EEUU demanda al gobierno “mejor clima de inversión” para desembolsar préstamos
Más allá de las buenas expectativas del gobierno de Estados Unidos por un segundo desembolso de $277 millones de Fomilenio II, El Salvador debe mejorar su clima de inversión, elevar el crecimiento económico y garantizar múltiples condiciones para que el convenio florezca y genere los resultados esperados a mediano plazo.
Esto, a juicio de la embajadora estadounidense, Mari Carmen Aponte, se relaciona con la necesidad de aprobar reformas a leyes contra el lavado de dinero y asocios público-privados para emitir «señales claras» junto con esfuerzos por combatir la corrupción y fortalecer el estado de derecho.
«Son muy buenas señales que haya discusiones sobre varias reformas, pero el Fomilenio se firmará cuando haya el clima de inversiones adecuado para que el convenio florezca», advirtió la diplomática.
Sin embargo, el presidente Mauricio Funes insistió en que el Ejecutivo (a través de la Secretaría Técnica) «ha hecho su parte» y agregó que las cuestiones legales son necesarias.
«Mientras no se aprueben esas reformas estoy convencido de que no se va firmar el contrato, pero yo no puedo imponer a la Asamblea (Legislativa) un ritmo de trabajo. No es mi atribución», valoró el mandatario.
En este sentido Aponte consideró que las condiciones para la firma deben ser las más adecuadas y reconoció que el gobierno ha presentado un buen plan de trabajo y una diversa cartera de proyectos para dinamizar el desarrollo y la economía de la franja costera del país.
«Si el plan se ejecuta vamos por buen camino. Estados Unidos y los inversionistas necesitan recibir mensajes claros para venir al país porque en última instancia ellos generarán un desarrollo económico sostenible», analizó la embajadora.
Bajo esta idea, la diplomática dijo que el reciente informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas (PNUD) —presentado esta semana— recuerda que el país tiene muchos desafíos porque la tasa de crecimiento económico no sobrepasará el 1.9 % al cierre del año, según el documento, y que hay una baja productividad, entre otros aspectos relacionados.
«Hay que recordar que la seguridad, educación y otros temas de la sociedad salvadoreña los tomamos en cuenta para Fomilenio II. Son puntos fundamentales», subrayó Aponte.
Asocio, clave en el proceso
Por otra parte, la representante diplomática recordó que el mecanismo «de acción» que le dará mayor dinamismo a Fomilenio II es el Asocio para el Crecimiento, una instancia donde participa Estados Unidos, el gobierno de El Salvador y cinco empresarios de diversos sectores socioeconómicos.
Así, más allá de la coyuntura y de las elecciones presidenciales de febrero de 2014, Aponte agregó que el Asocio es la política que Estados Unidos quiere ejecutar para que la economía sea sostenible en todos los sectores.
«La política exterior que queremos llevar a cabo entre Estados Unidos y El Salvador es esta; no hay duda de que el Asocio es la herramienta para desarrollar el Fomilenio II y sus diversos programas», reconoció Aponte.
El mismo Funes reconoció ayer que el aporte de los empresarios (que conforman el consejo del Asocio) permitió acelerar la solicitud de reformas a las leyes y aprobar la Ley de Extinción de Dominio, uno de los pilares que tanto Aponte como la Corporación Reto del Milenio (MCC, por sus siglas en ingles) consideraron trascendentales.
Se debe recordar que el Estado salvadoreño se ha comprometido a aportar $88.2 millones para desarrollar otros proyectos paralelos, y que ya venció el plazo para que el Congreso de Estados Unidos emita objeciones u observaciones ante la propuesta que envió MCC a mediados de septiembre.
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