Maduro pidió poderes especiales para combatir la corrupción

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El rescate y la construcción de una nueva ética, así como el impulso de una economía diversificada y productiva son dos elementos de la más alta importancia en esta nueva etapa que asume la Revolución Bolivariana, expresó este martes el presidente de la República, Nicolás Maduro.

Durante su discurso en la Asamblea Nacional (AN), donde solicitó una Ley Habilitante para combatir la corrupción y la guerra económica, el jefe de Estado expresó: «He venido hoy aquí a pedir poderes habilitantes para profundizar, acelerar y dar la batalla a fondo por una nueva ética política, una nueva vida republicana y por una buena sociedad».

Señaló que con los poderes habilitantes que solicitó por un año podrá emprender durante este 2013 y 2014 «grandes tareas para combatir este delito, adecentar al país y hacer que la revolución económica productiva sustente la felicidad del pueblo».

«La patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez no es una cueva de ladrones; por eso, recordando la fecha de hace 200 años debemos desplegar una verdadera campaña admirable contra la corrupción, en ofensiva permanente contra los corruptos y sus políticos», agregó.

El presidente Maduro resaltó que ha sido ardua la lucha del pueblo venezolano para conquistar la democracia y enfrentar el surgimiento de la casta latifundista, la burguesía capitalista y el empresariado transnacional.

«Nuestra historia política por consumar el ideal de la democracia, bien podemos comprenderla como un prolongado, sostenido y criminal atraco por parte de las clases dominantes a la nación, a sus riquezas y, sobre todo, a su pueblo», dijo el primer Mandatario, quien señaló que, con el pasar de las décadas, la corrupción se convirtió «en una suerte de institución paralela legitimada».

De acuerdo con el presidente, «la cúpula del puntofijismo envileció a Venezuela con esa figura perversa del corrupto igualitario», práctica del delito que se hizo habitual durante la Cuarta República, como una forma natural de entendimiento en la sociedad, explicó.

«Esta cultura del robo se fue instaurando con mayor descaro en la misma medida que se entregaba nuestra economía a la libre circulación de capitales nacionales y foráneo sin ningún control», afirmó.

La nueva ética: una vía la socialismo

El jefe de Estado indicó que «si la corrupción sigue perpetuándose no habrá socialismo», pues ese sistema no puede desarrollarse «en medio de los antivalores de la corrupción».

Agregó, que la corrupción quebranta la salud de la República, por lo que llamó al pueblo a no tolerar la corrupción, «ni de cuello amarillo ni de cuello rojo, la haga quien la haga. Es la misma conducta apátrida y antipopular, vístase como se vista», puntualizó.

Al respecto, estimó que la implementación de la nueva ética revolucionaria, formada desde una educación llena de valores morales y actitudes visionarias, será la base fundamental que propicie el cambio en las relaciones de poder y permita la prolongación del Socialismo Bolivariano.

«La nueva ética tiene a (Hugo) Chávez como referencia fundamental, y lo tendrá en el pasar del tiempo cada vez con mayor fuerza», expresó el jefe de Estado, al tiempo en que señaló que tras asumir este reto se logrará que la pobreza llegue a cero.

«Nosotros tenemos que profundizar, darle continuidad y acelerar en el horizonte de esta segunda década del siglo XXI, el cambio revolucionario y radical que se inició en 1999, cuando la revolución se hizo gobierno», indicó Maduro desde el Palacio Federal Legislativo.

Reiteró la necesidad de tener una educación que siembre valores humanos y sociales en la juventud venezolana, planteamiento que hiciera en vida el líder socialista Hugo Chávez. Entre esos principios figura el desprendimiento de intereses individualistas por parte de quienes asumen responsabilidades dentro de la Revolución.

«Tenemos que romper de una vez con ese patrón histórico que consiste en que asumir una determinada responsabilidad significa obtener privilegios y colocarse por encima del pueblo. Aquí no cabe sino la mayor rigurosidad, quien no lo entienda será mejor que abandone las filas de la Revolución. A nosotros por lealtad al comandante Chávez nos está prohibido el disfrute del poder», enfatizó.

La consolidación de la nueva nueva ética, que debe ir más allá de los preceptos, «implica una nueva subjetividad unida indisolublemente a los intereses colectivos».

«Cada compatriota debe convertirse en un agente ético capaz de pensar y actuar en función del bien común, que a través de su dignidad haga reverdecer un hombre nuevo, una mujer nueva, una sociedad verdaderamente más humana», así como lo hizo el Comandante Chávez, «el adalid de la nueva ética», indicó Maduro.

Igualmente, instó a los entes gubernamentales a establecer una normativa más severa y de castigo frente a los hechos de corrupción.

Sólida legalidad y contraloría social

El jefe de Estado acotó que los casos de corrupción que ha denunciado el Gobierno nacional dan cuenta de la necesidad de aprobar la Ley Habilitante para consolidar una «inexpugnable legalidad bolivariana que nos blinde contra la corrupción y los pueblos».

