Cusco: 50 mil personas reclamaron promesas incumplidas del gobierno
Con dos violentos enfrentamientos entre obreros y policías
y una masiva marcha por el centro de la Ciudad Imperial, que aglutinó a más de 50 mil manifestantes, ayer concluyó el paro de 48 horas que cumplió Cusco en contra del Gobierno para exigirle que cumpla sus promesas electorales.
Tomaron las calles, fastidiados por la reiterada postergación del Gasoducto Sur Peruano(GSP) y el aeropuerto Internacional de Chinchero. También protestaron por el recorte de presupuesto a la Región y los municipios, y el aumento de sueldos a los ministros.
Wilfredo Álvarez, secretario general de la Federación Departamental de Trabajadores del Cusco (FDTC), planteó al presidente Ollanta Humala y al nuevo premier, René Cornejo, que en el corto plazo se realice en la Ciudad Imperial una sesión descentralizada de Consejo de Ministros (PCM). “No sé si Ollanta Humala o Nadine Heredia y el primer ministro deben escuchar y atender nuestras demandas”.
Álvarez anunció que después del paro los gremios y profesionales conformarán equipos técnicos para presionar y gestionar ante el Ejecutivo nacional la cristalización del nuevo terminal aéreo y el gasoducto para el sur.
Adicionalmente impulsarán un paro macrorregional para marzo en el que participarían Arequipa, Puno, Moquegua y Tacna.
ENFRENTAMIENTOS
El último día de la jornada de protesta arrancó con dos enfrentamientos entre obreros de construcción civil y policías. Los hechos se suscitaron en inmediaciones del aeropuerto Alejandro Velasco Astete.
A las diez de la mañana, 300 obreros intentaron llegar a la puerta de acceso del terminal aéreo para impedir con un plantón el normal transporte de turistas que arribaban a la ciudad.
Agentes de la Policía impidieron el paso de los revoltosos en el óvalo Los Libertadores. Ahí se produjo el choque que dejó cuatro civiles heridos como consecuencia del impacto de bombas lacrimógenas y perdigones. Afortunadamente no hubo heridos de gravedad; tampoco detenidos.
El representante de la Defensoría del Pueblo, Silvio Campana, y cuatro comisionados, intentaron calmar a los obreros, pero los agredieron física y verbalmente. A Campana le echaron agua y lo sacaron del grupo a empellones. A una de las comisionadas le cayó una botella con agua en la cabeza.
Veinte minutos después, los mismos obreros trataron de llegar al aeropuerto usando la avenida Costanera. Un contingente policial disparó gas pimienta para disuadirlos. El gas pimienta afectó a los vecinos del lugar que también se sumaron a la protesta.
Como el primer día del paro, en la ciudad todo estuvo paralizado. No hubo servicio de transporte público ni comercio y las instituciones públicas dejaron de atender.
PÉRDIDAS EN TURISMO
El paro no solo se sintió en Cusco. Unos 300 campesinos del distrito de Ancahuasi,provincia de Anta, a una hora de la Ciudad Imperial, bloquearon la vía que conduce hacia las regiones Apurímac y Lima.
Debido a ello, tres pasajeros varados en Ancahuasi presentaron problemas de salud. Los evacuaron en un helicóptero de la Policía. Se trata de Coplan Ila (21), de nacionalidad israelí, quien sufrió una deshidratación; Alejandro Tilce Palma (10), quien debe recibir tratamiento de diálisis; y la gestante Lizet Ligas Campos (19). Los internaron en una clínica particular de Cusco donde recibieron tratamiento.
De igual forma, en la ciudad de Sicuani, capital de la provincia de Canchis, continuó bloqueada la vía que conecta a Puno y Arequipa. Cerca de cien vehículos permanecieron varados hasta pasadas las 13.00 horas.
Cientos de turistas también se vieron afectados por la falta de transporte. Quienes viajaron por tierra se quedaron varados en Sicuani y Anta; mientras que los turistas que arribaron en vuelo tuvieron que caminar desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad.
De acuerdo a los cálculos de la Cámara Nacional de Turismo, por cada día de paralización en Cusco la “industria sin chimeneas” pierde en promedio un millón y medio de dólares.
IMPORTANCIA DE LA EJECUCIÓN DEL GASODUCTO Y AEROPUERTO
Wilfredo Álvarez, secretario general de la FDTC, explicó la importancia de cristalizar el gasoducto y el aeropuerto. Ambos proyectos serán los “motores de la economía de las regiones del sur”.
Para Álvarez el GSP, además de cambiar la matriz energética, abaratará el costo del balón de gas e impulsará la industria petroquímica, que generará miles de puestos de trabajo. Además, agregó, garantizará que el gas barato del Lote 88 sea para consumo interno como lo “establecen varias normas”.
En tanto, el aeropuerto de Chinchero permitirá incrementar el flujo del turismo de 2 millones 500 mil visitantes al año a 5 millones en los primeros cuatro años de funcionamiento del terminal aéreo. “Muchos grupos se oponen a ambos proyectos porque quieren que el sur siga siendo pobre”.