Argentina: el sindicalismo opositor realiza un paro nacional y la izquierda suma 40 bloqueos
Hoy se llevará a cabo la jornada de huelga convocada por las centrales obreras opositoras que lideran Moyano, Barrionuevo y Micheli. No habrá transporte público y organizaciones sociales y políticas realizarán piquetes en distintos puntos del país. El Gobierno criticó el paro y advirtió que resultará «imposible medir el apoyo» a la medida de fuerza.
Hoy se llevará a cabo el paro general convocado por los centrales obreras opositoras que conducen Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli. Por la adhesión de UTA y La Fraternidad, entre otros gremios, no habrá transporte público de pasajeros, en tanto que diversas organizaciones políticas y sociales realizaran piquetes en distintos puntos de la zona metropolitana y el interior del país.
En una conferencia de prensa brindada ayer, el secretario general de la CGT-Azopardo, Hugo Moyano, ratificó la realización del paro en reclamo de que en «las paritarias no haya techo, se elimine el mínimo no imponible, que la asignación familiar sea para todos los trabajadores, por las jubilaciones, por la inseguridad y por el dinero de las obras sociales».
El dirigente camionero dedicó varios momentos de su alocución para criticar al secretario General de la CGT oficialista, Antonio Caló, y responsabilizó al Gobierno por la seguridad durante la medida de fuerza.
Entre los reclamos, Moyano y Barrionuevo señalaron la suba del mínimo no imponible, la universalización de las asignaciones familiares, un «aumento de emergencia para jubilados» y políticas contra la inseguridad.
Asimismo, Barrionuevo aseguró «tener información» de que hoy podrían generarse desmanes y afirmó que desde el oficialismo intentarán culpar a quienes realizan el paro.
Por su parte, Micheli resaltó que para conseguir un acuerdo entre las centrales «se dejaron de lado diferencias para levantar las banderas de la justicia social».
El dirigente de la CTA sostuvo también que «el transporte no es un servicio esencial» y que «quien quiera ir a trabajar o a carnerear que vaya caminando».
Otro de los dirigentes presentes en el auditorio fue el referente de la Federación Agraria Eduardo Buzzi, quien se dirigió a Moyano como «compañero secretario General de la CGT» y quien calificó como «capítulo del pasado» al enfrentamiento que mantuvo con el gremio de los camioneros durante el lockout del campo en 2008.
Después de afirmar que existe «una alianza estratégica» entre pequeños productores y trabajadores, Buzzi se refirió a los enfrentamientos que se sucedieron durante la crisis del campo como «un capítulo de una circunstancia».
A metros del dirigente Luis Barrionuevo, Buzzi reivindicó una lucha común de los «chacareros» durante la década del `90 con «el MTA y con la CTA de Víctor De Gennaro».
Por otra parte, fuentes de la central gremial anunciaron que durante el desarrollo de la jornada de protesta, distintos dirigentes dialogarán con la prensa para evaluar el impacto del paro. En ese sentido, Moyano concluyó la conferencia de prensa anunciando que cerca de las 18 se realizará un acto en el edificio de la CGT.
Críticas del Gobierno
El Gobierno nacional profundizó sus cuestionamientos al paro convocado por el sindicalismo opositor, al asegurar que «la mayoría de los argentinos quiere trabajar», y advirtió que resulta «imposible medir el apoyo» a la medida de fuerza si los trabajadores no contarán con transporte público.
Funcionarios de la administración de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y dirigentes gremiales afines al gobierno pronosticaron que la jornada estará marcada más por la imposibilidad de la gente de llegar a destino (a raíz del paro de transporte y los piquetes), que por el grado real de adhesión a la huelga general.
Además, el Ministerio de Trabajo publicó una solicitada en varios matutinos nacionales en la que detalla las actividades y entidades sindicales que no adhieren al paro general convocado por las centrales obreras disidentes conducidas por Hugo Moyano y Luis Barrionuevo.
«La mayoría de los argentinos quiere trabajar», sostiene el texto y remarca que «no adhieren» a la medida las actividades «industrial, comercial, bancaria, docente y de servicios públicos (con la excepción del transporte)».
La lista elaborada por la cartera que dirige Carlos Tomada incluye a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM); el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA); la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA); y el Sindicato de Peones de Taxis. También figuran Luz y Fuerza; el Sindicato de Empleados de Comercio; la Unión Ferroviaria; la Asociación Bancaria; y el gremio que agrupa a los trabajadores del subte (exceptuando a la línea B que adhiere a la huelga).
Además, forman parte de la nómina de entidades sindicales que no respaldan la medida aquellas que representan a los docentes CTERA, UDA, AMET, SADOP y CEA; la Federación Argentina del Petróleo, Gas y Biocombustible; los aeronáuticos enrolados en APA, APLA y UALA; y gremios de la alimentación, entre muchos otros.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sostuvo que la adhesión de un sector del transporte a la medida de fuerza «obstaculiza el legítimo derecho de huelga», y cuestionó los cortes y piquetes anunciados por agrupaciones sociales y políticas en puntos de acceso a la ciudad, el Conurbano y el interior del país.
«Es imposible medir el apoyo a un paro si el resto de los trabajadores, que no lo quieren hacer, no tienen colectivos, trenes, subtes», graficó Capitanich, para quien los piquetes «no tienen nada que ver con esa garantía del derecho de huelga».
Además, juzgó «absolutamente imprescindible» que el derecho a una medida de fuerza esté «asociado a utilizar todos los medios de transporte».