«La democracia, sus instituciones y poderes constituidos, los funcionarios y servidores públicos, los políticos y los partidos, los empresarios y quienes hacen vida financiera en el país no pueden amparar la corrupción. Ser permisivos y tolerantes con las prácticas delictivas de acumulación de capital es hacernos cómplices de la inmoralidad», expresó Maduro.

Ante ello, consideró imprescindible una transformación profunda en el sistema de justicia que contemple leyes inexorables e inflexibles que castiguen a los responsables sin ningún tipo de consideraciones; así como la creación de equipos profesionales en el Ministerio Público (MP) para la investigación de delitos económicos.

También precisó la creación de instancias especiales para juzgar estos delitos; así como también un marco legal que permita legislar el funcionamiento financiero del ejercicio político. «Tenemos suficientes ejemplos que nos ilustran acerca de la urgente necesidad de hacer correctivos a tiempo para erradicar a las mafias económicas y financieras», acotó el Presidente.

Llamó al pueblo a ejercer la más rigurosa vigilancia sobre el comportamiento de las instituciones y ejercer su condición de poder constituyente mediante denuncias oportunas sobre estos casos.

«Nunca perdamos de vista que lo público es de todos y sólo con la participación protagónica y decisiva del pueblo podremos detener a la quinta columna que quiere vivir de la Revolución y pretende perpetuar la corrupción», enfatizó.

El proyecto de Ley Habilitante contempla  también el fortalecimiento de la contraloría social, actividad asumida por el Poder Popular para vigilar de manera organizada e independiente el desarrollo de los proyectos emprendidos por el Gobierno Nacional, en beneficio del pueblo.

«La contraloría social no debe tener obstáculos de ningún tipo. Vamos a liberar la fuerza de la contraloría social de un pueblo que quiere vivir una nueva ética socialista y republicana», manifestó.

Aseguró que para derrotar a la corrupción, además de la aprobación de nuevas medidas, es necesario «tocar el alma nacional y el espíritu popular para entre todas y todos batallar sin descanso hasta que logremos extirpar este mal de raíz».

Recordó que fue el Libertador Simón Bolívar el principal enemigo acérrimo de la corrupción administrativa, y un frontal defensor de la transparencia en el uso de los fondos públicos.

«Bolívar era un celoso practicante de la virtud republicana. Pensaba y actuaba orientado por el principio de que nada está por encima del bien común», indicó el jefe de Estado.

Venezuela da la batalla contra el capitalismo

Maduro resaltó que Venezuela es «uno de los lugares del mundo en donde se le está dando batalla al capitalismo» y expresó que el Gobierno enfrenta actualmente el «cadivismo», entendido éste como «una de las expresiones más vulgares de existencia de la burguesía parasitaria en la historia de la Venezuela de los últimos 100 años» y que busca intereses personales más allá de la producción y desarrollo económico del país.

Indicó que los grupos minoritarios que pretenden desestabilizar el país, generando especulación, acaparamiento y el desabastecimiento, despliegan todo su poder corruptor para intentar hacer suyas las divisas que se generan de la renta petrolera y que le pertenecen a todo el pueblo venezolano.

En este sentido, explicó que el 96% de las exportaciones del país provienen del petróleo venezolano y sólo el 1,2% del total son de empresas del sector privado que «requieren entre 35.000.000 y 40.000.000 de dólares y acentúan sus solicitudes de divisas de una manera casi feroz».

«La economía venezolana atraviesa una coyuntura especial, toda vez que el aparato productivo está siendo impactado de una manera muy aguda por una serie de distorsiones, como la especulación, el acaparamiento, el contrabando, el mercado de divisas ilegal», explicó Maduro.

Ante ello, manifestó que es imperativo precisar los sectores participantes y conocer cuáles son los grupos de poder y sus relaciones con la banca, la actividad aseguradora y el mercado de valores.

«Tenemos que lograr que la renta petrolera sea capturada para el desarrollo productivo de la economía y no para la especulación y el enriquecimiento de grupos particulares que quieren controlar el poder político por la vía del disfraz rojo o por la vía de la burguesía parasitaria amarilla», sentenció durante la sesión especial en la AN.

Sostuvo que, al igual que en la IV República, el imperio norteamericano mantiene sus firmes intenciones de dominar la renta petrolera venezolana, y cuando la burguesía parasitaria se suma a golpes y sabotajes es porque pretenden atacar la economía nacional y los controles firmes que estableció el comandante Hugo Chávez para orientar los recursos para la inversión para el vivir bien del pueblo.

Además, instó a sincerar las acciones del Estado con rigor autocrítico, pues «no se ha podido impedir que la importación se concentre en pocas manos, no se ha alcanzado la eficiencia para cerrar los caminos a quienes viven de la apropiación de dólares baratos, ejercen la especulación comercial y perpetran en la reventa cotidiana de divisas».

El Jefe de Estado denunció que la actuación de Cadivi «deja mucho que desear» e indicó que a este organismo administrador de divisas se le aplicarán las tres R históricas lanzadas por el comandante Chávez en el año 2007: revisión, rectificación y reimpulso.

