Tras el plebiscito de status, vocero de la Casa Blanca dice que el Congreso de EEUU deberá “atender el reclamo de los puertorriqueños”
Casa Blanca se expresa sobre plebiscito de Puerto Rico
El secretario de Prensa de Casa Blanca, Sean Spicer, se expresó ayer sobre el resultado del plebiscito, en que la estadidad salió favorecida aunque se registró una baja participación.
“La gente habló en Puerto Rico. Es algo que el Congreso tiene que abordar”, expresó Spicer en una rueda de prensa.
Añadió que este es un proceso que se “tiene que trabajar a través del Congreso”.
De inmediato, La Fortaleza tomó la expresión como los primeros efectos del plebiscito en la Capital federal. “Ahora es el turno del Congreso de los Estados Unidos de tomar acción y atender el reclamo de los puertorriqueños. Tal y como adelantamos, la expresión democrática del Pueblo en el plebiscito tiene peso y esta misma semana el gobernador Ricardo Rosselló Nevares estará comunicando los resultados del plebiscito tanto al Congreso como la Casa Blanca”, sentenció en expresiones escritas, Ramón Rosario, secretario de Asuntos Públicos de La Fortaleza.
El plebiscito celebrado este domingo contó con un 22 % de participación del total de electores hábiles para votar, por lo que el resultado a favor de la estadidad fue debatido por diversos grupos, que antes habían promovido boicot por entender que el proceso estaba “amañado”.
El resultado oficial de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) refleja que votaron 518 mil personas, donde un 97 % favoreció la estadidad, 1.5 % la libre asociación e independencia, y un 1.3 % el actual estatus territorial.
Justicia federal no avala el plebiscito
El plebiscito propuesto por el gobernador Ricardo Rosselló, no cuenta con el aval del Departamento de Justicia federal, y por tanto, con los $2.5 millones asignados por el Congreso para una consulta no vinculante sobre el estatus.
En una carta enviada hoy a Rosselló por el fiscal asociado adjunto, Dana Boente, comunican al gobierno local que “el Departamento de Justicia no puede notificarle al Congreso que aprueba los materiales del plebiscito” y que no se liberarían los fondos.
“El Departamento de Justicia concluyó que la papeleta del plebiscito no es compatible con las políticas (del Congreso), ya que no está redactada en una forma en que garantiza que los resultados reflejarán con precisión la voluntad de las personas de Puerto Rico. Como está redactada omite el estatus actual y propone como única opción dos alternativas: la estadidad y la libre asociación/independencia”, reza la carta firmada por la funcionaria federal.
La postura oficial de la administración del presidentes republicano Donald Trump, es que cualquier plebiscito debe incluir el estatus actual, o “de otra forma habría verdadera duda sobre la legitimidad del voto y la habilidad de reflejar con precisión la voluntad del pueblo”. El Departamento de Justicia no cree que los resultados del plebiscito del 6 de noviembre de 2012, que describen como “controversiales”, justifican omitir el estatus actual como una opción en la papeleta.
La misiva también señala que la la papeleta contiene información que es engañosa, y destaca tres puntos.
Por ejemplo, asegura que la información de que la estadidad es la única opción que garantizar la ciudadanía americana no es correcta, ya que los puertorriqueños obtienen la ciudanía al nacimiento.
Además, el escrito destaca que bajo la libre asociación no se aclara si es un voto por la completa independencia y podría llevar a los votantes a pensar que se trata de un ELA mejorado, opción que ya ha sido rechazada por el Congreso. El último aspecto que señala es que bajo libre asociación se asegura que la ciudadanía estaría en negociación con Estados Unidos, pero en independencia no habla de la ciudadanía, lo que se podría interpretar como que la libre asociación es un ELA mejorado, cuando aseguran que ambos traerían consecuencias a la ciudadanía.
Rosselló anunció esta tarde a través de Twitter su comunicación con los funcionario federales y de inmediato se opuso a los planteamientos esbozados en la misiva.
“Justicia federal propone cambios a la ley de plebiscito. Resulta inaceptable incluir a la colonia en un proceso para descolonizar a PR”, escribió el primer mandatario a través de su cuenta de Twitter.
“La posición de la administración de Trump atenta contra la voluntad expresada por el Pueblo: un rechazo a continuar con el sistema colonial e indigno…Próximamente le estaré comunicando al Pueblo, al Presidente (Trump) y al Congreso nuestra posición en defensa de los mejores intereses de Puerto Rico”, agregó.
El propio gobernador Rosselló se había reunido en Washington con el secretario de Justicia federal, Jeff Sessions, y le entregó toda la documentación de la ley aprobada por su gobierno para su evaluación y liberación del dinero aprobado por el Congreso.
Misivas que defendían y otras que cuestionaban la exclusión de la opción del estatus actual fueron enviadas a Sessions igualmente.
