Santos incorporó dos mujeres al equipo negociador con las FARC
Nigeria Rentería y María Paulina Riveros son las nuevas integrantes del equipo negociador del Gobierno en La Habana. El mandatario aprovechó para aclarar que éstas no son las únicas mujeres detrás del proceso de paz.
El presidente Juan Manuel Santos oficializó este martes el ingreso al equipo negociador del Gobierno en La Habana de dos mujeres: la Alta Consejera Nigeria Rentería y la Directora de Derechos Humanos del Mininterior, María Paulina Riveros.
“Ellas, como todos los negociadores, son nombradas –más que en representación de un grupo determinado– por sus méritos y por el aporte positivo que pueden dar al proceso, como estoy seguro de que ocurrirá”, afirmó el Presidente.
Nigeria Rentería Lozano es abogada especializada enDerecho Administrativo, y desde junio ocupa el cargo de alta consejera para la equidad de la mujer en la Presidencia de la República.
Por su parte, María Paulina Riveros Dueñas es abogada de la Universidad Externado de Colombia, magister en Derecho de la Pontificia Universidad Javeriana y Conciliadora en Derecho titulada por la Cámara de Comercio de Bogotá. Actualmente es la directora de Derechos Humanos del Ministerio del Interior.
El mandatario aclaró que éstas no son las únicas mujeres detrás del proceso de paz que se adelanta con la guerrilla de las Farc.
Santos aseguró que pondrá a consideración de la ciudadanía los acuerdos finales con las FARC
El Presidente reiteró que los acuerdos serán sometidos a los colombianos para darles legitimidad.
En la noche de este martes, durante la clausura del Curso de Altos Estudios Militares, el presidente Juan Manuel Santos no solo reiteró que la ciudadanía será la que finalmente decida si acepta o no los acuerdos que se logren con las Farc en La Habana, sino que anunció que el contenido de los mismos será de fácil aceptación.
“No le vamos a presentar al pueblo colombiano una paz a la que le diga que no; le vamos a presentar una paz fácil de digerir y de aceptar, porque si hay una condición que hemos repetimos mil veces es que el acuerdo final va a ser sometido al pueblo colombiano”, precisó el Jefe de Estado.
Santos aseguró que la intención es que los colombianos determinen hasta qué punto aceptan los acuerdos que se alcancen con la guerrilla, si el proceso de paz llega a buen término, pero insistió en que el Estado sabe hasta dónde llegar y cuáles son los temas que, bajo ningún motivo, se van a poner en discusión en la mesa de Cuba.
“Sabemos perfectamente hasta dónde podemos llegar y cuál va a ser esa paz que le vamos a presentar al pueblo colombiano”, enfatizó el mandatario, quien subrayó que la intención es que la ciudadanía “decida y le dé la legitimidad a lo que se acuerde, para que perdure y sea una paz definitiva y sostenible en el tiempo”.
El Presidente reiteró que la justicia transicional que se les aplique a los integrantes de las Farc que se desmovilicen, en el marco de un acuerdo de paz, no tendrá espacio para la impunidad.
Santos argumentó que Colombia ha firmado tratados internacionales y aceptó la jurisdicción de la Corte Penal Internacional (CPI), lo que no da lugar a otorgar beneficios como las amnistías. “Aquí no va a haber eso que muchos dicen que va a haber: total impunidad. Eso no va a haber, no puede haber. Nadie ha hablado de impunidad en este proceso”, enfatizó.
El Jefe de Estado aseguró, además, que no permitirá que los miembros de la Fuerza Pública paguen altas condenas de cárcel cuando la contraparte, los grupos armados ilegales que firmen la paz con el Gobierno, obtendrían beneficios. Insistió en que habrá seguridad jurídica para los uniformados.
“No voy a permitir, ni nadie va a permitir, que se presente esa situación que se está presentando, de unos militares acusados y condenados por 40 años, y la contraparte libre haciendo lo que le da la gana. Eso no va a suceder en este proceso”, afirmó Santos.
El mandatario también reiteró que si se decidió a iniciar un diálogo para terminar con 50 años de guerra fue gracias a la acción de la Fuerza Pública, que ha logrado arrinconar a los ilegales. Por eso, insistió, la ofensiva se debe mantener.