Caravana de Migrantes Centroamericanos por el Diálogo avanza hacia el DF
El calor extremo ixtepecano desapareció a las 7 de la mañana por la amenaza de lluvia, pero al cabo de un rato regresó con su usual impertinencia. En el albergue del padre Alejandro Solalinde “hermanos en el camino”, hay movimiento desde muy temprano: Los migrantes se alistan para estrenar el día y a partir de las 9 de la mañana hacen filas para desayunar.
Este domingo sería diferente. Después de la misa de las 10 de la mañana, la caravana migrante por el diálogo, saldría rumbo al Distrito Federal, pasando por Ixcatepec, Juchitán y Apizaco.
“¿Hemos hecho todo para mejorar la situación de nuestro país?” pregunta durante la misa a los migrantes el padre Solalinde. “No creo porque de ser así no estaríamos aquí”, responde él mismo al ver la afirmación de la mayoría.
Van alrededor de 60 migrantes esta vez, pues se quiere que este pequeño grupo represente las diversas peticiones. Estos 60 marchan acompañados por voluntarios y defensores de derechos humanos como el padre Solalinde y la hermana Guadalupe.
Esta nueva caravana dejó atrás la consigna del “libre tránsito” para tomar la del “diálogo”, en razón de que se ha buscado sostener reuniones con los embajadores Fernando Andrade Díaz-Duran, de Guatemala; José Mariano Castillo Mercado, de Honduras; Carlos Antonio Ascencio Girón de El Salvador, y con Tamara Hawkins de Brenes de Nicaragua, así como con autoridades mexicanas de la Secretaría de Gobernación y del Instituto Nacional de Migración, y Organizaciones internacionales.
“No estamos pidiendo esta vez como algo prioritario el libre tránsito, y no lo estamos pidiendo porque queremos que se busque una solución de fondo para Mesoamérica, entiéndase Nicaragua, Honduras, el Salvador y México, con Estados Unidos también, para el desarrollo regional.” Sentencia el padre Alejandro.
Se han realizado más de una decena de caravanas y de todas, afirma el padre, se ha logrado mucho: “se ha despertado la conciencia de la sociedad pero también se ha logrado empujar al gobierno para que haga algo”.
La caravana del diálogo
Antes de salir de Ixtepec, el padre Solalinde detuvo a los migrantes y les comentó que en una llamada con Omar de la Torre, titular de la Unidad de política Migratoria de México, se advirtió a la caravana que probablemente en su camino se encontrarían con algún operativo del Instituto Nacional de Migración. Ante el aviso, la caravana decidió seguir adelante con su protesta en movimiento y subió el volumen de sus gritos de consignas: “los migrantes no somos criminales, somos trabajadores internacionales”.
La caravana se compone de la unión de mujeres y hombres de distintas condiciones: guatemaltecos, hondureños, nicaragüenses y salvadoreños; adultos, jóvenes y niños. Mujeres solteras, casadas, embarazadas discriminadas por su condición y algunas más con bebés en brazos.
La idea de la caravana inició con el miedo. Alberto Donis Rodríguez, encargado del albergue y mano derecha del padre Alejandro, recapitula los hechos e inicia con el día en que un grupo de migrantes le dijo al sacerdote su temor de pasar por Veracruz y ser extorsionados; le expresaron además que pretendían formar un grupo numeroso para transitar por México y pedir a las autoridades un oficio que los protegiera en su paso por el país, pues escucharon de la caravana del viacrucis y su permiso de tránsito por 180 días.
“Nos dijeron que querían que los acompañáramos y que si no los acompañábamos ellos iban a salir solos a caminar El padre les dijo que sí pero que lo esperaran a que hiciera algunas diligencias para conseguir apoyos”. Recuerda Alberto.
Dado que no se consiguió el apoyo para transporte, se decidió posponer la caravana se pospuso para el 9 de mayo; y cerca de la fecha se decidió posponerla nuevamente debido a que al albergue llegó el rumor de que el Instituto Nacional de Migrantes tenía reparado un operativo en donde con apoyo de elementos de la Policía Federal se iba a detener a todas las personas con documentos irregulares de migración.
“Los migrantes decidieron esperarse para nueva fecha, las circunstancias ya cambiaron y no pretendemos acompañar a un grupo solamente, no se busca el oficio de salida, era lo que pretendían pero el oficio no va a servir de garantía de que se solucionen los problemas, no solamente es eso lo que se pretende, sino también buscar soluciones de fondo”. Agrega Beto.
En esta caravana van migrantes preparados con diversos talleres de derechos humanos y resistencia civil sin violencia que les impartieron algunos voluntarios. Van preparados a posibles encuentros con operativos del INM.
No se ha conseguido el diálogo
A su llegada a los pueblos del Istmo de Ixcatepec y Juchitán, los gobiernos municipales le dieron la bienvenida a la caravana, expresándole su apoyo y solidaridad.
En Juchitán, lugar en donde se quedará la caravana hasta el día de mañana, el padre Solalinde expresó que hasta ahora no se ha logrado establecer un acuerdo de diálogo con la autoridad y que ésta se ha cerrado a un encuentro.
Sin embargo, pese a la negativa, la caravana no desviará su camino hacia el DF.
“México debe pasar de ser policía a ser hermano solidario”, enunció el padre frente al palacio municipal de este municipio oaxaqueño.