Desplazamiento forzado, una problemática en América Latina
El desplazamiento forzado de poblaciones en Latinoamérica sigue ocurriendo, una problemática que se centra en Colombia, pese al proceso de paz en curso, y en México y Honduras debido al crimen organizado, según datos revelados por la ONU y el Consejo Noruego de Refugiados (CNR).
En Colombia, donde este fenómeno empezó en 1960 y se calcula que el 12 % de la población nacional vive desplazada, las causas principales son los enfrentamientos armados entre grupos guerrilleros y fuerzas gubernamentales de seguridad y las amenazas directas contra personas y comunidades.
También son factores que inciden, el reclutamiento forzado de menores, la violencia sexual, el uso de minas antipersonal, la extorsión y los atentados contra defensores de derechos humanos.
Los paramilitares y carteles del crimen son igualmente responsables de abusos en Colombia, según un informe presentado en Ginebra en presencia del secretario General del CNR, Jan Egeland, y del alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres.
Los casos de México y Honduras difieren del colombiano por tratarse de fenómenos de desplazamiento provocados sobre todo por el crimen organizado y pandillas, con 160.000 afectados en el primer país y 17.000 en el segundo.
“Los sindicatos del crimen ahora se disputan territorios más allá de los que sirven como rutas del tráfico de drogas o personas para reclamar pagos ilegales en las áreas que controlan”, según los expertos que analizaron la situación en México.
Además, esas bandas intentan controlar las zonas de cultivo de amapola y donde hay oro y madera, sin importar si para ello deben obligar a comunidades enteras a abandonar los lugares donde viven.
En Honduras se identifica como la principal causa de desplazamiento las extorsiones, así como las amenazas y el reclutamiento forzado por parte de pandillas urbanas que dan seguridad a los carteles de la droga.
Otros factores, según la investigación, son los conflictos agrarios, las disputas por territorios que sirven de vías para los traficantes y la persecución de los que se opusieron al golpe de Estado de 2009.
En el ámbito mundial, el informe indica que el aumento de desplazados internos por conflictos y situaciones de violencia rompieron un nuevo récord el año pasado y alcanzó los 33.3 millones. Solo el año pasado hubo 8.2 millones de “nuevos desplazados”, 1.6 millones más que el año anterior y cerca de la mitad en Siria.
El informe también pone en evidencia que el 63 % de todos los desplazados están en tan solo cinco países (Siria, Colombia, Nigeria, República Democrática del Congo y Sudán).
Indígenas
Cerca de 2.500 indígenas del departamento colombiano del Chocó, fronterizo con Panamá, tuvieron que abandonar sus resguardos a causa del fuego cruzado entre la guerrilla del Eln y una estructura de la banda criminal Los Urabeños.
Los enfrentamientos se produjeron desde el sábado en la zona rural del municipio del Alto Baudó, en las riberas del río Dubaza, y afectaron a una quincena de comunidades indígenas de la zona.
Se trata de los resguardos de Dopare, Soquerre, Piedra Mua, Corodó, Jangadó, Dupurdu, Punto Viejo, Docacina, Pueblo Nuevo, Coñadó, Esevede, Playa Grande, Andeudó Carrisal, Loma y Villa Miriam Siorodó.
Según un comunicado de la Defensoría del Pueblo, los combates han restringido la movilidad en el río Baudó, que han dificultado la evacuación de estas personas.
Informe: http://www.nrc.org.co/index.php/69-informe-global-de-desplazamiento-forzado