Velan en la intimidad al poeta Juan Gelman y decretan tres días de duelo en Argentina
Intelectuales mexicanos se acercaron para acompañar a Mara La Madrid. Estudiantes de Letras hicieron un homenaje en la puerta de la casa velatoria. Flores, pañuelos y un cuaderno.
Familiares y amigos velaron a Juan Gelman en una ceremonia íntima en Ciudad de México. Su nieta, Macarena, viajó desde el Uruguay para participar en la despedida, que reunió a escritores mexicanos, exiliados argentinos, periodistas, funcionarios y compañeros del poeta. La familia contó que Gelman “estuvo escribiendo hasta el último día”.
Según contaron a Página/12 algunas de las personas que asistieron, la despedida tuvo, más allá del dolor, el tono de un encuentro de amigos. Paco Ignacio Taibo II, Cristina Pacheco y Margó Glantz fueron algunos de los intelectuales mexicanos que se acercaron a acompañar a Mara
La Madrid, la mujer del poeta.
En la sala hubo un cuaderno para que los que lo quisieran dejaran un mensaje. Desde H.I.J.O.S le llevaron además un pañuelo de la agrupación y dos cartas, de las filiales de Argentina y México.
Además, muchas flores y ofrendas oficiales. Los medios debieron esperar frente a la puerta de la casa velatoria –la funeraria García López– donde, al salir, algunos de los asistentes fueron haciendo declaraciones. “Lo bueno es que los viejos rojos, los viejos poetas y los buenos rockeros nunca se mueren, ¿no?”, comentó allí el escritor y periodista Paco Ignacio Taibo II.
Paola Stefani, hija de Mara La Madrid, contó que Gelman escribió hasta el último día y que “se fue muy tranquilo, en su casa, en su cama y con nosotros al lado”. Según detalló después el editor mexicano José Luis Martínez, director del suplemento cultural del diario Milenio, el escritor dedicó sus últimos días a terminar un libro de poemas, Amar a Mara. Es “un homenaje al amor que tenía por su mujer y también una despedida de sus amigos”, anticipó Martínez.
El momento de mayor emoción fue el de la llegada de Macarena Gelman, hija de Marcelo Gelman y María Claudia Iruretagoyena, nacida en cautiverio durante la dictadura, a quien el poeta logró encontrar en el Uruguay después de largos años de búsqueda. La joven viajó desde Montevideo y llegó al velatorio por la tarde, sin hacer declaraciones.
María Inés Roque habló con los medios en nombre de la familia. Confirmó que los restos serán cremados “y después de eso está pendiente si quedarán de manera definitiva en México, en Argentina o en algún otro lugar que Mara La Madrid decida”. También habló de la decisión de hacer un velatorio íntimo porque “para la familia es un momento muy privado”. Por otra parte, aseguró que por el momento no tienen “ni siquiera información ni han tomado contacto con las autoridades en relación con ningún homenaje” al Premio Cervantes de Literatura 2007 y Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2005.
El tema generó muchas especulaciones en los medios locales, y finalmente la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, informó que las autoridades culturales ya se habían comunicado con la familia y están “pendientes para organizar un homenaje como los familiares decidan y en el momento que decidan”.
Frente a la puerta de la casa velatoria se juntaron estudiantes de Letras, que le hicieron su propio homenaje con los libros de Gelman bajo el brazo. “Me sorprendió que después del exilio y de todas las dificultades que pasó, aún así podía escribir sobre la felicidad y la ternura”, dijo en ese grupo Iván Palacios, uno de los estudiantes. Su compañero Mario Basilio agregó que de Gelman le gusta “sobre todo su poesía política, porque no cae en el cliché de que el exilio es como una forma de tortura, sino que desde el exilio no se pierde la tierra donde uno nace. Se puede luchar por ella desde la poesía misma, desde la palabra”.
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-66496-2014-01-16.html
Cristina Kirchner decretó tres días de duelo nacional por la muerte de Gelman
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner decretó tres días de duelo nacional por el fallecimiento del poeta Juan Gelman, a los 83 años, ocurrido este martes en el Distrito Federal de México.
El duelo que se cumplirá a partir de hoy fue informado por la Secretaría de Información Pública en la Casa de Gobierno.
Gelman falleció ayer en el Distrito Federal, ciudad en la que residía desde 1988 junto a su esposa, Mara La Madrid.
El poeta, nacido el 3 de mayo de 1930 en el barrio porteño de Villa Crespo, a lo largo de su vida conjugó la prosa con la vocación revolucionaria y la búsqueda de justicia por sus hijos y nuera desaparecidos durante la dictadura militar.
Personalidades de la cultura se sumaron al duelo por Juan Gelman
Escritores, artistas y destacadas personalidades de la cultura recordaron la figura del poeta Juan Gelman, fallecido en México a los 83 años, y despidieron a una de las voces poéticas más emblemáticas y combativas del siglo XX, con un duelo nacional de fondo dispuesto por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y su velatorio en el DF, donde vivió más de dos décadas tras su exilio.
El director del Centro Cultural de la Memoria, Haroldo Conti, Eduardo Jozami, valoró que en la obra de Gelman «se puede leer la historia del siglo porque fue un hombre que vivió intensamente su época, un militante comprometido con las causas políticas y los derechos humanos que sufrió en su propia familia las consecuencias de la represión», la desaparición de su hijo y su nuera, el secuestra de su hija y el exilio.
