El pasado 10 de noviembre, el sicariato que opera al servicio de grandes terratenientes volvió a teñir de sangre el suelo ecuatoriano. La Federación Nacional de Trabajadores Agroindustrial, Campesinos e Indígenas Libres del Ecuador (FENACLE), la Coordinadora Nacional Campesina Eloy Alfaro (CNC-EA) y la Federación de Organizaciones Campesinas del Litoral (FOCAL) exigen una exhaustiva investigación y el castigo a los culpables materiales e intelectuales.
Carlos Ramos se encontraba en un proceso de lucha para que se le entregue a su organización un terreno en Zafando y poder trabajar por la soberanía alimentaria a través de un programa que impulsa el gobierno nacional denominado Plan Tierras.
El pasado 10 de noviembre Ramos, su esposa Patricia Pinargote y Patricia Burgosfueron al local del terreno para una reunión.
“Al llegar fueron emboscados por cinco hombres armados que, sin mediar palabras, comenzaron a disparar.
Carlos Ramos y Patricia Burgos perdieron la vida al instante, mientras que Patricia Pinargote quedó gravemente herida y perdió la vista”, relató Ángel Rivero, presidente de FENACLE.
“Desde las organizaciones sociales –agregó– rechazamos enérgicamente este terrible hecho y exigimos una exhaustiva investigación hasta dar con los autores, cómplices y encubridores, que sin duda tienen que ver con el tráfico de tierras”, enfatizó Rivero.
Asimismo el presidente de la CNC-EA, Romelio Gualan manifestó que continuarán la lucha de manera unitaria en pos de la reforma agraria y por mejorar las condiciones de vida de los campesinos en Ecuador, ya que estos atentados no los amedrentan.