Con una tónica similar, el titular de la CTA, Hugo Yasky, consideró que el paro general «es un contrasentido absoluto para los trabajadores», porque «no representa sus intereses» y aseguró que la «mayor parte del espectro sindical no acompaña la convocatoria».
Incluso, criticó el hecho de que la huelga haya sido ideada en el inicio de las negociaciones paritarias, que «se desarrollan en un marco de absoluta libertad, incluso con algunos gremios que, como el caso de los docentes, recurrieron a medidas de fuerza».
«Convocar a un paro después de haberse reunido con la Sociedad Rural y con los grupos económicos más poderosos, después de haber recorrido ExpoAgro y de haber estado sentados con los sectores políticos que representan los intereses de esos grupos, es un contrasentido absoluto para los trabajadores», fundamentó.
La Unión Ferroviaria ratificó que no adhiere a la medida de fuerza y opinó que «no se le puede hacer un paro a un gobierno que en 10 años de gestión ha estado siempre del lado de los trabajadores».
El secretario general de la CGT y titular de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló, consideró innecesaria la huelga por entender que «no hay motivo para hacer un paro de 24 horas».
«En estos momentos es mejor dialogar que hacer un paro», opinó Caló, aunque aventuró que el acatamiento a la medida «va a ser grande» porque «el sentido común dice que si parás colectivos y trenes, la gente no puede llegar a su trabajo».
El secretario general del SMATA, Ricardo Pignanelli, sostuvo que se trata de una medida «que le conviene a los dirigentes gremiales y a los medios», pero no a los trabajadores, y que fue convocada para «deteriorar al Gobierno».
El titular del PJ porteño y del gremio de los encargados de edificios, Víctor Santa María, consideró que la huelga «no se corresponde con la realidad de los trabajadores» e ironizó con que fue convocada «por la mesa política del Frente Renovador».
El diputado nacional del Frente Renovador José Ignacio De Mendiguren fue otro de los que se pronunció en contra del paro y resaltó que en los últimos meses las variables económicas se estabilizaron.
Piquetes
Diversas organizaciones políticas y sociales confirmaron la realización de piquetes en distintos puntos de la zona metropolitana y el interior del país, en coincidencia con el paro general convocado por el sindicalismo opositor.
El Frente de Izquierda -conformado por el Partido Obrero, el Partido de los Trabajadores Socialistas y la Izquierda Socialista-, la organización Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa son algunos de los sectores que anunciaron la realización de cortes de calles y de rutas.
Entre otros puntos, los cortes se realizarán en el Puente Pueyrredón (que vincula la ciudad de Buenos Aires con el sur del Conurbano), en la avenida General Paz a la altura de Constituyentes, en la Plaza Houssay (ubicada en la Avenida Córdoba y Junín, en la zona porteña de facultades), y en las zonas industriales de Pompeya y Parque Patricios.
En tanto, en la zona norte del Gran Buenos Aires, las agrupaciones de izquierda y organizaciones sociales prometen realizar cortes en Henry Ford y Panamericana; mientras que en la zona oeste harán lo propio en Ecotrans, frente a Pirelli, en las vías de la estación Castelar y en la autopista, a la altura del Hospital Posadas.
También, según anunció el Partido Obrero, se realizarán piquetes en los parques industriales de Zárate, Tortuguitas, Pilar, Almirante Brown y Garín.
En la zona sur del Conurbano, los militantes de partidos de izquierda anunciaron la realización de un corte en la llamada «Rotonda de Alpargatas», una movilización en Puente La Noria y un corte en la Ruta 3, en Isidro Casanova.
En la capital bonaerense, la jornada de protesta prevé la realización de un corte en la bajada de la autopista Buenos Aires-La Plata, y en la intersección de la 7 y 50.
En tanto, en la ciudad de Bahía Blanca se hará un acto en la Plaza Rivadavia, mientras que en la santacruceña de Caleta Olivia fue convocado un acto y una marcha para reclamar por la libertad de petroleros detenidos y la absolución de condenados.
Similares cortes y protestas tendrán lugar también en Neuquén, Río Negro, Córdoba, Salta, Santiago del Estero, La Rioja, Jujuy, Chaco, Tucumán, Misiones, Formosa, Mendoza y Santa Fe.
¿Cuáles son los reclamos de paro?
Los gremialistas opositores como los partidos de izquierda apoyan la huelga general. Qué le piden al Gobierno.
Los reclamos de los gremialistas opositores que armaron la huelga y las agrupaciones de izquierda que se suman al paro con 40 piquetes en la Ciudad son:
- Revertir la Inflación: calculan que el poder adquisitivo bajó un 10 por ciento.
- No poner techo a las paritarias: Hugo Moyano y Luis Barrionuevo exigen que las paritarias no cierren por debajo del 30 por ciento de aumento.
- Quitar el Impuesto a la Ganancias: reclaman que se deje de cobrar esta tributación. El Gobierno ya adelantó que subirá el mínimo no imponible.
- Aumento a los jubilados: piden una suba de la jubilación mínima (2757 pesos) a 3600 pesos.
- Seguridad: reclaman de modo general contra la inseguridad como una necesidad de todos los trabajadores.
- La izquierda pide subir el salario mínimo a 9.000 pesos y la liberación de los trabajadores petroleros condenados en Las Heras.
http://m.diarioveloz.com/notas/121645-cuales-son-los-reclamos-paro