Intereses esenciales – Diario El País, Uruguay

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La medida del Gobierno argentino, de prohibir que cargas de exportación de ese país utilicen Montevideo como lugar de tránsito tiene graves consecuencias para los puertos y el comercio exterior uruguayos.

Los países tienen intereses permanentes definidos por circunstancias objetivas, como sus recursos naturales, el clima, su población y su ubicación geográfica. Este último recurso ha tenido una importancia fundamental para nuestro país, a través de su historia.

El Uruguay está ubicado en el umbral de una vasta cuenca fluvial y tiene un acceso profundo al océano Atlántico. Ello le permite comunicarse directa y libremente con el amplio mundo. Pero, esta ventaja natural, en comparación con los puertos aguas arriba, apenas es una posibilidad. Si deseamos convertirla en cosas concretas (independencia y seguridad, ingresos, inversiones y empleos) deberemos complementarla con ventajas adquiridas.

Para ello debemos establecer reglas de juego modernas y sensatas (Ley de Puertos), invertir en puertos, balizamiento, canales, infraestructura, y trabajar con la máxima eficiencia.

Sobre todo, debemos velar celosamente por el exacto cumplimiento del Derecho Internacional y de los tratados que ha suscrito nuestro país, especialmente, en este caso, el Tratado de Asunción que creó el Mercosur.

El Puerto de Montevideo nos asegura un vital acceso directo al océano. Sirve al comercio exterior uruguayo, ofreciéndole servicios modernos para el manejo de sus cargas de exportación e importación, a costos razonables; es un exportador de servicios portuarios al resto de la región; es el núcleo de un importante conjunto de actividades complementarias, desde la reparación naval hasta el depósito de cargas en tránsito, que da empleo a cientos de empresas y a miles de personas en nuestro país.

El movimiento total de cargas por el Puerto de Montevideo (y el de Nueva Palmira) se compone de dos tipos de embarques: los generados por el comercio exterior uruguayo y los que se originan en el resto de la región. Estos últimos utilizan esos puertos uruguayos como lugares de tránsito.

 

Gracias al favorable marco jurídico asegurado por la Ley de Puertos y a la mayor eficiencia de sus operadores públicos y privados, nuestros puertos se han convertido en valiosos exportadores de servicios.

Los puertos modernos requieren grandes inversiones en infraestructura y equipos para operar eficientemente. También necesitan volúmenes de carga cada vez más importantes para conseguir economías de escala y bajar las tarifas que deben pagar sus usuarios. Que el Puerto de Montevideo exporte sus servicios al resto de la región, primero, hace que sus operadores puedan operar con economías de escala y, segundo, le hace rentable a las compañías navieras mantener servicios directos y frecuentes a costos razonables.

Los servicios que el Puerto ofrece a los usuarios uruguayos y la exportación de servicios portuarios a los usuarios en el resto de la región son las dos caras de la misma moneda.

La medida argentina tiene consecuencias muy serias para el Puerto de Montevideo: primero, reducirá el movimiento de cargas por nuestro principal puerto; segundo, aumentará los costos de operación portuaria por unidad de carga manejada; tercero, ello conducirá a un aumento de las tarifas portuarias y de los fletes navieros; cuarto, afectará la viabilidad de las importantes inversiones que se han realizado en modernos sistemas de manejo de cargas, y hará imposible nuevas inversiones; quinto, alejará a los servicios de transporte marítimo y fluvial (degradando a Montevideo de su actual papel de puerto concentrador a puerto feeder); y, finalmente, aumentará de varias formas los costos que debe enfrentar el comercio exterior uruguayo.

Pero, este ataque al Puerto de Montevideo tiene impactos aún más amplios. Perjudica a los exportadores argentinos que hasta ahora utilizaban Montevideo, afecta a los puertos de aquel país que enviaban carga en tránsito a Montevideo, le causa un daño a los armadores fluviales paraguayos que hasta ahora servían esos tráficos (como ya está sucediendo), lo que también terminará aumentando los costos de los exportadores paraguayos.

¿Más y mejor Mercosur?

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