinada en hasta 75%, ya supera los 90%, destinados para el reciclaje o reaprovechamiento dentro de la obra. Otro ejemplo es el uso racional del agua, con la instalación de dispositivos economizadores en los baños y reaprovechamiento del agua de lluvia. Además, la obra contó con la utilización de materiales compuestos por material reciclado (hasta un 10% del costo total de materiales) y el uso de materiales fabricados o manufacturados en un radio de hasta 800 km de la obra (hasta un 20% del costo total de materiales).
El nuevo techo también es usado en la captación del agua de lluvia para la reutilización en los baños e irrigación del campo. El estadio cuenta además con iluminación hecha por luminarias eficientes, bombas mecánicas y equipamientos de aire acondicionado tipo VRF, además de la automación edilicia (edificio inteligente).
“Los autobuses de las 32 selecciones que competirán durante el Mundial de Brasil 2014 utilizarán aceite de cocina reciclado como combustible”.
Las 32 selecciones viajarán en autobuses propulsados por B20, combustible mixto que contiene un biodiesel producido con aceite de cocina reciclado (20%) y diésel derivado del petróleo (80%). Además de propulsar los autobuses que transportarán las selecciones, el combustible B20 propulsará los camiones de reciclaje de cooperativas en varias regiones del país.
El Proyecto Bioplaneta creado por Biotechnos, con sede en Santa Rosa, estado de Rio Grande do Sul, ha instalado centros de reciclaje para recolectar el aceite de cocina de cerca de 40 ciudades anfitrionas y en donde los equipos entrenarán o se quedarán durante su estadía en Brasil.Cerca de tres millones de estudiantes y 10.000 recolectores de materias reciclables participaron en la recogida del aceite de cocina.
El primer centro de recolección o “Planta Bioplaneta” se inauguró en febrero, en las instalaciones del Polo Industrial de Sostenibilidad de Rio de Janeiro, en la zona norte de dicha ciudad, en el lugar conocido como Honório Gurgel.
En la comunidad de Complexo do Alemão, donde hay cerca de 70.000 residentes, la cooperativa de materiales reciclados recolecta mensualmente 2.000 litros de aceite de cocina. Reciclar el aceite de cocina es fundamental para preservar los ríos de Brasil. El país cuenta con la mayor reserva de agua dulce del mundo – el 12% del total mundial. Cada litro de aceite que se desecha por el desagüe contamina 25.000 litros de agua, según la Compañía de Saneamiento del estado de São Paulo.
Esperamos que estás iniciativas de sustentabilidad ambiental y social puedan ser recogidas por la mayoría de los países que participan de este mega evento MUNDIAL y que en un corto plazo sean aprovechadas por la mayoría de los habitantes de nuestro planeta.