Copa del Mundo, ambiente de diferencias, desigualdades y desconexiones – Por Héctor Mena
No resulta extraño que las grandes corporaciones mediáticas enfoquen su agenda noticiosa en las “amenazas”- manifestaciones-, que se organizan días antes de la “gran fiesta” de inauguración de la Copa del Mundo en Brasil.
En las redes sociales, millones de usuarios se suman, de manera ingenua, al discurso monolinguista de dichas corporaciones; simulan desdén del verdadero ambiente que se respira en el país; comparten publicaciones, tweets, donde se enfatizan los días que faltan para su inauguración: “ya se siente ambiente de copa”, rezan algunos de estos. Sin embargo, la realidad, a dos días del magno evento, es un ambiente de diferencias, desigualdades y desconexiones.
La triada utilizada por el antropólogo y filósofo, Nestor García Canclini, para nombrar a uno de sus libros: Diferentes, Desiguales y Desconectados, busca explicar, a partir de desaciertos políticos, el desafío que presentan las sociedades en el siglo XXI en materia de inclusión, categoría indispensable en la configuración de una sociedad democrática, que presuponga el reconocimiento de lo diferente, la corrección de las desigualdades y la conexión de la mayoría en un mundo globalizado.
En un país diverso y creciente como Brasil, cómo se construye una sociedad que reconozca los intereses y necesidades de sus habitantes,cómo se atenúan las desigualdades económicas, políticas y culturales, cómo se amplía el acceso de las mayorías a los bienes y servicios públicos… Una preocupación que se acentúa en un ambiente de copa.
El metro de la ciudad de São Paulo, por ejemplo, cumple su sexto día consecutivo de huelga, la red municipal de profesores de Brasil, hoy en día, mantiene un paro de labores. Tres de los mayores polos de producción de conocimiento y tecnología de América Latina, USP, UNESP, UNICAMP se suman al paro. Museos y bibliotecas públicas han cerrado sus puertas hasta previo aviso. Son numerosas las movilizaciones; aquellos que ignoran el fenómeno seguirán contando los días para la inauguración de la “mayor fiesta mundialista”.
Producción musical de la copa del mundo
Canclini es enfático al cuestionar la definición de Sociedad del conocimiento, en un contexto de conflictos políticos, generado por el proceso de globalización. Cuestiona, por ejemplo, el hecho de cómo construir una sociedad (mundial) del conocimiento, cuando diversas culturas históricas, con millones de hablantes, son excluidas de los mercados musicales o, cuya producción musical, es colocada en estantes aislados, de las tiendas comerciales y que, paradójicamente, reciben el título de WorldMusic.
No es de extrañarse, por lo tanto, el malestar de los usuarios en las redes sociales al cuestionar la producción musical que caracteriza a la edición número 20 de la historia del fútbol mundial, al considerar a Brasil como uno de los máximos productores en la industria, a escala internacional.
En este sentido, ¿cómo hablar de una copa del mundo cuando la mayor parte de su producción musical está concentrada en un solo idioma, dónde está la riqueza cultural de otros pueblos, que tienen mucho que mostrar y decir? ¿Será que continuaremos mostrando al mundo que somos solo uno (We are one), como reza el nombre de la canción oficial de este evento y, por tanto, estamos condenados a seguir escuchando a las mismas voces y viendo a los mismos personajes?
La copa del Mundo en Brasil ha llegado a funcionar para mostrar las diferencias, desigualdades y desconexiones en las que se encuentran inmersos los frágiles estados democráticos en Latinoamérica; nos hace ver que esta significa algo más que la rutina de votar cada tres o cincoaños: formar parte de una sociedad democrática implica tener derecho a la educación,acceso digno a la salud, vivienda, asociarse con los que se nos parecen para consumir y protestar a tan solo dos días del Magno evento.
http://voces.org.sv/2014/06/10/copa-del-mundo-ambiente-de-diferencias-desigualdades-y-desconexiones/