El secretario de Estado, Luis Rivera Marín, le escribió al funcionario federal, así como la comisionada residente Jenniffer González, a favor del plebiscito.
Mientras, el presidente del Comité de Asignaciones del Senado, Thad Cochran, y siete colegas republicanos indicaron en una carta a Sessions que la exclusión del ELA impide que la consulta cumpla con las normas federales.
El listado de cartas y visitas de políticos puertorriqueños a Justicia federal incluye misivas del exgobernador Aníbal Acevedo Vilá, del exgobernador Rafael Hernández Colón y los representantes populares Rafael ‘Tatito’ Hernández, Luis Vega Ramos, Brenda López de Arrarás y Ramón Luis Cruz, quienes abogaron por que se incluyera la opción del ELA.
PIP anuncia plan para la descolonización de Puerto Rico
Tras los resultados del plebiscito de estatus efectuado este domingo, el liderato del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) anunció ayer una serie de actividades encaminadas a impulsar la descolonización de Puerto Rico.
Inicialmente, los líderes independentistas se proponen reunirse con representantes de diversas organizaciones e individuos que creen en la independencia y la libre asociación para, ante las nuevas circunstancias, realizar esfuerzos conjuntos para combatir la estadidad, confrontar al gobierno de Estados Unidos con el problema colonial y fortalecer el reclamo de soberanía para Puerto Rico.
El presidente del PIP, Rubén Berríos, y el secretario de Organización de esa formación política, el senador Juan Dalmau, informaron que también promoverán ante el gobierno estadounidense que se utilice como un posible mecanismo de descolonización el Proyecto HR 900, radicado por el congresista Luis Gutiérrez a sugerencia del PIP.
Esa medida reclama que el Congreso federal enfrente el tema colonial de Puerto Rico mediante un proceso en el que disponga del territorio y celebre una votación para que los puertorriqueños escojan entre las alternativas soberanas de independencia y libre asociación.
Sumado a ese esfuerzo en Washington, y como parte del su plan de trabajo, el PIP se propone fortalecer los lazos y puentes con la diáspora puertorriqueña para que colaboren en el empeño de elevar ante los medios y la opinión pública norteamericana su exigencia descolonizadora para obligar al gobierno estadounidense a enfrentar el problema colonial de Puerto Rico y dar paso al reclamo de soberanía de Puerto Rico.
Anunciaron, igualmente, que a nivel internacional se estarán comunicando con sus aliados en los organismos a los cuales pertenece el PIP, como la COPPPAL y la Internacional Socialista, para denunciar la “farsa” del pasado plebiscito.
“Como cuestión de hecho, el lunes, 19 de junio, compareceremos ante el Comité de Descolonización de la ONU para hacer las denuncias y planteamientos que corresponden”, dijo a CB en Español el exsenador Berríos.
En el plano local, el PIP informó que redoblará sus gestiones para continuar concertando esfuerzos e iniciativas conjuntas con los sectores que están comprometidos con el logro de la soberanía nacional.
En la consulta plebiscitaria, donde no participaron ni los partidarios de la actual relación de Estado Libre Asociado, ni los partidarios de la libre asociación y la independencia, con el 99 % de los colegios de votación escrutados, la estadidad había acumulado 502,616 votos (97.18%), frente a 7,779 (1.50%) la libre asociación/independencia, y a 6,821 votos (1.32%) el actual estatus territorial.
El PIP considera que el resultado del plebiscito constituye un fracaso para aquellos que se dejaron imponer la inclusión de la opción colonial con tal de impulsar un proceso con un “aval federal imaginario”, y “solo servirá para dramatizar el desinterés y el rechazo a cualquier proyecto de anexión en el Congreso”.
“La inclusión de la colonia ya rechazada por nuestro pueblo desmovilizó a la mayoría del electorado que respondió al llamado al boicot como repudio a la humillación de proponer la colonia como solución al problema colonial,” sostuvo Berríos.
Puerto Rico: Gobierno no reconoce victoria del boicot electoral – Por Jesús Dávila
A pesar de una huelga electoral que provocó la peor derrota del movimiento anexionista en cincuenta años –500.000 frente a 1.700.000 que boicotearon el plebiscito sobre la condición colonial de Puerto Rico- el Gobierno anunció que enviará “congresistas” a Washington a reclamar la integración a Estados Unidos.
La distancia entre realidad y percepción en torno al plebiscito del domingo se combinó con otra distancia de la imaginación cuando una legión de escuadras de la Policía nacional, con motoras, carros, unidades antimotines y hasta un helicóptero, se desplegó con gran ruido de sirenas de emergencia para enfrentar una marcha de apenas unos cuantos cientos que transcurrió sin incidentes.
El alzamiento verdadero fue el de la abstención, con cerca del 77 por ciento de los electores que no acudieron a votar, mientras la anexión competía sola y logró el favor de apenas un 23 por ciento de los ciudadanos con derecho al voto. Como medida para tratar de legitimar el plebiscito, el Gobierno había conseguido de antemano un par de personas que figuraron como representantes nominales de las alternativas del territorio y la libre asociación/independencia, que recibieron algunos miles de votos.
