Embajadora de EEUU interviene en campaña electoral

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Editorial El Mundo, El llamado de la embajadora Aponte a los candidatos

El país necesita consensos básicos, respeto a la institucionalidad, apoyo al sector privado y mejorar el clima de seguridad. La exhortación de la embajadora Aponte es correcta.

Los buenos amigos siempre le dicen a uno la verdad y en la cara. Lo que la embajadora de los Estados Unidos hizo el martes fue una fuerte exhortación a las necesidades básicas de los salvadoreños, de cara a los comicios presidenciales del 2014 y el futuro incierto que tenemos.

La embajadora advirtió en su discurso que Estados Unidos quiere ver al país “salir de su actual malestar económico, mejorar su situación de inseguridad y proporcionar un futuro mejor para todos los salvadoreños”.

Su discurso es una colección de reflexiones que desde la clase política y empresarial hasta el último salvadoreño interesado en su futuro, debería analizar a profundidad.

Aponte nos ha invitado a reflexionar sobre “una visión común de país”, algo de lo que carecemos. Los salvadoreños hemos pasado los últimos años más empeñados en encontrar puntos de discordia que puntos de convergencia. Vivimos en un país donde la clase política se encuentra desconcentrada por su mezquindad extrema, provocando permanentes crisis institucionales como podemos ver en el empeño de acabar con la independencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.

El Salvador, como bien lo aconsejó la diplomática, necesita tener en mente sus prioridadesy tomar pasos para alcanzarlas.

Que necesitamos una visión compartida, está claro, solo así podemos alcanzar el desarrollo que tanto ansiamos y una administración pública eficiente, proba y que responda a las necesidades del país. ¿Podrá nuestra clase gobernante, nuestra clase política y nuestra clase empresarial lograr esos consensos elementales que necesitamos?

Pues tendrán que lograrlo tarde o temprano porque si no el país entrará en una debacle sin precedentes, fruto de sus luchas intestinas, sus mezquindades y su falta de visión de nación.

http://elmundo.com.sv/el-llamado-de-la-embajadora-aponte-a-los-candidatos

 

Discurso de la embajadora Mari Carmen Aponte

 

Buenos días — es un gran placer para mí estar hoy aquí con todos ustedes. Luis, muchas gracias por invitarme a participar en este conversatorio. Valoro mucho esta oportunidad para ofrecer nuestro punto de vista, para la consideración de la sociedad civil de El Salvador.

Siento que debo empezar por explicar por qué, como embajadora de EE.UU en El Salvador, estoy aquí para contribuir a una conversación que – de una manera muy fundamental – pertenece a los salvadoreños, y sólo a los salvadoreños. La explicación es simple: El Salvador no tiene un socio más fuerte, más comprometido que Estados Unidos. Desde 1961, el gobierno de Estados Unidos ha proporcionado más de $ 5 mil millones en asistencia para el desarrollo a través de su Agencia para el Desarrollo Internacional, USAID.  También, la Corporación del Reto del Milenio, MCC, está considerando la posibilidad de dar un segundo acuerdo a El Salvador, además del Fomilenio I que felizmente terminó con éxito el año pasado.

Estos ejemplos se suman a una amplia gama de programas de cooperación compartidos, principalmente, bajo el Asocio para el Crecimiento.

Estados Unidos quiere ver a El Salvador salir de su actual malestar económico, mejorar su situación de seguridad y proporcionar un futuro mejor para todos los salvadoreños. En primer lugar, esto es importante para los estadounidenses en un nivel humano sencillo – nuestros dos países están unidos por lazos de familia y por nuestra historia compartida. Los estadounidenses saben – a menudo de una manera muy personal, directa – que muchos salvadoreños han tenido que sortear dificultades y largas separaciones de sus seres queridos, porque no pueden mantener a sus familias a través de un trabajo seguro en El Salvador. Y como es natural, nos duele ver que un amigo sufra.

Una segunda razón, igual de simple, es que el desarrollo de El Salvador, la mejora de la seguridad y el crecimiento económico son importantes para el interés de  nuestras dos naciones. Un El Salvador fuerte y democrático tendrá más capacidad de contribuir a la prosperidad y la seguridad regional, y se beneficiará de ella.

Es obvio para cualquier persona que se preocupa por El Salvador, que estos son tiempos muy difíciles, agravados por la crisis económica global. Pero la adversidad también abre oportunidades: Este es el momento ideal para que los salvadoreños reflexionen sobre una visión común para el país, y poder así definir qué acciones van a ser importantes para hacer que este país siga adelante.