La corrupcción en el manejo de recursos

Durante su alocución, Maduro refirió que la historia de la IV República, antes y después de la aparición del petróleo, se caracterizó por la corrupción sistemática y generalizada en todos los niveles y etapas, ligada al ejercicio de poder, y por mandatarios que «hicieron uso del presupuesto nacional como si la corrupción fuese un principio de realidad y no una anomalía».

Manifestó que es «innegable» que nuestra realidad histórica es la de un Estado rentista, deformado y construido a partir de la corrupción, «un Estado débil y vulnerable que fácilmente pudo ser capturado por la burguesía y sus métodos para poner la renta petrolera al servicio sistemático de mineros extranjeros».

«La Venezuela potencia que soñara, trabajara y proyectara nuestro comandante Hugo Chávez es radicalmente antagónica con la expansión del consumismo y la inclusión de los intereses de la burguesía, que sigue disfrutando de privilegios incompatibles con la dinámica socialista», recalcó.

Sin embargo, destacó que en el país ha venido creciendo un área productiva que permitirá la consolidación de una economía diversa y productiva. «Hacia allá debemos apuntar todos nuestro esfuerzos, a acelerar la transición a una economía productiva diversificada que descanse en el trabajo, en la creación de riquezas, en el esfuerzo colectivo del país, en una poderosa economía socialista y en un empresariado nacional productivo. Los nuevos actores económicos pueden contar con todo el apoyo del Ejecutivo Nacional», dijo.

Dispuesto a debatir con la derecha sobre corrupción

El presidente de la República manifestó que está dispuesto a debatir, con pruebas en la mano, con los sectores de oposición sobre los casos de corrupción en los que están involucrados dirigentes y funcionarios de derecha.

Señaló que la derecha venezolana tiene una sociedad de cómplices, en la cual hay solidaridad automática entre ellos así existan pruebas que demuestren actos delictivos.

Recordó la marcha convocada por la oposición venezolana en apoyo al diputado Richard Mardo (Primero Justicia), cuya inmunidad parlamentaria fue allanada para investigar su participación en delitos como legitimación de capitales y defraudación de capitales.

Refirió que otro caso en el que se hace evidente la sociedad de cómplices es el de Oscar López Colina, secretario de la gobernación de Miranda, quien dirigía una red de corrupción.

El Jefe de Estado acotó que es responsabilidad del parlamento y sus distintos mecanismos de investigación procesar los casos denunciados, «y le toca a los sectores políticos involucrados, en su debido momento, participar de esas investigaciones».

Además, llamó a los medios de comunicación privados del país a no invisibilizar «la lucha sin tregua» que emprende el Gobierno nacional contra la corrupción, pues se ha puesto en práctica una estrategia en la cual culpabilizan al Ejecutivo Nacional de realizar persecuciones políticas contra dirigentes de oposición, mientras que silencian las acciones tomadas contra quienes han incurrido en delitos en algunas instituciones del Estado.

«Erradicar la corrupción exige, primero que nada, hacerla visible allí donde pretende ocultarse, de allí el valor trascendental del control popular, de la denuncia popular, del sistema de comunicación e información que tiene que darle mayor visibilidad que reclama y que denuncia», sostuvo Maduro.

Política internacional antiimperialista, humanista y pacífica

Durante su intervención en la Asamblea Nacional, el Jefe de Estado resaltó que el país «está un paso adelante en la historia de la humanidad, conectado con las grandes corrientes de paz y cambio antiimperialista en el mundo, gracias a las políticas impulsadas por nuestro comandante Chávez».

Destacó la valentía del diputado Adel El Zabayar, quien había solicitado un permiso especial para alargar su estadía en Siria e incorporarse a las brigadas de resistencia para defender a la nación árabe ante una posible invasión de los Estados Unidos.

El parlamentario, quien ya está de vuelta en el país, le entregó a Maduro dos ramos de olivo en nombre de los combatientes del pueblo sirio como muestra de paz, solidaridad, amistad y hermandad, dirigidos en honor al comandante Hugo Chávez y al presidente Maduro, por su consecuente apoyo a la gran causa mundial de derrotar los ataques intervencionistas imperiales.

Luego de recibir la ofrenda, el Jefe de Estado extendió un saludo fraterno y su agradecimiento al pueblo árabe que habita en Venezuela.

Por otro lado, el mandatario informó que obsequiará a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, una imagen de José Gregorio Hernández, médico venezolano que ostenta el título de venerable en la Iglesia Católica.

«Quería pedirle a nuestro santo, el santo del pueblo, José Gregorio Hernández, su protección para la presidenta de Argentina, quien está batallando por el restablecimiento de su salud», manifestó.

Fernández fue sometida este martes a una cirugía tras detectársele un hematoma subdural crónico. De acuerdo con una nota publicada en el portal web de Telesur, la presidenta de Argentina se recupera de manera satisfactoria.

 

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