Senadores de EEUU expresan preocupación por violencia en Honduras a días de las elecciones
Tim Kaine, senador demócrata por Virginia, es el impulsor de la carta y es miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado
Una docena de senadores de los Estados Unidos enviaron el miércoles una carta al Secretario de Estado, John Kerry, en la que expresan su preocupación por el clima de violencia e intimidaciones que se vive en Honduras cuando quedan menos de dos semanas para la celebración de unas reñidas elecciones presidenciales que podrían suponer el regreso al poder de los partidarios del presidente Manuel Zelaya, derrocado por un golpe de estado en 2009.
«Estoy muy preocupado por la continua violencia en Honduras y el impacto de esta sobre las elecciones del 24 de noviembre», dijo Tim Kaine impulsor de la carta y miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, según el texto de la carta a la que tuvo acceso la AP.
«Estamos recibiendo informes de amenazas contra periodistas e incluso de asesinatos de candidatos», añadió Kaine.
Según un informe de la organización no gubernamental canadiense Rights Action, entre mayo de 2012 y octubre de 2013, un total de 35 candidatos y precandidatos de diversos partidos políticos han sido asesinados en el país. 18 de ellos serían, según la organización, miembros del recién creado partido LIBRE, que agrupa a los partidarios del depuesto presidente Zelaya.
Según el alto Comisionado de Naciones Unidas para la Libertad de Expresión y el gobierno hondureño, 28 periodistas han muerto asesinados desde el golpe de estado de 2009. Pero para organizaciones como reporteros Sin Fronteras la cifra desciende a 19 y para el Comité para la Protección de Periodistas basado en Nueva York, son 15.
Las encuestas presentan un resultado muy competitivo entre el candidato oficialista, Juan Orlando Hernández, que tendría el 28% de la intención de voto declarada, según una encuesta realizada en octubre por la empresa CID Gallup frente al 27 de Xiomara Castro, Esposa del presidente Zelaya y candidata de LIBRE. La encuesta fue realizada con 1500 entrevistas presenciales y un 2.5% de margen de error.
La carta firmada por los doce senadores dice que el país «padece instituciones frágiles y un poder judicial sitiado que han hecho poco para castigar a los perpetradores de la violencia, fomentando un clima de impunidad y socavando la confianza de los ciudadanos de que se protegerán sus derechos políticos, civiles y humanos».
Las elecciones del próximo 24 de noviembre tienen lugar en un país que presenta el mayor número de homicidios del planeta, 86,5 por cada 100.000 habitantes y en el que según el exfiscal general del estado del Estado, Luís Rubí, la justicia sólo tiene la capacidad de investigar el 20% de los crímenes cometidos.
La carta también muestra «serias preocupaciones sobre la capacidad del gobierno de Honduras para llevar a cabo elecciones libres y justas en el momento mismo en que se ha movilizado a una nueva policía militarizada que ya irrumpió en los hogares de varios activistas de la oposición».
Desde el pasado 3 de octubre, la Policía Militar, un proyecto impulsado personalmente por el candidato presidencial oficialista, Juan Orlando Hernández, para responder a la situación de emergencia en materia de seguridad, patrulla las calles en medio de fuertes críticas por parte de organizaciones de Derechos Humanos. El Defensor del Pueblo de Honduras, Ramón Custodio, ha calificado la iniciativa como el lanzamiento a las calles como «la creación de cuerpos paramilitares de dudosa legalidad».
Respecto a la celebración del proceso electoral, la misiva afirma que «el día de las elecciones, los observadores electorales deben tener acceso irrestricto a las instalaciones electorales» y, añade «deben alentar a los principales candidatos a utilizar los canales legales apropiados para cualquier controversia, de conformidad con la firma del 23 de agosto 2013 de » El compromiso con las garantías mínimas para la Ética Electoral y la transparencia en las elecciones generales de 2013″.
Alrededor de 250 observadores internacionales de la Unión Europea, los Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos vigilarán el desarrollo de la jornada electoral.
Los principales líderes políticos hondureños firmaron en agosto un pacto en el que se obligan a aceptar los resultados de las elecciones generales que se celebrarán en noviembre, con el objetivo de evitar que se produzca un fraude o un estallido de violencia.
«Ahora y durante la jornada electoral, Estados Unidos debe alentar a los militares hondureños para comportarse de acuerdo a su función constitucional en la distribución de las boletas a los recintos, y debe subrayar que es necesario mantener una estricta neutralidad en el proceso político», piden los senadores.
En Honduras, es el ejército quien tiene la competencia de custodiar los centros electorales y las urnas con los resultados.