Como muchos de ustedes saben, Estados Unidos ha tenido sus momentos difíciles, estos incluyen la Gran Depresión en la década de 1930. Muchos estadounidenses tuvieron que abandonar sus hogares, lo perdieron todo y algunos incluso murieron de hambre – algo que la mayoría de nosotros no podemos siquiera imaginar en estos momentos. La tasa de desempleo alcanzó casi el 25 por ciento, una cifra que supera con creces la tasa actual de desempleo de El Salvador . El presidente Franklin Delano Roosevelt – que dirigió el país en ese tiempo tan oscuro – instó a los estadounidenses a  “Mantener sus ojos en las estrellas y sus pies sobre la tierra”.

Creo que este consejo se aplica aquí. Es necesario tener en mente las prioridades más importantes del país, pero también es igual de importante tomar los pasos necesarios, a menudo difíciles, para alcanzar esas prioridades.

El Salvador se está acercando rápidamente a una campaña electoral presidencial que será muy competitiva. Un nuevo presidente traerá nuevas ideas, nuevas personas y nuevos programas gubernamentales.

Por eso, antes de seguir, quiero dejar muy claro el siguiente punto: Estados Unidos tiene un respeto absoluto e inquebrantable por la democracia en El Salvador, y por la voluntad del pueblo salvadoreño. Hemos trabajado con cada uno de los gobiernos democráticamente electos, y queremos continuar una relación productiva y de colaboración con el nuevo gobierno que resulte electo el próximo año.

Sin importar quién gane, el nuevo presidente iniciará su gobierno en junio de 2014 y se encontrará con un país que aún estará siendo afectado por altos niveles de criminalidad, una economía en dificultades,  incertidumbre fiscal y insuficiencias institucionales.

Las campañas presidenciales en todos los países inevitablemente ponen en relieve las diferencias, pero la temporada electoral también se puede utilizar para explorar objetivos comunes y crear un consenso en torno a cuestiones clave.  Espero ver que la sociedad civil salvadoreña juegue un papel importante en este proceso.

El Salvador necesita una visión compartida para el desarrollo nacional y una vision de naciónque identifique y promueva los objetivos sectoriales vitales para el desarrollo – sin importar qué partido esté en el poder. Es fundamental identificar las prioridades clave que trascienden la política y la administración pública, y que éstos sean objetivos claros que los salvadoreños puedan apoyar universalmente.

Y si bien es cierto que como socios, hemos estado presentes buscando soluciones para muchos problemas, Estados Unidos no tiene todas las respuestas. Los líderes de El Salvador y el pueblo salvadoreño necesitan definir una visión nacional salvadoreña. Lo que sí puedo decir, tomando ejemplo de las experiencias de otras naciones, es que cuatro cosas me parecen claras:

En primer lugar, una visión de nación para el desarrollo económico tiene que mirar más allá de las fronteras de El Salvador. A través de acuerdos de comercio como el CAFTA-DR y otros, El Salvador tiene la oportunidad de ampliar las exportaciones a nivel mundial, así como en la región centroamericana. Esto incluye mejorar la imagen de El Salvador como un centro de servicios y mejorar el producto turístico del país. Esto requiere de un análisis estratégico y de inversión en competitividad, para ser capaces de responder a mercados nuevos y cambiantes.

En segundo lugar, una visión de nación debe fortalecer los sectores clave, tales como la infraestructura, la salud, la educación y el medio ambiente. Por ejemplo, en el campo de la educación, El Salvador ha alcanzado la escolarización universal en la enseñanza primaria, pero aún hay rezagos en la educación secundaria de calidad; y más aún, pocos todavía tienen la oportunidad de asistir a la universidad. El Salvador debe llegar a un consenso sobre la inversión en la educación en todos los niveles. El país no puede competir en la economía global sin una fuerza de trabajo bien educada y preparada.

En tercer lugar, es necesario que exista un fuerte enfoque en ofrecer  un clima de inversión favorable. La economía de El Salvador se beneficiaría enormemente de un énfasis nacional en la atracción de inversiones, una estrategia del gobierno para agilizar trámites de negocios, en la que el Estado de Derecho regule las transacciones comerciales.  El Salvador necesita programas que apoyen activamente el desarrollo de micro, pequeñas y medianas empresas. Tales medidas podrían enviar señales positivas a los inversionistas.

En cuarto lugar, y el más importante, una visión de nación para el desarrollo necesita una base sólida. Ese fundamento consiste en el Estado de Derecho, la seguridad ciudadana y el buen gobierno, con el apoyo de instituciones democráticas fuertes. Mientras que el crecimiento económico depende del liderazgo del sector privado, el gobierno debe ser eficaz en asegurar las condiciones políticas y regulatorias para el crecimiento.

