En su visita a la Casa Blanca, Santos anuncia que Colombia y EEUU triplicarán las acciones militares conjuntas
El presidente de EE.UU., Barack Obama, dio un espaldarazo a la apuesta de su homólogo de Colombia, Juan Manuel Santos, para lograr la paz para su país con negociaciones con las Farc y destacó también el «éxito» de la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral.
Tras una reunión entre ambos en el Despacho Oval de la Casa Blanca que duró algo más de una hora, Obama elogió ante los periodistas los «audaces y valientes» esfuerzos de Santos para conseguir una «paz duradera y justa» para Colombia.
«No es fácil, hay muchos desafíos por delante», subrayó Obama sobre el proceso de diálogo entre el Gobierno de Santos y las Farc que se desarrolla en La Habana (Cuba) desde noviembre de 2012.
Según Obama, Santos dio el paso «correcto» con el inicio de ese proceso, que acaba de entrar en su segundo año con dos acuerdos parciales sobre desarrollo rural y participación política, porque «envía una señal al pueblo de Colombia» del «enorme potencial» que existe si se puede superar un conflicto armado de medio siglo.
Por su parte, Santos agradeció el apoyo expresado por Obama al proceso de paz, sostuvo que «va por buen camino» y señaló que el respaldo tanto de Estados Unidos como de toda la comunidad internacional será «decisivo» para su éxito.
La visita de Santos a Washington se produce apenas dos semanas después de su anuncio de que se presentará a la reelección en 2014, por lo que la Casa Blanca ha matizado que la cita no debe interpretarse como un respaldo de Obama a la campaña de su homólogo colombiano.
No obstante, Obama quiso resaltar hoy tras la reunión que la «influencia» tanto de Santos como de Colombia como nación «está creciendo» y eso, a su juicio, «es positivo».
En cuanto al TLC bilateral, que entró en vigor en mayo de 2012, Obama dijo que es un «éxito», porque está «creando empleos» tanto en EE.UU. como en Colombia, aunque indicó que hay «algunos detalles» en los que seguir trabajando.
De acuerdo con la Casa Blanca, el volumen total de comercio entre ambos países ascendió en 2012 a 41.000 millones de dólares.
Asimismo, las exportaciones estadounidenses a ese país crecieron un 19 % y 1.300 compañías colombianas exportaron bienes a EE.UU. por primera vez gracias al TLC.
Ante los periodistas Santos enfatizó que la relación bilateral en general «está en su mejor momento en muchísimo tiempo» y que la agenda de trabajo va más allá de la seguridad, el narcotráfico y los derechos humanos, asuntos dominantes durante años.
Como hizo el entonces presidente estadounidense John F. Kennedy al visitar Colombia hace 50 años y poner en marcha la llamada «Alianza para el Progreso», ahora se trata de «trabajar juntos» para construir una nueva «para la prosperidad y la paz que ayudará a toda la región», afirmó Santos.
«Hay muchas sinergias que podemos generar como resultado que conducirán a resultados positivos», añadió el mandatario colombiano.
Santos se centró también en resaltar la cooperación que mantienen EE.UU. y su país para mejorar la seguridad en Centroamérica y el Caribe, y dijo que las acciones conjuntas en esta materia «se van a triplicar» hasta finales de 2014.
Dentro de su visita de tres días a Estados Unidos, Santos estuvo el lunes en Miami, donde defendió la existencia de una «nueva Colombia» construida en torno a la seguridad y la paz, la lucha contra la desigualdad social y la pobreza, y el crecimiento de la economía.
Hoy, tras su reunión en el Despacho Oval y un almuerzo de trabajo privado con Obama, Santos habló ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde pidió que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos sea más flexible al abordar los atropellos en su país.
En opinión de Santos, «es necesario que se aborde el caso colombiano desde la perspectiva de un país en conflicto armado que está buscando lograr un acuerdo político» para «iniciar una fase de transición hacia la paz».
«Si se asumen posiciones fundamentalistas, posiciones rígidas, va a ser muy difícil llegar a ese final del conflicto. La justicia no debe ser nunca un obstáculo para el valor supremo de cualquier sociedad, que es la paz», argumentó el presidente.
Los alcances de la visita de Santos a EEUU, más allá de Obama
El Presidente aprovechó para aclararles a altos círculos del poder algunas dudas del proceso de paz.
Aunque no hay duda de que el plato central de la visita del presidente Juan Manuel Santos a Washington fue la reunión con Barack Obama, sus efectos se sintieron, y con vigor, mucho más allá de la Casa Blanca.
En sus primeros dos días de agenda, (la gira culmina hoy miércoles a las cuatro de la tarde), el Presidente no solo recibió un espaldarazo para el proceso de paz sino que tocó la puerta de los más altos círculos del poder en este país para contar su historia.
Quizá lo más destacado fue su encuentro con las jefaturas demócratas y republicana en la Cámara de Representantes, un órgano que es clave para las relaciones bilaterales.
De acuerdo con fuentes del Gobierno, Santos logró entusiasmar a la líder de los demócratas, Nancy Pelosi, con su idea de fabricar una nueva Alianza para el Progreso en la región, y recibió impulso en esta colectividad para seguir adelante con las negociaciones en Cuba.
Aunque por el lado de los republicanos no se habló en público sobre el proceso de paz, fuentes allegadas a la reunión dijeron que entre los miembros de este partido primó la idea de que se confía en los esfuerzos del Presidente. “Por supuesto queremos que Santos sea exitoso y logre poner fin a este conflicto. No creemos en las Farc, pero sí en Colombia y sus gobernantes”, le dijo a EL TIEMPO una alta fuente de la oficina del presidente del Congreso, John Boehner.
Pero no fue solo eso. En el marco de las dos cenas que le ofrecieron a Santos, una en el Centro para el Progreso Americano (de tendencia demócrata) y otra en el Consejo Atlántico (de inclinación más republicana), el Presidente habló y conversó con los principales líderes políticos del país, entre ellos muchos exfuncionarios de pasadas administraciones que aún pesan en la burocracia estadounidense. Entre ellos, el exsecretario de Estado Collin Powell, y el exasesor de Seguridad Nacional, Stephen Hadley (durante el gobierno Bush), al igual que el exasesor de Seguridad Nacional de Bill Clinton, Sandy Berger, y muchos otros.
Asimismo, se rodeó de celebridades durante un desayuno en el Diálogo Interamericano, al que asistieron el expresidente de México Ernesto Zedillo, el académico Francis Fukuyama y otras 15 personalidades de Washington. Todos eventos que el Presidente aprovechó para perfilar a Colombia como un país de oportunidades y despejar dudas sobre los diálogos con las Farc.
En el frente financiero su agenda fue igualmente robusta. De un desayuno organizado en el BID con representantes de toda la banca multilateral (Fondo Monetario, Banco Mundial, etc), Santos saldrá este miércoles a un almuerzo con la comunidad empresarial, organizado por la Cámara de Comercio de EE. UU.
Por supuesto no todo fue color de rosa. Los demócratas, tanto en el Congreso como en la Casa Blanca, le reclamaron a Colombia que aún había problemas en la protección de derechos laborales en el país, a lo que Santos respondió que estaban en vías de solución.
Pero aprovechó la oportunidad para elevar una crítica propia, relacionada con el TLC. Durante el almuerzo con Obama alguien preguntó si el aguacate que les sirvieron era colombiano. Santos le respondió que nada le gustaría más, pero que el producto aún no podía ingresar a EE. UU. por las barreras fitosanitarias que todavía se le imponían.
SERGIO GÓMEZ MASERI