«La forzada pacificación en la derecha para salvar plantilla parlamentaria» Ivonne Agurto
Ya está instalado en el Gobierno y en la Alianza que, con más o menos reparos, el Consejo General de Renovación Nacional el 10 de agosto va a terminar por respaldar la candidatura presidencial de Evelyn Matthei, más allá de la reticencia que el presidente del partido, Carlos Larraín, sigue manifestando hacia la ex ministra de Trabajo. Entre los dirigentes de Renovación, la explicación del respaldo a Matthei es una sola: el partido no puede pagar los costos de aparecer como el factor de división en la derecha menos aún a meses de la elección presidencial y parlamentaria.
En esta línea, fuentes consultadas por The Clinic Online coinciden en que la cúpula encabezada por Larraín quedó debilitada en su arremetida por imponer un candidato de la colectividad tras la marginación de Andrés Allamand de la competencia y apuntan a que la dirigencia va a optar en esta etapa por calmar las aguas para concentrarse en las campañas parlamentarias -varias de las cuales Larraín ayuda a financiar- y evitar una debacle en noviembre cuya consecuencia directa sería entregar el manejo de la colectividad al piñerismo.
Según confidencian en el conglomerado, las encuestas, pese a que no tienen la credibilidad de antaño, continúan siendo preocupantes para la derecha y las posibilidades de doblaje de la oposición se mantienen en cerca de diez distritos y en un par de senaturías. De ahí que el esfuerzo esté centrado en el trabajo en terreno de los candidatos al Congreso y se haya optado como estrategia el contener las disputas del bloque.
Esta mirada sobre “salvar” a los diputados y senadores estaría en la rápida conversión a favor de Matthei que tuvo, por ejemplo, el diputado Nicolás Monckeberg quien fue generalísimo de Allamand y uno de los primeros en cuadrarse con la postulante de la UDI. “Nicolás compite por el distrito 18 (Cerro Navia, Lo Prado y Quinta Normal) y esa es una diputación especialmente frágil que se ganó en el pasado porque el PRI fue por fuera, entonces era uno de los más perjudicados con la indefinición en la Alianza. Los parlamentarios quieren hacer campaña y no seguir en peleas”, asegura una alta fuente de la directiva.
Sobre este punto, cercanos a Allamand afirman que, tras la polémica de la semana pasada, en que circularon dos cartas de consejeros cuestionando la trayectoria de Matthei, la mayoría de los integrantes de esta instancia optó por bajarle el perfil a la discusión interna y cuadrarse con la única figura que sigue en competencia en la derecha para enfrentar a Michelle Bachelet.
Esta forzada pacificación no implica, aclaran en Renovación, que la desconfianza con la UDI se haya superado, en especial luego de que el gremialismo analizara hace unos días seguir cambiando candidatos al parlamento y no sólo levantar a Laurence Golborne en la Metropolitana Oriente, sino además trasladar a Ena Von Baer a competir por una diputación a El Bosque con el secretario general de RN, Mario Desbordes, posibilidad que finalmente se abortó.
Tampoco se traduce en que se supere el distanciamiento entre Larraín y el Presidente Piñera. De hecho, el senador declinó -por razones de agenda- asistir al almuerzo que el viernes organizó el jefe de Estado con la directiva y los integrantes de la Comisión política del partido.