Áspero cruce entre el oficialismo y la oposición por la situación en Venezuela

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Dura, áspera, con acusaciones políticas y reproches, con mucho de “no le voy a aceptar…”, en la que originalmente se había citado al ministro de Relaciones Exteriores por parte del senador colorado Ope Pasquet para que el secretario de Estado ilustrara sobre la posición del gobierno uruguayo ante la situación política y social que se vive en Venezuela.

El canciller señaló que hasta el momento no está confirmada la visita del mandatario venezolano Nicolás Maduro a Uruguay, algo que en principio se había anunciado para el entrante mes de marzo. Pasquet cuestionó, fundamentalmente, que en el comunicado del Poder Ejecutivo sobre la actualidad venezolana dado a conocer el pasado 15 de febrero, “se equipare en el mismo rango de violencia a los estudiantes que tiran piedras con los grupos armados que tiran balas; a los manifestantes desarmados por un lado y la guardia bolivariana y los motociclistas armados chavistas por otro”.

“No sé cuándo le va a entrar en la cabeza al senador Pasquet que el gobierno uruguayo lo que expresó fue su más enérgica condena a todo hecho de violencia”, dijo el canciller Almagro, prácticamente a los gritos, y leyó en sala, en cuatro oportunidades, el párrafo del comunicado oficial aludido en el que se manifiesta que “defiende fervientemente la libertad de expresión pacífica, repudia todo tipo de violencia e intolerancia que intenten horadar la democracia y sus instituciones”.

Pasquet insistió, sin embargo, que Uruguay no se pronunció de manera clara sobre “los apaleamientos a los manifestantes”, y que eso generaba desprestigio institucional para el país. Aconsejó, además, que el país “no debe recibir al señor Maduro porque sería un espaldarazo que no corresponde”. Pasquet recomendó también “que se invite a Capriles” –uno de los líderes de la oposición venezolana– para que “si (el presidente) Mujica quiere realmente tener una actitud mediadora” en este conflicto, hable con todas las partes. Ante esto, el senador frentista Carlos Baráibar acusó a Pasquet de “hacerle los mandados” a la oposición venezolana, algo que llevó a encolerizar los ánimos del acusado e incluso también del senador blanco Luis Alberto Lacalle.

“Yo le pregunto al gobierno y quiero que me responda ya, en Cuba, ¿hay o no hay democracia?”, le consultó el ex presidente al ministro Almagro, quien tardó en responderle pero cuando lo hizo dijo que “sí y es una democracia participativa”. Desde la presidencia, a cargo del senador Ernesto Agazzi, se le recomendó a Lacalle ceñirse al tema en cuestión, a lo que el senador blanco respondió: “No me vengan a meter el peso desde la presidencia cuando estoy hablando”.

La sesión tuvo pasajes de debate que no hacían al motivo del llamado, como se ve, en la que incluso se llegó a cuestionar el papel de algunos partidos políticos cuando en la pasada dictadura en Uruguay no se alzaban voces de protesta ante la acción del aparato represivo del Estado. Pero eso, es otra historia.

Mañana, Olesker

Mañana jueves concurrirá a la Comisión Permanente del Parlamento el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker. El secretario de Estado fue convocado por el mismo Frente Amplio para que informe sobre el contenido de los programas sociales que lleva adelante su cartera. Según pudo saber LA REPÚBLICA, se espera una larga sesión en la que se informará en detalle el desarrollo de los planes asistenciales y de inclusión social. El ministro Olesker dio detalles generales de este informe días atrás en la Mesa Política del Frente Amplio, y desde la fuerza política se consideró importante informar de manera masiva el contenido de los programas.

Maduro y “la derecha uruguaya”

Para el senador Ernesto Agazzi, la raíz de los hechos que se vienen sucediendo en Venezuela responde a un plan político que ya tuvo sus antecedentes en algunos de los países que formaban parte del bloque socialista y que, tras el derrumbe de la Unión Soviética, se trazaron acciones sociales para que se crearan allí un nuevo organigrama de poder.

“En Venezuela hace 10 años hubo un cambio trascendental en su orientación política, empezando a relacionarse de otra manera con Latinoamérica y eso afectó a determinados intereses corporativos”, señaló. Entiende que “hay un proceso natural de confrontaciones” y que “por eso hubo un golpe de Estado hace 10 años y ahora se aplica otra modalidad ante el impedimento de los partidos tradicionales de hacer su cansina prédica”.

Agazzi está convencido que “la derecha uruguaya quiere frenar el proceso del presidente Maduro”, y “una de las tácticas sugeridas por las organizaciones internacionales que promueven el uso de las llamadas armas no violentas, es moverse activamente en torno a los fenómenos electorales como la denuncia de fraudes, promover y alimentar el descontento en la sociedad”. El senador destacó la ausencia de partidos políticos detrás de las revueltas sociales en Venezuela.

 

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