Organizaciones campesinas denuncian el aumento de asesinatos en Centro América
Representantes de la C
oordinación Latinoamericana de Organizaciones del campo (CLOC)/Vía Campesina de América Central, junto con comunidades guatemaltecas, informan que creció la criminalización contra la lucha de los indígenas y los movimientos campesinos. Los países donde han aumentado el número de asesinatos, detenciones, persecuciones e intimidación Han sido Honduras, Panamá y Guatemala.
Sólo en Honduras en los últimos tres años, fueron 115 campesinos y campesinas asesinados y alrededor de 3 mil, procesados debido a sus luchas por la tierra. Según el informe de la CLOC, en Guatemala y Panamá, creció el número de dirigentes detenidos, perseguidos y asesinados, así como los desalojos violentos y la remilitarización de las comunidades.
El elevado número de familias desalojadas de su tierra es el resultado de las políticas gubernamentales y la interferencia de las empresas transnacionales que invierten en monocultivos. Estas iniciativas han provocado el empobrecimiento de miles de familias. Ante tal situación, según evaluación de la CLOC, es importante denunciar ante el mundo lo que está pasando con los pueblos de la región.
La CLOC Vía Campesina de Centroamérica también expresa su solidaridad con los pueblos del Bajo Aguán, Valle de Sula y Río Blanco, en Honduras; con las 12 comunidades de San Juan Sacatepéquez, Santa Cruz Barillas, las comunidades del Valle del Polochic de Santa María Xalapan, San Rafael las Flores, San José Del Golfo, los 48 rincones de Totonicapán, entre otros. También expresó su solidaridad con el pueblo de Panamá. Los líderes sociales de estos países también recibieron expresiones de apoyo.
Los representantes del Movimiento Campesino Internacional y CLOC/ Campesina solicitan al Estado de Guatemala que detenga las políticas de represión y criminalización contra los defensores de la vida y la tierra; exigen respeto a la vida humana, con la petición de adoptar políticas públicas orientadas a los derechos humanos; y demanda a los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, para vigilen y denuncien las violaciones que sufren los pueblos de esos países.
Los representantes anuncian manifestaciones pacíficas que se llevará a cabo en los países de la región y en cada uno de estos países será formulada una petición a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con el fin de solicitar protección para los líderes y comunidades que luchan por el respeto a la vida.
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