Comisión boliviana presentará documentación de procesos contra Pinto a Fiscalía de Brasil
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, informó el lunes que la comisión boliviana formada por autoridades del Ministerio de Gobierno, Transparencia, Justicia y del Ministerio Público presentará la documentación de los juicios pendientes del senador opositor Roger Pinto a la Fiscalía del Brasil, tras haber remitido esa documentación al Gobierno de ese país anteriormente.
‘En este caso se presentará la documentación a la justicia, a la Fiscalía, a esos organismos, porque el Gobierno boliviano presentó a su par al Gobierno de Brasil cuando fue oportuno, cuando nos dimos cuenta que no sabía la presidenta Dilma Rousseff qué caso era ese (de Pinto) no tenía antecedentes, ahí presentamos la documentación, pero esta vez es una presentación a otras instancias como el Poder Judicial y el Ministerio Publico’, explicó.
Sostuvo que el Gobierno boliviano encara la etapa de presentar las pruebas y los antecedentes de los procesos pendientes contra Pinto para que el Consejo Nacional del Refugiado (Conare) determine si compete el refugio o no.
‘Solamente estamos en esa situación, si Conare dice que el refugio del señor Pinto no es posible debido a que hay antecedentes en el área judicial en Bolivia, en los tribunales judiciales, haya procesos, si dice que no compete simple y llanamente el Gobierno de Brasil y las autoridades tienen que expulsar a Pinto y eso no es ningún pedido de extradición’, fundamentó.
La Ministra de Comunicación dijo que en caso de que el Conare declare procedente el refugio de Pinto, entonces Bolivia presentará una solicitud de extradición ante ese país.
Pinto permaneció hasta el viernes 23 en la legación brasileña en La Paz, donde se refugió el 28 de mayo de 2012 para no someterse a la justicia ordinaría, que lo sentenció, en un sólo caso, a un año de presidio por daños económicos al Estado calculados en al menos 1,7 millones de dólares.
Según fuentes extraoficiales, Pinto salió de La Paz a bordo de un automóvil diplomático y militares brasileños lo acompañaron durante el viaje de 22 horas hasta la localidad de Corumbá, en la frontera con Bolivia.