«Sus últimos textos lo muestran como alguien que se animó a pensar más allá de sus circunstancias, a pensar en los grandes temas de la poesía y el mundo. En ese sentido, digo que si todo gran poeta es un filósofo, Juan lo fue», se despidió Jozami.
Griselda Gambaro, una de las dramaturgas más destacadas del país, que en 2011 recibió con Gelman el Premio «Azucena Villaflor de Devicenti» a los Derechos Humanos, destacó «su contra los abusos dictatoriales y por la plena vigencia de los derechos humanos y la paz en el mundo».
«Esta especie de catástrofe que uno tiene que esperar a cierta edad y que igualmente resulta de una dimensión inverosímil, en este caso, se lamenta doblemente -dijo la escritora de 85 años-, porque Gelman fue un renovador del lenguaje y, como decía el filósofo Gilles Deleuze, los grandes escritores son los que encuentran la lengua extrajera en la propia lengua».
El escritor Vicente Battista remarcó que «Gelman era excepcional como poeta y sujeto político, su ética es indiscutible; sabemos que tuvo una juventud comunista, luego pasó a Montoneros, después se fue a México y jamás hizo la menor concesión, mantuvo siempre su postura progresista y de izquierda. Un ejemplo indiscutible como político y poeta».
«Entre los escritores contemporáneos hay dos que están insertados para siempre en la literatura argentina, uno es Jorge Luis Borges y el otro es Juan Gelman; es interesante porque están en veredas opuestas, pero sé que Gelman admiraba a Borges y Borges era lo suficientemente inteligente para estimar a Gelman», concluyó Battista.
«Miente la muerte cuando dice que Juan Gelman ya no está», escribió hoy el uruguayo Eduardo Galeano en el diario Página/12: «El sigue vivo en todos los que lo quisimos, en todos los que lo leímos, en todos los que en su voz hemos escuchado nuestros más profundos adentros».
«Nunca encontraremos palabras que expresen nuestra gratitud al hombre que fue muchos, al que fue nosotros y nosotros seguirá siendo en las palabras que nos dejó», agregó el escritor uruguayo en el mismo diario donde Gelman publicaba su columna semanal, desde el primer número.
En el mismo matutino, el escritor Mempo Gardinelli escribió: «Se murió Juan, el poeta. El más grande de todos, el de Violín, el de Gotán, el que nos enseñó a gozar de los diminutivos para la sonoridad contundente de versos inolvidables (…) Descansá en paz, maestro. Ninguna palabra sonará igual después de vos».
Desde la ciudad alemana de Bonn, el escritor Osvaldo Bayer dijo a la agencia de noticias DPA que Gelman «es el gran poeta de los argentinos: Fue un luchador social, no el intelectual que se encierra en su torre, salió siempre a la calle a defender a los pobres, a los necesitados y lo pagó muy caro».
«Pocas veces he reaccionado así a la muerte de un ser querido. Era mi mejor amigo, un hermano», afirmó Bayer, de 86 años, sobre el poeta con quien compartía una larga amistad que se inició hace más de medio siglo cuando coincidieron en el diario Noticias gráficas en 1957.
«La última vez que hablamos por teléfono, hace ocho días, lo escuché muy bien. Al parecer tenía leucemia, cosa que nunca me dijo», relató el autor de «La Patagonia rebelde» sobre el ganador del Premio Cervantes con quien escribió el libro «Exilio» en 1987, un textimonio de la diáspora obligada por la última dictadura cívicomilitar argentina.
«Sabía que le faltaba poco pero no tan poco, pensé que iba a aguantar más -recordó a su vez la actriz Cristina Banegas, a quien también la unía a Gelman su amistad-. Él eligió partir con sus seres queridos, acompañado por Mara (su mujer), una persona extraordinaria que fue leal al deseo de Juan de cómo pasar sus últimos tiempos».
Banegas, quien interpretó numerosos textos suyos en obras como «País que fue será» o «Mundar», contó que «hasta la semana pasada nos estuvimos escribiendo mails de esos graciosos de Gelman, con su inefable sentido del humor» e invitó a «los que todavía no conocen su inmensa y enorme obra leerla y sentirla, como me pasó a mí cuando era adolescente».
Sobre su legado, la actriz consideró que «cuando te agarra Juan Gelman te agarra él entero y eso significa que te agarra en las entrañas; es poesía argentina, de extraordinaria calidad humana, ética, poética. Su obra no termina, nos pertenece a todos porque como decía él ´la poesía es de todos´ y estoy segura que su poesía queda entre los argentinos».
El músico Juan «Tata» Cedrón, quien compartió la militancia en el exterior y trabajó con el poeta en discos como «Madrugada»(1962) y unas 50 canciones, resumió: «Fue un padre para nosotros, lo que él decía en su poesía era palabra santa. Su escritura tenía esa cosa fuerte de lo social, lo político y lo ideológico. Fue un combatiente extraordinario».
El director del Museo Casa Ricardo Rojas, Mario Goloboff, recordó que conoció a Gelman cuando era un adolescente y le llevaba sus poemas para que el maestro, que por esos días trabajaba en la revista Confirmado, le diera su opinión: «Fue un mentor para mí, siempre generoso, amistoso y humilde».
El escritor de 74 años añadió que se trata de «un enorme poeta contemporáneo que trasciende los límites de América Latina, que cambió la lengua, la transformó en otra cosa, la hizo más susceptible, más dúctil a la tristeza, la rebeldía y el amor».