La crisis diplomática entre Panamá y Venezuela: un breve balance – Por Nicolas Boeglin
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
A raíz del anuncio de la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Panamá y Venezuela la semana pasada, Costa Rica ha aceptado asumir temporalmente las relaciones consulares del país vecino en Venezuela (ver nota de prensa). Se lee además que Panamá ha solicitado a Costa Rica custodiar sus bienes en Venezuela (ver otra nota de prensa al respecto).
Las autoridades panameñas han procedido al cierre de sus sedes diplomáticas y consulares en Caracas después de la ruptura de las relaciones entre ambos Estados ordenada por las máximas autoridades de Venezuela, no sin antes expresar mediante un comunicado oficial su «asombro» (ver texto reproducido del comunicado de Panamá al final de esta nota).
El Ministro de Relaciones Exteriores de Panamá de gira en España interrumpió sorpresivamente su visita a Madrid a raíz de la decisión venezolana, mientras que el Canciller de Costa Rica consideró que la controversia entre ambos Estados es «estrictamente bilateral» (ver nota de prensa de Costa Rica Hoy). Vale la pena recordar que el 17 de julio del 2013, Panamá había procedido a destituir a su embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por declaraciones muy críticas de éste en relación a Venezuela (ver nota de prensa de La Estrella, Panamá del 17/07/2013).
El origen de la crisis
Un poco más allá de lo bilateral en el sentido estricto, esta crisis diplomática se origina en gran parte en una solicitud hecha por Panamá a la OEA para convocar a una reunión de los Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados miembros de esta organización hemisférica en relación a la situación imperante en Venezuela: esta iniciativa generó intensas consultas realizadas la semana pasada entre las distintas cancillerías de América Latina.
La reunión de consulta de cancilleres de los Estados Miembros de la OEA se convoca usualmente para temas considerados de extrema urgencia para la región y exige al Estado que solicita convocarla desplegar intensos esfuerzos diplomáticos previos a la cita: por ejemplo, el 24 de agosto del 2012, Ecuador logró convocar una reunión de este tipo (con tres votos en contra de Canadá, Estados Unidos, y Trinidad y Tobago y abstenciones entre las cuales Honduras y Panamá) en relación al asilo diplomático concedido a Julian Assange, fundador de la organización Wikileaks. En la cita hemisférica participaron doce Ministros de Relaciones Exteriores, dispuestos a manifestar con su presencia su solidaridad con Ecuador (Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Haití, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela) y un Vice Ministro (Guatemala). En esa oportunidad Ecuador logró además la aprobación de una resolución en relación a la amenaza proferida por las autoridades del Reino Unido en caso de concederle asilo diplomático a Julian Assange en su embajada en Londres (ver al respecto nota). En el plano universal esta vez, Panamá fue el único Estado de América Latina en votar en contra (conjuntamente con Estados Unidos, Canadá y 6 Estados más, a saber Islas Marshall, Israel, Micronesia, Nauru, Palau y República Checa) de la resolución del 29 de noviembre del 2012 otorgando el estatuto de Estado observador no miembro de Palestina en las Naciones Unidas (ver breve análisis publicado en estas páginas el 3/12/2012):
El ex Presidente de Colombia Alvaro Uribe, en campaña para ser escogido senador en las elecciones legislativas del 9 de marzo en Colombia, expresó de manera solidaria– y un tanto solitaria – su apoyo a la gestión del Presidente de Panamá. Era predecible que, pese a las «esperanzas» de la diplomacia de Panamá, esta solicitud fuese objeto de una votación en la OEA en la cual se medirían las alianzas respectivas de Venezuela y de Panamá (Nota 1): rechazada en la tarde del jueves 6 de marzo la propuesta inicial de Panamá, así como una iniciativa de la diplomacia peruana para la elaboración de informes periódicos sobre la situación en Venezuela por parte del Secretario General de la OEA (ver nota), la Declaración sobre Venezuela finalmente adoptada el pasado viernes 7 de marzo por el Consejo Permanente de la OEA (ver texto reproducido al final de esta nota) cuenta con el voto en contra de Canadá, Estados Unidos, y de Panamá.
