Morales propone eliminar el Consejo de Seguridad de la ONU pero Brasil se opone
El presidente Evo Morales admitió que la «única oposición o rechazo” a su propuesta para eliminar el Consejo de Seguridad, como parte de una reforma de las Naciones Unidas promovida por el G77, provino del ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim.
«Para mí, el Consejo de Seguridad ha sido un consejo de inseguridad”, dijo el Mandatario, al reiterar la razón de su propuesta.
Según el presidente Morales, el organismo de la ONU «decide intervenciones de carácter militar, a veces con los Cascos Azules de las Naciones Unidas, para acabar con vidas, bombardear a pueblos, acabar con presidentes anticapitalistas o antimperialistas, (para) después adueñarse (de) sus recursos naturales”.
El Primer Mandatario, quien formuló su propuesta durante la apertura de la Cumbre, atribuyó la oposición de Amorim a su puesto de ministro de Defensa de Brasil. «Por algo debe ser el ministro de Defensa”, señaló. Sin embargo, acotó que si bien «no está de acuerdo con la eliminación, sí está de acuerdo con el cambio profundo de la inseguridad”.
Amorím representó a la presidenta Dilma Rouseff, quien fue una de las grandes ausentes en la Cumbre de Santa Cruz.
Amistad Bolivia y Brasil
El ministro de Defensa de Brasil, Celso Amorim, resaltó ayer que la amistad que existe entre Bolivia y su país es un claro ejemplo de lo que se puede obtener de la cooperación «Sur Sur”, es decir de la ayuda horizontal entre países.
«Me gustaría decir que la amistad entre Bolivia y Brasil es ejemplo de lo que se puede obtener de la cooperación Sur Sur, basada en solidaridad e intereses mutuos”, mencionó en su participación en la plenaria de la Cumbre del G77+China, que se desarrolla en la ciudad de Santa Cruz.
Amorim, en representación de la presidenta de su país, Dilma Rousseff, manifestó que la cooperación Bolivia -Brasil se realiza en el marco de la integración regional, tanto del Mercado Común del Sur (Mercosur), bloque del que Bolivia participa como miembro pleno con derecho a voz, y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que posibilitó una amplia cooperación entre países del sur, incluso en el campo de la defensa (militar).
El Ministro de Defensa brasileño, en su intervención, destacó el liderazgo del presidente de Bolivia, Evo Morales, que hizo posible, dijo, un «debate importante” entre representantes de los países miembros del G77 entre el sábado y ayer en la capital cruceña.
Sánchez Cerén reclama en Bolivia reforma del Consejo de Seguridad de la ONU
El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, reclamó el domingo en la Cumbre del G77, que se celebra en la ciudad boliviana de Santa Cruz, la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU para «fortalecer el multilateralismo» y contribuir a la paz y a la seguridad internacional.
Con esa reforma se debe buscar también «la prevención de conflictos y crisis humanitarias derivadas de los grandes problemas económicos, sociales y ambientales que afronta la humanidad», dijo.
Sanchez Cerén pronunció un discurso en la ronda de intervenciones de la sesión plenaria de la cumbre, que reúne a delegaciones de más de un centenar de países en desarrollo y emergentes, además de China.
En la reunión se discute una propuesta de agenda de desarrollo mundial post-2015, que debe tomar el relevo a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas.
El gobernante salvadoreño abogó porque los países del bloque sean «una sola voz», por lo que confió en su peso dentro de la ONU a la hora de fortalecer un sistema multilateral que sea «democrático, participativo equitativo y transparente» para hacer frente a los desafíos del desarrollo.
Asimismo, defendió la autonomía política de los países del sur a la hora de decidir sus formas de alcanzar el desarrollo, subrayó que «nadie debe inmiscuirse en los asuntos internos de cada nación» y deploró el «anacrónico bloqueo contra Cuba» y los intentos de interferir en los procesos electorales en países como Venezuela.
Para el mandatario centroamericano, la erradicación de la pobreza es el mayor desafío del mundo y, por ello, es necesario que la agenda de desarrollo post-2015 sea el resultado de un proceso negociador universal que tome en cuenta las características y las realidades de los países del grupo.
Durante su intervención, Sanchez Cerén quiso resaltar la importancia del combate al cambio climático, un problema que, dijo, obstaculiza el desarrollo de algunos países y genera cuantiosas pérdidas económicas que impactan de forma directa sobre las poblaciones más vulnerables.
A El Salvador, los fenómenos climáticos le han costado durante los últimos años cerca de 900 millones de dólares, lo que representa un 4 % del producto interno bruto (PIB), precisó.
Por eso, el gobernante subrayó el reto que representa lograr un desarrollo económico que aumente «en armonía con la naturaleza» porque el planeta «es la casa de todos», tanto de las generaciones pasadas como de las venideras.
«¿Cuál será nuestro legado?», se preguntó, en referencia al futuro de esas generaciones.
