Perú: expresidente Alejandro Toledo llegó al país para defenderse de las denuncias
Mucho que esclarecer. El cuestionado ex presidente Alejandro Toledo arribó ayer a nuestra capital para intentar esclarecer las graves acusaciones en su contra respecto a un supuesto enriquecimiento ilícito y hasta lavado de activos, tras las mentiras en las que cayó sobre el caso Ecoteva.
El líder de Perú Posible arribó al aeropuerto internacional Jorge Chávez pasadas las 18:00 horas de ayer, sin dar declaraciones a la prensa, pero sí resguardado por la llamada “portátil” que lo recibió cual héroe que regresa a su tierra como si nada hubiera pasado.
Toledo, quien llegó acompañado de su esposa Eliane Karp, también incluida en las investigaciones, llega al Perú sin que todavía exista una citación formal por parte de las autoridades judiciales o de la Comisión de Fiscalización del Congreso, grupo cuyo titular, Vicente Zeballos, ha dicho que recién lo citará para mediados de octubre.
El secretario general de Perú Posible, Luis Thais, aseguró que la llegada del ex dignatario tiene como propósito responder a los cuestionamientos lanzados en su contra. “Él viene a dar la cara a la ciudadanía sobre estos temas”, señaló.
Por su parte Carmen Omonte, legisladora de la chakana, recordó que Toledo no ha sido citado aún ni por el Ministerio Público, ni por la Comisión de Fiscalización, ni por la Contraloría, para declarar sobre las nuevas evidencias en el caso Ecoteva.
“Lo fundamental es que se reúna con la militancia. Ese es un tema en concreto. Me imagino que en algún momento sus abogados coordinarán los plazos y las formalidades necesarias que tienen que hacerse con la fiscalía y con la Comisión de Fiscalización”, refirió.
Lo que debe aclarar
• Ratificar o enmendar la declaración que dio en mayo pasado.
• El contenido del informe de la Unidad de Investigación Financiera, que señala que con el dinero de Ecoteva se pagaron las hipotecas de las casas de Toledo en Chacarilla y Punta Sal.
• Esclarecer las declaraciones de los testigos Paul Allemant y Pedro Silva Chueca. El primero lo vinculó con la casa en Las Casuarinas y el segundo dijo que Toledo negoció la compra de la oficina en Surco.