Creo que Estados Unidos puede seguir contribuyendo a una visión salvadoreña para el desarrollo nacional, a través del Asocio para el Crecimiento.

El  Asocio es una iniciativa de cooperación bilateral que no puede, en sí misma, ser llamada una visión de nación. Sin embargo, los objetivos del Asocio pueden ser una parte importante de esa visión, ya que tratan de abordar los obstáculos fundamentales para el crecimiento.

El Asocio tiene dos grandes fortalezas. En primer lugar, su estrategia tiene una sólida base analítica – que en sí misma puede ser un modelo para el desarrollo de una visión de nación y la identificación de acciones concretas para implementar dicha estrategia. En 2010, un equipo técnico conjunto de economistas del gobierno de Estados Unidos y de El Salvador, llevó a cabo un análisis de las barreras al crecimiento económico en El Salvador.  Esta evaluación identificó al crimen e inseguridad y la baja productividad en el sector de los bienes transables como las barreras, o restricciones, más críticas.

En segundo lugar, El Salvador y Estados Unidos formularon y lanzaron en 2011 un Plan de Acción Conjunto que identifica las actividades más importantes para superar estas restricciones. Este plan conjunto documenta los compromisos que el gobierno de El Salvador y el gobierno de Estados Unidos tienen bajo esta iniciativa. Los objetivos son ambiciosos – nuestros ojos estaban puestos en las estrellas.

Para aquellos que aún no están familiarizados con el Asocio, aquí están los puntos básicos: el plan de acción conjunto define 14 objetivos en el ámbito de la seguridad, y 6 más en el área de los bienes transables. Por «transables» nos referimos a la capacidad de El Salvador para exportar bienes y servicios, a través de la inversión en la educación, la productividad y la competitividad.

Los catorce objetivos de seguridad están enfocados en el fortalecimiento de las instituciones, y la prevención de la delincuencia y la violencia.

Por ejemplo, los programas del Asocio para el Crecimiento están dándole a los jóvenes en zonas con alta incidencia de violencia, de pandillas o de criminalidad otras opciones para invertir su tiempo, que incluyen entrenamiento vocacional y actividades después de la escuela. Nuestra estrategia es inclusiva por naturaleza, el Asocio apoya un incremento de la participación de líderes comunitarios en la prevención del crimen a través de su participación en los Concejos Municipales de prevención de la Violencia.

El Asocio apoya la profesionalización de la policía y otras entidades encargadas de la aplicación de la ley.

Estamos trabajando reformas en el sector judicial para ser más efectivo y eficiente.

También creemos que la extradición es un instrumento muy importante para mejorar la seguridad – los acusados ​​de delitos graves no deberían ser capaces de simplemente cruzar una frontera para evitar la persecución. El Salvador no puede, ni debe ser un refugio para criminales.

Un individuo que ha cometido crímenes en Estados Unidos y que ha huído de la justicia viniéndose a El Salvador, muy probablemente esté cometiendo crímenes aquí también. Es en nuestro mutuo interés sacar a esos delincuentes de las calles y lograr que respondan ante la justicia. Estamos trabajando con la Corte Suprema en pleno en esta área.

Eso, en Seguridad. En el apartado de los Transables, se identificaron seis objetivos del Asocio para el Crecimiento. Estas son medidas concretas para apoyar y fortalecer el clima de inversión de El Salvador, invertir en la fuerza laboral del país y ayudar a que hacer negocios en El Salvador sea más competitivo.

Los equipos técnicos han logrado presentar a la Asamblea Legislativa los anteproyectos de Ley de Estabilidad Jurídica, Ley de Firma Electrónica, y Ley de Asocios Público-Privados – esta última aprobada en mayo.  Además se han presentado propuestas de reformas a la Ley de Zonas Francas y a la Ley de Servicios Internacionales –que también fueron aprobadas durante el primer semestre de este año.

Se espera que estas propuestas y nuevas leyes restaurarán la confianza de los inversionistas.

Nuestros dos gobiernos están trabajando con el sector privado para ofrecer entrenamiento y oportunidades de trabajo a los jóvenes. Sólo este último año, 1,763 jóvenes han obtenido su primer empleo como resultado de este esfuerzo.

También, a través del Asocio, Estados Unidos y El Salvador están colaborando para fortalecer el sector de la aeronáutica, la inversión en energía limpia y el acceso a mercados globales para las pequeñas y medianas empresas.

Por ejemplo, no es casualidad que los elementos del Asocio coinciden con varios objetivos políticos importantes del gobierno del presidente Funes. Esto se debe a que nuestro análisis conjunto identificó – creo correctamente – las restricciones más desafiantes para el crecimiento de El Salvador.

