Desaceleración en la economía China impacta a Latinoamérica

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El crecimiento de China, la segunda economía mundial y principal destino de las exportaciones de Brasil y Chile y segundo para Perú, Cuba y Costa Rica, se desaceleró entre abril y junio a 7.5 por ciento. Es el noveno de 10 trimestres en que el PIB del gigante asiático se debilita. La contracción del crecimiento se explica por el declive de la productividad, es decir que los mismos volúmenes de inversiones ya no generan la misma rentabilidad que antes, así como por unentorno internacional que continúa siendo débil y difícil, lo que afecta a los exportadores, explicó Sheng Laiyun, portavoz de la oficina nacional de estadística (NBS).

Desde la investidura del presidente Xi Jinping, su nuevo equipo puso el acento en la reactivación del consumo interno antes que en las exportaciones o las inversiones, factores tradicionales de crecimiento en China, para depender menos de los dos últimos rubros. La inversión fue el mayor impulsor de su desarrollo económico en el primer semestre, contribuyendo con 4.1 puntos porcentuales a la tasa de 7.6 por ciento, mientras que el consumo aportó 3.4 puntos porcentuales y las exportaciones netas representaron 0.1 puntos porcentuales, dijo la oficina.

Otra señal negativa es que el alza de la producción industrial china se frenó en junio a 8.9 por ciento interanual, contra 9.2 por ciento en mayo. Y es que el principal pilar de la economía china sigue siendo el sector manufacturero (más de 40 por ciento del PIB): De forma general, cuando la actividad manufacturera se tambalea, arrastra con ella el crecimiento, explicó Yao Wei, economista de la Société Générle en Hong Kong.

China había registrado en junio una caída inesperada de su excedente comercial. Ya van cinco trimestres consecutivos que el crecimiento chino está por debajo de 8 por ciento, una señal evidente de dificultades para el país, uno de los principales motores de la actividad económica mundial, estimó Ren Xianfang, analista de IHS Global Insight.

Para los economistas del banco ANZ, esta desaceleración permanente del crecimiento económico siembra la duda sobre la capacidad del país de alcanzar el objetivo oficial, adoptado en marzo, de un alza de 7.5 por ciento del PIB en 2013.

Una mujer utiliza su teléfono mientras camina en la lluvia frente a un cartel con las palabras «China, ¡adelante!» en Pekín. El gobierno de China se enfrenta a nuevas presiones para estimular una economía cuyo crecimiento cayó a su tasa más baja desde 1991, afectada por la debilidad del comercio y los esfuerzos por enfriar un auge del créditoFoto Ap

El mismo ministro de Finanzas, Lou Jiwei, revisó el jueves a la baja esta previsión, evocando una tasa esperada de crecimiento del PIB de 7 por ciento. El portavoz de la NBS acotó por su parte que no debería haber ningún problema para alcanzar el objetivo de crecimiento fijado para este año.

La cifra oficial concuerda con las estimaciones de los analistas, que esperaban esta desaceleración del crecimiento del gigante asiático luego de marcar un crecimiento de 7.7 por ciento en el primer trimestre. En el conjunto de los seis primeros meses del año la economía del país creció 7.6 por ciento, indicó la NBS. En 2012 China registró un crecimiento de 7.8 por ciento, el más débil en 13 años.

Efectos en naciones emergentes

Después de la crisis mundial de 2008 las materias primas pasaron a ser 60 por ciento de los productos de exportación a China de las economías de América Latina, por lo que la contracción de la potencia asiática les traerá efectos negativos la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que las exportaciones chinas se componen principalmente de bienes manufacturados, en tanto las de América Latina y el Caribe son materias primas.

El freno en el crecimiento económico de China tiene un efecto dominó en el resto del mundo, que se pregunta si Pekín logrará forjar un crecimiento equilibrado. Ya que para muchos –desde los proveedores de petróleo, como PDVSA, acero o cobre hasta los fabricantes de automóviles o maquinaria–, el gigante asiático, que es además la fábrica del mundo, es uno de los principales motores del crecimiento de los países desarrollados así como de los emergentes.

“La desaceleración de China tiene un impacto creciente en las naciones vecinas en Asia; la caída en la demanda china, en particular en materias primas, pesa no sólo en las economías emergentes sino en otras maduras como Austría, comentó Ishaq Siddiqi, analista de ETX Capital.

http://www.jornada.unam.mx/2013/07/16/economia/023n1eco

 

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