El texto viene además acompañado de notas de pie de página de las delegaciones de los dos últimos (que reproducimos de igual manera al final de este artículo). El hecho que Panamá haya votado en contra de un texto que resulta de su propia gestión ante la OEA (añadiendo una nota para explicitar su desacuerdo con el texto aprobado) es indicativo del carácter un tanto precipitado de su iniciativa. La cual, según todo pareciera indicar, no fue acompañada de consultas políticas previas antes de ser oficializada por la diplomacia panameña, exhibiendo así la ausencia de apoyo por parte del resto de los Estados de América Latina a su gestión.
No es la primera vez que Panamá acompaña a Estados Unidos y a Canadá en un voto en contra en la OEA: ocurrió, por ejemplo, en el 2013 en relación a una solicitud para convocar a la OEA sobre las insólitas condiciones en las que realizó un vuelo el Presidente Evo Morales de Bolivia el 2 de julio del 2013 entre Moscú y La Paz (ver nota de prensa sobre el detalle del voto y un breve análisis publicado en La Nación el 16/07/2013 en relación a la innovación técnica realizada por las delegaciones de Estados Unidos y de Canadá).
La práctica reciente de la ruptura de relaciones diplomáticas en América Latina
La ruptura de relaciones diplomáticas es ampliamente admitida por la práctica internacional. No se considera que violente ninguna obligación derivada del derecho internacional público. Forma parte del amplio abanico a disposición de los Estados, que va desde las notas formales de protestas, la llamada a consulta de un embajador (a la que recurrió por ejemplo recientemente Costa Rica en relación a declaraciones del Presidente de Nicaragua – ver nuestra nota publicada en estas mismas páginas de Informa-tico el 18/08/2013), hasta la suspensión de relaciones económicas, la expulsión de agregados militares o de diplomáticos (incluyendo al jefe de misión) o, como en este caso la ruptura de relaciones diplomáticas. Estas diversas figuras permiten a los aparatos diplomáticos manifestar su malestar o su incomodidad por declaraciones, acciones u omisiones consideradas ofensivas por otro Estados. El solitario apoyo del ex presidente colombiano Uribe a la gestión de Panamá recuerda que el 22 de julio del 2010, tras acusaciones de Colombia de presencia de guerrilleros en la zona fronteriza entre ambos Estados, Colombia y Venezuela rompieron sus relaciones diplomáticas. Estas fueron reconducidas como parte de los primeros gestos políticos del nuevo Presidente de Colombia Juan Manuel Santos el 10 de agosto del 2010.
Recientemente, Venezuela reanudó sus relaciones diplomáticas con Paraguay, suspendidas en los primeros días de julio del 2012, a raíz de la destitución por parte del Congreso de Paraguay del Presidente Fernando Lugo el 22 de junio.
Si la situación lo amerita, la ruptura de las relaciones diplomáticas se decide sin mayores preámbulos, como en el caso de Venezuela y de Panamá; o bien como ocurrió, por ejemplo, en marzo del 2008 entre Ecuador y Colombia, después de una incursión militar tipo comando de Colombia en territorio ecuatoriano (en el marco de la operación denominada «operación Fénix«). La ruptura de relaciones diplomáticas puede extenderse por más de 50 años, como en el caso de Bolivia y Chile desde 1962 (Nota 2), o bien por algunos años, como ocurrió entre Ecuador y Colombia (Nota 3) o bien por unos pocos días, como ocurrió entre Nicaragua y Colombia a inicios de marzo del 2008 (Nota 4).