Las escenas ocurrieron en el único ámbito democrático –votar sobre la relación deseada con EEUU- que permite legalmente Washington a los puertorriqueños, sometidos desde el año pasado a la dictadura de una junta de control, ante la deuda impagable y la crisis económica. En ese marco, el Ejecutivo y la Legislatura de Puerto Rico están reducidos a funciones auxiliares y consultivas y, de todas formas, el Congreso tampoco se comprometió a respetar el resultado del plebiscito.
Mientras tanto, fuentes diplomáticas informan que entre las cancillerías latinoamericanas se producen consultas sobre el borrador de un texto de resolución ya redactado sobre el caso colonial de Puerto Rico, que será discutido el 19 de los corrientes por el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. Las fuentes indicaron que el texto es más duro que en años anteriores en la exigencia a EEUU para que cese su dominio sobre este país isleño del noreste del Caribe, ubicado en un punto estratégico equidistante de Guantánamo y de Caracas.
Se anticipan también gestiones intensas en el Congreso y el Ejecutivo de EEUU por parte de los sectores políticos opositores.
Por un lado, el pequeño aunque influyente Partido Independentista Puertorriqueño, que estará presente en la ONU el día 19, anunció que también irá a Washington a proponer, como salida para la crisis, que se dé paso a una propuesta para que EEUU comience el proceso de retirarse y permitir que Puerto Rico escoja entre una relación de libre asociación o la independencia completa. Por el otro lado, el opositor autonomista Partido Popular Democrático gestionará que EEUU no reconozca los resultados publicados por la Comisión Estatal de Elecciones, que otorgan a la anexión el 97 por ciento, además de que iniciará una evaluación sobre posible fraude ante la acumulación de evidencia fotográfica sobre mesas electorales desiertas durante la consulta.
Nada de eso parecía alterar el domingo las caras de celebración del oficialismo, tan distantes de los datos sobre la historia electoral de la lucha de los anexionistas para que Puerto Rico llegue a formar para de la Unión de EEUU.
Hace exactamente cincuenta años, el anexionismo evidenció un dramático crecimiento cuando logró aumentar el respaldo popular de apenas un 12 por ciento en 1952 a 39 por ciento en el plebiscito de 1967, para luego subir a 46 por ciento en el plebiscito de 1993 y a 47 por ciento en el de 1998. En el plebiscito de 2012, el respaldo para la anexión se redujo al 44 por ciento y este domingo se descalabró hasta bajar a 23 por ciento, con las unidades antimotines corriendo a enfrentar una insurrección que más nadie vio.
Tampoco es que no esté creciendo un ambiente de insurgencia.
Con la lentitud sostenida en que suben las mareas con el calentamiento global, en 1998 la alternativa de status político que obtuvo más de la mitad de los votos fue “ninguna de las anteriores” y en 2012, la mayoría absoluta fue para repudiar el status de “territorio” –término usado en EEUU para denominar las colonias- y ahora dejando plantadas las mesas de votación ante la convocatoria anexionista, para la que pedían boicot los independentistas y los autonomistas.
La votación del domingo se produjo apenas una semana después de que concluyera una huelga estudiantil en la Universidad de Puerto Rico, que afectó de una manera o de otra durante setenta días los once recintos del sistema universitario público, el Conservatorio de Música y la Escuela de Artes Plásticas. En medio de esa huelga fue que se escenificó, el pasado Primero de Mayo, un paro nacional que sorprendió al efectivamente paralizar casi todo el país y fue escenario de disturbios en la zona bancaria, que dejaron un saldo de cristales rotos en algunos edificios y otros daños a la propiedad.
El conflicto universitario, todavía no resuelto aunque se reanuden las clases, ha dejado sin jefatura a la UPR, luego de la renuncia ante la perspectiva del encarcelamiento de la presidenta de la universidad y varios miembros de la junta, además de convertir en figuras notables a los líderes estudiantiles, como la presidenta del Consejo General de Estudiantes de Río Piedras, Wilmarí de Jesús. También ha dejado decenas de arrestados.
El ambiente sigue siendo volátil, como en días recientes cuando la jefatura universitaria envió a una escuadra de contratistas privados con palos y pistolas que lanzan choques eléctricos para someter a un grupo de estudiantes que intentaba montar, sin permiso, un comedor para estudiantes pobres en el Recinto de Río Piedras de la UPR. El asalto ocurrió protegido por la penumbra de la madrugada, pero fue grabado por estudiantes.
La tensión, sin embargo, no abarca con fuerza sectores sociales o sindicales, al menos, no de manera visible. Esos sectores se mantienen a distancia.
Movimiento Independentista Nacional Hostosiano