La actual administración, por ejemplo, cita a menudo los proyectos, que se encuentran en el Asocio, como prioridades nacionales críticas. Estos incluyen el desarrollo del Puerto de La Unión, la ampliación del aeropuerto internacional, y otros grandes proyectos de infraestructura. Este gobierno actual también se ha esforzado por fortalecer PROESA, y ha promovido una nueva legislación de inversión para mejorar la experiencia de «hacer negocios» en El Salvador.

La ejecución de estos proyectos a gran escala llevará tiempo. Algunos han criticado al Asocio – que está tan sólo en su segundo año de implementación, de cinco – porque aún no se ha traducido en mejoras importantes a nivel macro en El Salvador. Sin embargo, con toda honestidad, no podemos esperar mejoras macro hasta que estos grandes proyectos estén en plena ejecución y, en muchos casos, hasta que estos estén finalizados.

Los cambios no suceden de la noche a la mañana, el desarrollo sostenible a largo plazo lleva años, requiere de una estrategia estable, y a menudo tiene que seguir de una presidencia a otra. El primer convenio de la MCC, conocido como FOMILENIO, se inició durante el gobierno del presidente Saca, y se llevó a cabo durante el gobierno del presidente Funes. El Asocio para el Crecimiento ha comenzado durante el gobierno del presidente Funes, y dará su fruto más grande en la próxima administración presidencial.

Del mismo modo, nuestro compromiso con El Salvador trasciende las administraciones presidenciales de los Estados Unidos. Como todos ustedes saben, el gobierno del presidente Obama ha establecido un enfoque especial que hace hincapié en la asociación, el respeto mutuo y el reconocimiento de que el éxito se logra cuando colaboramos en temas comunes.

El éxito del Asocio para el Crecimiento, en última instancia, dependerá en gran medida de la participación de la sociedad civil. Hay un espíritu renovado de cooperación público-privada en varios proyectos del Asocio, y me gustaría felicitar a los miembros del Consejo de Crecimiento – entidad creada bajo el Asocio – por su liderazgo en la mejora del diálogo entre el sector privado y el gobierno.

Es importante que la sociedad civil examine y discuta las metas y los resultados del Asocio. El plan de acción conjunto del Asocio y los informes de progreso semestrales, son documentos públicos. Invito a la sociedad civil a que analice cómo el Asocio y su metodología podrían servir como un insumo importante para una visión de nación de El Salvador.

Tal como he dicho antes, necesitamos más tiempo para ver el impacto total del Asocio.  Me doy cuenta de que, en muchos sentidos, el Asocio para el Crecimiento se basa en muchas acciones complejas e interrelacionadas por parte de ambos gobiernos que tal vez no están tan a la vista para todos los salvadoreños. Todos queremos ver resultados tangibles, y queremos verlos pronto.

Pero permítanme compartir una perspectiva con la cual creo que muchos salvadoreños se pueden identificar.

El Asocio busca fortalecer las instituciones, el imperio de la ley y un panorama económico equitativo y competitivo. Se esfuerza por centrar los esfuerzos del gobierno en los proyectos e iniciativas que proporcionan valiosos servicios a la ciudadanía, desde la simplificación del registro de empresas hasta asesoría a las pequeñas empresas, y la profesionalización de la fuerza laboral.

¿Qué pensarían si les dijera que grandes cantidades de salvadoreños ya están prosperando exitosamente en un ambiente así?

Estoy pensando en los emprendedores salvadoreño-estadounidenses, quienes son una fuerza respetada y productiva dentro de la economía de Estados Unidos.

Los salvadoreños ya están compitiendo con éxito y contribuyen en un país que es líder en el poder económico, la innovación, la educación, la competencia, y el estado de derecho. Estas son las mismas condiciones importantes que el Asocio busca establecer en El Salvador.

Si los salvadoreños pudieran beneficiarse aquí en El Salvador de algunas de las ventajas institucionales disponibles en los Estados Unidos, podría haber un auge de la productividad y crecimiento económico nunca antes visto en este país.

Esta es una iniciativa ambiciosa. Pero creo que también es realista. El Asocio para el Crecimiento puede ser una parte para alcanzar una visión de nación para El Salvador.

Antes de finalizar, quiero agradecer de nuevo la oportunidad de estar aquí. Espero que hoy se dé un vibrante intercambio de ideas y que este dé lugar a muchas discusiones más productivas en los próximos meses sobre el futuro de este país.

Repito – con gran optimismo, y con el gran cariño que tengo en mi corazón para El Salvador:

Tal como lo dijo el Presidente Roosevelt,

«Mantengamos los ojos en las estrellas y los pies sobre la tierra.»

Muchas gracias

 

http://spanish.sansalvador.usembassy.gov/discursos/2013/0730.html

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