Cuba estrecha vínculos comerciales con Brasil
Cuba estrechó en las últimas semanas los lazos con Brasil, el principal inversionista y uno de los más firmes socios comerciales de la isla, informaron medios locales de comunicación.
En la semana que concluye el ministro cubano de Turismo, Manuel Marrero, visitó Brasil en el vuelo inaugural de la compañía Cubana de Aviación, que reanudó el enlace aéreo entre La Habana y Sao Paulo, según el semanario económico «Opciones».
Acompañado de una delegación integrada por representantes de la esfera turística de Cuba, Marrero tuvo encuentros y reuniones con directivos de agencias de viajes y turoperadores brasileños, así como con altos funcionarios de la denominada industria sin chimenea.
Marrero se reunió con el ministro brasileño de Turismo, Gastao Dias Vieira, con quien acordó fortalecer la colaboración y trabajar para facilitar las inversiones en esa esfera entre las dos naciones.
Dias Vieira y Marrero firmaron un memorando de entendimiento, en el cual se establece el interés de ambas partes para explorar las posibilidades de incrementar el flujo de turistas hacia la isla y viceversa, así como examinar las posibilidades de inversión en la denominada «industria sin chimenea» (turismo).
La llegada a Cuba de turistas brasileños tiene una tendencia ascendente en la última década.
El pasado año visitaron la isla 16.000 vacacionistas procedentes de la nación sudamericana.
Las Asociaciones Brasileñas de Operadores de Turismo (Braztoa) y de Agencias de Viajes (ABAV) acordaron realizar sus respectivos Congresos en La Habana, lo cual constituirá una gran oportunidad para que conozcan la variada oferta cubana.
El grupo brasileño Odebrecht, a través de su subsidiaria independiente Compañía de Obras en Infraestructura (COI), ejecuta en Cuba el proyecto de ampliación del puerto del Mariel, la más importante inversión extranjera en marcha en la isla.
Desde 2010 se trabaja para convertir a Mariel, ubicado unos 50 kilómetros al oeste de La Habana, en uno de los complejos portuarios más importantes de Cuba, con una inversión de unos US$800 millones, financiada en 80% por el estatal Banco Nacional de Desarrollo brasileño.
El financiamiento del enclave portuario, considerado como una plataforma comercial clave si Estados Unidos levanta el bloqueo a la isla, se compone de un crédito dividido en cuatro pagos que permitirá que la rada esté en condiciones de operación en 2014.
En la central provincia de Ciego de Avila, a unos 400 kilómetros al este de La Habana, se aplica un programa técnico brasileño en la siembra de unas 6.000 hectáreas de soya en la empresa Cubasoy, que próximamente se extenderá unas 40.000 hectáreas.
También la subsidiaria COI se encarga de la administración de la gestión productiva de la refinería azucarera «5 de septiembre», situada en la provincia de Cienfuegos, a unos 260 kilómetros al sudeste de La Habana.
Además de apoyar la revitalización del deprimido sector azucarero cubano, la gestión brasileña tiene el objetivo de incrementar la producción de azúcar y la capacidad de molida de caña.
El proyecto abrió al capital extranjero la industria azucarera de la isla, cuya producción ha caído en picada desde unos ocho millones de toneladas en la década de 1970, hasta apenas 1,2 millones de toneladas en la última zafra.
El gobierno cubano impulsa un programa de modernización de la centenaria industria azucarera, el cual incluye el cambio de las antiguas cosechadoras KTP, de tecnología soviética, por máquinas brasileñas más eficientes. De acuerdo con el ministerio de Exteriores de Brasil, el comercio bilateral se multiplicó por siete en los últimos diez años, hasta el récord de US$661,6 millones en 2012.
En la actualidad los dos países cooperan en sectores como biocombustibles, construcción civil, transportes, seguridad alimenticia y salud y estudian otros campos de intercambio como la transferencia de tecnología cubana para la producción de medicamentos que no se producen en Brasil.
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