Luces y sombras de la actuación de los medios en el régimen militar – Diario La Tercera, Chile

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El siguiente editorial responde exclusivamente a la visión de este medio 

EN ENTREVISTA con este diario, el Presidente de la República se refirió al rol jugado por diversos sectores frente a los abusos y atropellos a los derechos humanos cometidos durante el régimen militar. Entre otros, el Mandatario aludió al rol de los periodistas “que titularon sabiendo que lo publicado no correspondía a la verdad”.

No es primera vez que se cuestiona el deber de información de quienes desempeñaron funciones editoriales en medios de comunicación durante los años anteriores y posteriores al Golpe Militar de 1973. Las críticas han abarcado desde la omisión hasta la incitación a la violencia, pasando por el ocultamiento de información y la publicación de noticias falsas. Algunos sectores reclaman una revisión de estas responsabilidades por parte de los actuales editores de esos mismos medios de comunicación.

Sin embargo, el propio Presidente traza una distinción importante al momento de aludir a los profesionales de la prensa y no a los medios de comunicación, ya sea porque se trata de empresas periodísticas que han cambiado de propiedad o porque respondieron a decisiones editoriales que no fueron, necesariamente, conocidas o compartidas por la totalidad de sus trabajadores o controladores. En palabras más simples, porque la generalización en estos casos es siempre enemiga de la justa evaluación de los hechos ocurridos y de las eventuales responsabilidades. Una mínima prudencia llama a resistir la tentación de realizar hoy un análisis sobre la manera en que se desempeñaron profesionales que se vieron enfrentados a circunstancias extraordinarias, en un clima político de alta polarización y bajo severas restricciones. Al tratarse de responsabilidades individuales, es la propia conciencia de cada uno de ellos la llamada a evaluar sus actuaciones y a decidir si corresponde pedir perdón.

A los medios actuales les cabe reconocer sus respectivas historias, sin obviar ni esconder los comportamientos condenables en que se cayó en ocasiones, y también los esfuerzos que desarrollaron instituciones como la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) para defender la libertad de expresión durante los complejos años que siguieron a la intervención militar. Un compromiso que la prensa mantiene hasta hoy, pero reforzado en la actualidad por el conocimiento y convencimiento de que los errores del pasado no pueden volver a producirse.

Corresponde, por lo mismo, sacar lecciones de lo sucedido tanto antes como después del 11 de septiembre de 1973. Sin duda que la principal es que los medios informativos están obligados a informar y a evitar el exacerbamiento de las posiciones, tratando de informar y orientar con ponderación acerca de los acontecimientos que se desarrollan en la sociedad, sin adoptar posturas extremas ni atrincheramientos ideologizados que los ponen al servicio de una causa extraña a los valores que deben inspirarlos: la independencia, la objetividad y el compromiso con la búsqueda de la verdad. Para eso es necesario promover el valor de la libertad de expresión, exigiendo que los diversos actores la cuiden al ejercerla de manera responsable. Bien utilizada, ella sirve como un eficiente vehículo de control, al exponer los excesos de las autoridades y someter al escrutinio y la crítica pública las decisiones que estas adoptan.

http://diario.latercera.com/2013/09/11/01/contenido/opinion/11-146096-9-luces-y-sombras-de-la-actuacion-de-los-medios-en-el-regimen-militar.shtml

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