El Tribunal Supremo Electoral de Honduras, máxima autoridad nacional en materia de elecciones ha reiterado en numerosas ocasiones que estas serán las elecciones más transparentes y observadas de la historia de Honduras. Pero también ha señalado que será difícil contar con resultados oficiales el mismo día de celebración de las elecciones y ha llamado a los candidatos a guardar silencio mientras no se comuniquen datos oficiales. Alberto Arce, AP
A continuación la carta traducida
Noviembre 13, 2013
Honorable John Kerry
Secretario de Estado
U.S. Department of State
2201 C Street NW
Washington, D.C. 20520
Estimado Secretario Kerry:
Le escribimos para expresar nuestro apoyo por la realización de unas elecciones nacionales y municipales libres y justas en Honduras el 24 de noviembre de 2013. Las elecciones, que serán monitoreadas por numerosos observadores nacionales e internacionales, son importantes para la estabilidad futura de Honduras y la región. El Departamento de Estado y la Embajada de EE.UU. en Honduras deben dejar en claro que los Estados Unidos, junto con la Organización de los Estados Americanos, tienen un interés en la promoción de un proceso electoral libre, justo y transparente.
Los hondureños se preparan para ir a las urnas en un clima difícil y peligroso. El país sufre de altos niveles de delincuencia y la tasa de homicidios per cápita más alta del mundo. Unas instituciones frágiles y un poder judicial sitiados que han hecho poco para castigar a los perpetradores de la violencia, fomentando un clima de impunidad que socava la confianza de los ciudadanos que sus derechos políticos, civiles y humanos serán protegidos. Por otra parte, los periodistas hondureños son regularmente el blanco de violencia y amenazas, y candidatos políticos han muerto a consecuencia de participar en las elecciones. Estos retos plantean serias preocupaciones sobre la capacidad del gobierno de Honduras para llevar a cabo elecciones libres y justas. Los Estados Unidos debe presionar al Gobierno de Honduras para garantizar el derecho de todos los ciudadanos a reunirse pacíficamente, participar en la campaña y las votaciones. Los observadores electorales internacionales y nacionales – incluyendo algunos que están recibiendo asistencia de EE.UU. – deben estar vigilantes tanto durante la campaña en curso como en el día de las votaciones. La asistencia prevista por parte de la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE.UU. (USAID ) debe apoyar la integridad y la transparencia del proceso por medio de observadores nacionales que tengan la capacitación y la asistencia necesaria para realizar su trabajo con eficacia. Los Estados Unidos deberían instar a las autoridades hondureñas, incluyendo a los representantes del Tribunal Supremo Electoral de Honduras a garantizar la igualdad de oportunidades entre los diferentes partidos políticos en contienda, incluido el acceso equitativo a los medios de comunicación.
El día de las elecciones, observadores deben tener acceso irrestricto a las instalaciones electorales y a los funcionarios, sobre todo en los precintosde votación. Los funcionarios estadounidenses e internacionales deben alentar a los principales candidatos a utilizar los canales legales apropiados para cualquier controversia, de conformidad con la firma del «Compromiso de garantías mínimas para la ética y la transparencia electoral de las elecciones generales de 2013,» firmado el día 23 de agosto 2013. Ahora y en la jornada electoral, los Estados Unidos deben alentar a los militares hondureños a comunicar claramente su función constitucional en la distribución de las boletas en los recintos, y deben subrayar que tienen que mantener una estricta neutralidad en el proceso político. Los Estados Unidos deben verificar los resultados sobre la base de toda la información disponible, y animar a todos los candidatos y al gobierno para trabajar hacia una transición política sin problemas y pacífica.
Una elección pacífica y justa promovería la confianza de Honduras en el proceso electoral y ayudaría a reducir la polarización de la sociedad hondureña y reforzaría la estabilidad necesaria para hacer frente a los críticos problemas sociales, económicos y de seguridad del país. Unas elecciones libres y pacíficas podrían servir como un modelo importante de un proceso electoral democrático en el hemisferio. Por último, instamos al Departamento de Estado a que continúe sus esfuerzos para garantizar la celebración de elecciones libres , justas y transparentes y que nos mantenga informados de cualquier novedad que pueda poner en peligro la credibilidad del proceso y sus resultados.
Gracias por su atención a este importante asunto.
Senador Tim Kaine
Senadores Tom Udall, Jeff Merkley, Barbara Mikulski, Benjamin Cardin, Barbara Boxer, Jeanne Shaheen, Martin Heinrich, Elizabeth Warren, Mark Udall, Jack Reed, Sheldon Whitehouse and Chris Murphy.