Conclusión
Es muy probable que la falta de pericia de la diplomacia panameña y la experiencia de la diplomacia venezolana y la de algunos de sus aliados en el seno de la OEA hayan permitido que la iniciativa panameña se revierta contra sus promotores: calificada como un verdadero triunfo diplomático por parte de la diplomacia de Venezuela (Nota 5), esta resolución sobre Venezuela evidencia nuevamente el aislamiento de Estados Unidos y de Canadá en el seno de la OEA, al que concurre Panamá. Ninguno de los Estados anglófonos del Caribe (a veces llamados por Estados Unidos para evitar exhibir su aislamiento) consideró oportuno acompañar esta vez a Estados Unidos, lo cual constituye para la diplomacia norteamericana una señal inequívoca de sumo cuidado. El saldo final de la iniciativa panameña conlleva ahora, además del aislamiento de Panamá, una consecuencia inmediata: la ruptura de las relaciones diplomáticas ordenada por Venezuela. Esta decisión viene a complicar singularmente la vida de los panameños radicados en Venezuela, así como la de los muchos venezolanos que viven en Panamá. Adicionalmente, esta ruptura de los canales políticos al más alto nivel vuelve más compleja la resolución de las controversias bilaterales entre ambos Estados.
Nota 1: Ver nota sobre sesión del Jueves 6/03/2014 en la OEA de El País (España), «El ALBA impone su mayoría e impide una resolución de la OEA sobre Venezuela. Tras más de ocho horas de reunión, la falta de consenso sobre la llamada al diálogo entre las partes obliga a posponer el debate para el viernes«. En una nota posterior del 7/03/2014, se lee que la resolución finalmente adoptada por el Consejo Permanente de la OEA sobre Venezuela contó con el voto en contra de Panamá, Estados Unidos y Canadá únicamente: ver nota de El País (España): EEUU, Canadá y Panamá disconformes con la declaración de la OEA, solidaria con Venezuela.
Nota 2: A raíz del desvío del río Lauca por parte de Chile, Bolivia suspendió las relaciones diplomáticas con Chile desde 1962. Chile en junio pasado ofreció a Bolivia reanudar las relaciones diplomáticas (ver nota de prensa).
Nota 3: Ecuador y Colombia procedieron a reabrir relaciones diplomáticas plenas el 27 de noviembre del 2010 (ver nota de prensa). Sus relaciones habían sido suspendidas en marzo del 2008 debido a una incursión militar de Colombia en territorio ecuatoriano, denominada operación Fénix, la cual permitió obtener, entre otros datos, información que luego sería proporcionada por Colombia a las autoridades de Costa Rica sobre contactos de las FARC en Costa Rica (ver nota de prensa).
Nota 4: En señal de solidaridad con Ecuador, Nicaragua anunció la suspensión de las relaciones diplomáticas con Colombia el 6 de marzo del 2008 (ver nota de prensa), para reabrirlas el 12 de marzo del 2008 (ver nota de prensa). )
Nota 5: Para el canciller de Venzuela, Elías Jaua, se trata de «una victoria de América Latina y el Caribe» (ver nota de prensa). CEn un análisis publicado en España (en el País), se lee que : «La resolución de OEA es el último triunfo de Venexuela en un intenso Consejo Extraordinario que se ha sucedido a los largo de dos jornadas. El jueves, el ALBA consiguió que ni siquiera se tomara en consideración la pisibilidad de una reunión de cancilleres para analizar la situación en el país o en enfío de una misión mediadora, una cosecha que Maduro calificó de «gran victoria». La inclusión en el texto definitivo del viernes del «respeto a la no intervención» o el propio título de la declaración: «Solidaridad y respaldo a la institucionalidad democrática, al diálogo y a la paz en la República Bolivariana de Venezuela» -que su delegación ante la OEA logró imponer, pese al rechazo de países como Panamá que consideraban que no expresa correctamente la intención de «brindar respaldo al diálogo, la paz y la democracia»-, son otros ejemplos del éxito de la posición bolivariana en el Consejo extraordinario».
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